Un estado australiano ordena a funcionarios públicos volver a trabajar a oficinas
El gobierno del estado más poblado de Australia ordenó a todos los funcionarios públicos trabajar desde sus oficinas por defecto a partir del martes e instó a establecer límites más estrictos al trabajo a distancia, después que los medios de comunicación provocaran un tenso debate sobre los hábitos laborales desde casa establecidos durante la pandemia.
Chris Minns, primer ministro de Nueva Gales del Sur, dijo el lunes en un aviso a las dependencias que los puestos de trabajo podían flexibilizarse por otros medios que no fueran el trabajo a distancia, como los puestos a tiempo parcial y el reparto de funciones, y que “construir y reponer las instituciones públicas” requiere “estar físicamente presentes”. Sus declaraciones fueron bien recibidas por los grupos empresariales e inmobiliarios de la mayor ciudad del estado, Sydney, que han lamentado la caída de las tasas de ocupación de oficinas desde 2020, pero denunciadas por los sindicatos, que prometieron impugnar la iniciativa si se aplica innecesariamente.
La decisión convirtió al gobierno del estado —el mayor empleador de Australia con más de 400.000 trabajadores— en el último de un creciente número de empresas e instituciones de todo el mundo en intentar revertir los acuerdos de trabajo a distancia introducidos a medida que se propagaba el coronavirus. En opinión de algunos analistas, esta decisión desafía la aceptación del trabajo a distancia por parte de los gobiernos de otros estados australianos, que sugieren que el cambio se debe a la presión ejercida por un importante periódico.
“Parece que el Daily Telegraph de Sydney, propiedad de Rupert Murdoch, ha intentado que el gobierno de Nueva Gales del Sur obligue a los trabajadores a volver a la oficina”, declaró Chris F. Wright, profesor asociado de disciplina laboral en la Universidad de Sydney. El periódico citaba posibles ventajas económicas para las empresas en dificultades.
El periódico escribió el martes que la decisión del primer ministro de “poner fin a la era del trabajo desde casa” fue consecuencia de su insistencia, aunque Minns no la mencionó como factor.
Sin embargo, el sindicato que representa a los funcionarios afirmó que no había pruebas suficientes para justificar el cambio y advirtió que el gobierno estatal podría tener dificultades para cubrir puestos.
“En todo el sector público de Nueva Gales del Sur se está intentando retener al personal”, declaró Stewart Little, secretario general del sindicato Asociación de Servicios Públicos. “En algunos organismos críticos, como el de protección de la infancia, nos enfrentamos a tasas de vacantes del 20%, estamos hablando de cientos de puestos de trabajo”.