La inflación británica baja al mínimo de 17 meses, probablemente no evitará un alza de las tasas
La tasa de inflación en Gran Bretaña cayó en julio a un mínimo de 17 meses debido en gran parte a unos precios más bajos de la energía, según mostraron cifras oficiales el miércoles, un alivio para los hogares presionados por una crisis de coste de la vida.
La tasa anual de inflación, determinada por el índice de precios al consumo, fue del 6,8% en julio, según indicó la Oficina de Estadística Nacional. Era la cifra más baja desde febrero de 2022, el mes en el que Rusia invadió Ucrania y se dispararon los precios de la energía.
El descenso desde el 7,9% de junio estaba en línea con las previsiones de los economistas.
La agencia de estadística atribuyó la variación en su mayor parte a una caída en los precios de la energía, una vez los altos precios del año pasado quedaron fuera de la comparación interanual. También indicó que la inflación en los precios de los alimentos, que también se disparó tras la invasión rusa en Ucrania, se había suavizado.
Aunque el declive en la tasa de inflación serían buenas noticias para los hogares, era improbable que cambiara las expectativas del mercado de que el Banco de Inglaterra volviera a subir las tasas de interés el mes que viene, especialmente dado el incremento récord de los salarios.
El banco, que tiene como objetivo alcanzar una tasa de inflación del 2%, subió este mes su tasa de interés de referencia a un récord de 15 años del 5,25% e insinuó que se mantendría alta un tiempo para combatir una inflación persistentemente alta.
Las tasas de interés más altas ayudan a frenar la inflación al encarecer la deuda para negocios o negocios a la hora de comprar casas, autos o equipamiento.
Bancos centrales de todo el mundo han ido subiendo los costes de la deuda para combatir una inflación desencadenada por unos precios más altos de la energía después de que Rusia invadiera Ucrania y de los atascos en las cadenas de suministro conforme la economía global se recuperaba de la pandemia del coronavirus. La inflación británica alcanzó un récord del 11,1% el pasado octubre.