Vecinos y pescadores demandan por descarga de aguas radiactivas de Fukushima
Pescadores y habitantes de Fukushima y otras cinco prefecturas de la costa nororiental de Japón presentaron una demanda el viernes para que se detenga la descarga al mar, ya iniciada, de aguas residuales radiactivas de la planta nuclear destruida de Fukushima.
La demanda presentada ante la Corte Distrital de Fukushima señala que la descarga perjudica los medios de vida de los pescadores y viola el derecho de los vecinos a vivir en paz. De los 151 demandantes, dos tercios son de Fukushima y el resto de Tokio y otras cuatro prefecturas.
La descarga del agua residual tratada y diluida al océano, que comenzó el 24 de agosto y se prevé continuará por varias décadas, enfrenta la fuerte oposición de las agrupaciones de pescadores, temerosas de que dañe la imagen de su producto, aunque sea inofensiva.
Tres reactores de la planta nuclear de Fukushima Daiichi se fusionaron cuando un terremoto de magnitud 9 y un tsunami destruyeron sus sistemas de enfriamiento. La planta sigue produciendo agua altamente radiactiva que se recolecta, trata y almacena en un millar de tanques que ocupan buena parte de los terrenos de la planta.
El gobierno y el operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), indican que es necesario retirar los tanques para desmantelar la planta.
Los demandantes exigen la revocación de los permisos otorgados por la Autoridad Reguladora Nuclear para la descarga del agua y que se detenga la descarga, dijo el abogado Kenjiro Kitamura.
El gobierno y TEPCO aseguran que el agua tratada cumple con las pautas legales para la descarga y es diluida cientos de veces con agua de mar antes de llegar al océano. El Organismo Internacional de Energía Atómica, que estudió el plan de descarga por pedido de Japón, sostuvo que el impacto de la descarga sobre el ambiente, la vida marina y los seres humanos será insignificante.
“La descarga intencional al mar es un acto dañino intencional que se suma al accidente” de la planta nuclear, subrayó otro abogado, Hiroyuki Kawai. Añadió que el océano es un recurso público y es contrario a la ética que una empresa descargue agua en él.
TEPCO afirmó que no hará declaraciones hasta revisar la demanda.