¿Sin baterías? ¿Empaques más delgados? Empresas de EEUU buscan formas de compensar aranceles

Aparatos electrónicos que se venden sin baterías. Juguetes en cajas más delgadas o sin empaque. Más productos para el hogar que los compradores deben ensamblar por ellos mismos.
Estas son algunas de las formas en que las empresas estadounidenses de productos del consumidor preparan sus mercancías para reducir los costos y evitar los crecientes precios, mientras el presidente Donald Trump impone nuevos aranceles de importación a socios comerciales clave así como a algunos materiales que utilizan los fabricantes estadounidenses.
El ambiente económico en el que el presidente ha impuesto, amenazado y ocasionalmente ha pospuesto repetidas rondas de aranceles es más precario que en su primer mandato. Los consumidores estadounidenses se sienten quebrados tras varios años de inflación. Las empresas dicen que los aranceles se sumarán a sus gastos y consumirán parte de sus ganancias, pero temen perder ventas si tratan de transferir todo el incremento a sus clientes.
En cambio, algunas empresas exploran opciones para recortar gastos, tanto aquellos que los consumidores probablemente notarán con el paso del tiempo (¿recuerda la “reduflación”?) Como los que están demasiado abajo en la cadena de suministro para que se den cuenta. Los cambios podrían ayudar a minimizar los incrementos de precios, pero no bastarán en todos los casos para compensarlos completamente.
Estos son algunas de las estrategias que los minoristas y las marcas tienen en mente:
Un giro en la cadena de suministro
Tras imponer un arancel extra de 20% a todas las mercancías provenientes de China, así como uno de 25% al acero, el aluminio y los automóviles importados, Trump dijo que anunciaría el miércoles los blancos de los “aranceles recíprocos” que reflejen los impuestos que todas las demás naciones aplican a ciertas exportaciones estadounidenses.
Afirma que los aranceles estimularán la fabricación nacional, entre otros objetivos.
También están en el horizonte los aranceles, dos veces pospuestos, a la mayoría de las mercancías de Canadá y México, e impuestos al cobre, la madera y los productos farmacéuticos.
Kimberly Kirkendall, presidenta de la empresa consultora de la cadena de suministro International Resource Development, ha dicho a sus clientes, mayoritariamente fabricantes estadounidenses de estanterías, productos domésticos y alimentos, que, dada toda la incertidumbre, no es el momento de realizar acciones a largo plazo como buscar fábricas fuera de China.
Los alentó a centrarse en el corto plazo, particularmente en la necesidad de analizar las líneas de productos para detectar cualquier ángulo de posibles ahorros.
“Es necesario que colabores y trabajes junto con tus proveedores en esta situación para que seas capaz de bajar los costos”, señaló.
Las preocupaciones relacionadas con los suministros no solo son una preocupación para las grandes empresas que dependen de los fabricantes chinos. Sasha Iglehart, creadora de una pequeña empresa de ropa en línea llamada Shirt Story, tiene una colección de camisas para hombre superrecicladas que vende por unos 235 dólares, señaló que suele obtener sus botones de estilo antiguo de un proveedor austriaco y sabe que Trump ha hablado sobre gravar las mercancías de la Unión Europea.
“Seguiré buscando vendedores locales y coleccionistas aquí en Estados Unidos como respaldo”, señaló Iglehart, cuya empresa tiene su sede en Connecticut.
Reelaborar un producto
Para muchas empresas, evaluar cuáles componentes o detalles pueden retirar de sus productos o reemplazarlos con otros menos costosos es la medida preferente para absorber el posible golpe financiero de los aranceles.
La empresa de juguetes Abacus Brands Inc., con sede en Los Ángeles, diseña juegos de ciencia y otros juguetes educativos, la mayoría de los cuales se fabrica en China. Al utilizar un papel ligeramente más delgado en un libro de proyectos de 80 páginas que incluye con dos de sus juegos, la empresa espera evitar un incremento de 10 dólares al precio minorista, señaló Steve Rad, presidente de la empresa.
“Tres o cuatro centavos aquí” dijo Rad, “Siete o seis centavos allí. Dos centavos más allá. De repente, se ha compensado la diferencia”.
Aurora World Inc., conocida por sus mascotas de peluche y sus vehículos de juguete, busca usar menos colores de pintura como una forma de contrarrestar los costos de los aranceles, de acuerdo con Gabe Higa, director gerente de la división de juguetes de la empresa. Todos los juguetes de Aurora World provienen de China.
“Esto es algo que, en cierta forma, lo vuelve un poco más simple, ya que implica menos trabajo manual o un menor costo de materiales”, señaló Higa. “No tiene que ser un gran valor incremental, por lo que es fácil de eliminar”.
Es posible que la empresa todavía tenga que aumentar sus precios en tanto se mantengan vigentes los nuevos aranceles, aseguró.
Empaques más económicos
Estar o reducir el empaque de los productos es otra área donde los importadores podrían hacer recortes y tiene la ventaja de atraer a los clientes con una conciencia ecológica.
El CEO de Basic Fun, Jay Foreman, Cuya empresa vende juguetes clásicos como los camiones Tonka, Lincoln Logs y Care Bears, señala que ofrece a los minoristas 3 opciones de empaque distintas y les pide que decidan cuáles prefieren para los camiones y algunos otros productos que estarán en las tiendas en la próxima primavera.
La primera es el empaque actual, que se compone de una caja con una gran ventana abierta que permite que los clientes vean lo que hay dentro. La segunda opción: sin caja, pero con una charola fijada a la parte inferior de los juguetes para mantenerlos en su sitio en las estanterías. La tercera: sin envoltura, pero con una simple etiqueta de precios que contenga información de la marca.
La segunda opción de empaque reduciría 1,25 dólares el costo por producto para la empresa, mientras que la opción sin empaque producirá ahorros de 1,75 dólares, afirmó Foreman. Ambas disminuirían el atractivo de los productos y no estarían ni cerca de compensar los aranceles impuestos a las mercancías provenientes de China afirmó.
Dijo que tomaría decisiones de precios más adelante en esta semana, cuando Trump proporcione detalles sobre su plan de aranceles recíprocos.
Para reducir aún más sus costos de producción, Abacus Brands está pensando en pasar del plástico al cartón en los insertos de empaque que mantienen las partes de los juguetes en su lugar. Las charolas de cartón cuestan 7 centavos por unidad, en comparación con los 30 centavos de la versión de plástico, afirma Rad.
El cambio exige encontrar una nueva fábrica que elabore los insertos, una medida que no tenía ningún sentido antes de ahora, afirmó. Las varias modificaciones relacionadas con los aranceles deberán estar en vigor para las entregas de otoño y de las fiestas de fin de año, afirmó Rad.
“Las concesiones que estamos haciendo son cosas que no le importan al consumidor”, declaró.
Olvídate de los extras
Es probable que los compradores tengan que armar una mayor parte de sus productos en casa mientras las compañías buscan reducir los costos de envío, según Kirkendall, de International Resource Development.
Uno de sus clientes fabrica maceteros que se riegan automáticamente, los cuales se elaboran en China. El producto está siendo sometido a un rediseño para que pueda ser enviado como componentes separados en lugar de como una pieza totalmente ensamblada.
Las empresas también reevalúan las piezas de sus productos que son esenciales o extra. Chris Bajda, socio gerente de Groomsday, un minorista en línea de regalos de bodas, dijo que los accesorios como baterías y cajas de regalo decorativas podrían entrar en la segunda categoría.
“Ahora evaluamos cuidadosamente lo que es verdaderamente necesario y evitamos incluir elementos que no tienen un propósito funcional para el cliente”, señaló Bajda.
¿El regreso de la reduflación?
Reducir el tamaño o el peso de los productos sin bajar los precios proliferó como una práctica de negocios de 2021 hasta 2024, a medida que las empresas luchaban con los crecientes costos de ingredientes, empaques, mano de obra y transporte.
Edgar Dworsky, defensor del consumidor y ex subprocurador general de Massachusetts, sospecha que los fabricantes de bienes de consumo adoptarán la reduflación de nuevo para ocultar los costos, dada la andanada de nuevos aranceles. Por ejemplo, el impuesto adicional a la importación de maderas canadienses podría verse reflejado en rollos de papel higiénico más pequeños, señaló.
“La reduflación ha estado un poco callada” en los últimos meses, afirmó Dworksy. “Pero yo esperaría ver aumentos de precios y encogimiento de productos”.