Décadas antes de lo previsto, la lluvia podría superar a la nieve en el Ártico
En agosto, la lluvia cayó por primera vez en la historia en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia
Según una nueva investigación, se prevé que en el Ártico llueva más que nieve décadas antes de lo que se pensaba.
La transición de la nieve a la lluvia está siendo causada por el rápido calentamiento y la pérdida de hielo marino impulsados por la crisis climática.
Las actividades humanas, sobre todo la quema de combustibles fósiles, han hecho que el mundo se caliente alrededor de 1,1 °Celsius en los últimos 200 años, y algunas regiones se están calentando más rápidamente que otras.
El Ártico, por ejemplo, se está calentando más del doble que el promedio mundial. El hielo marino del Ártico lleva disminuyendo desde 1979, según revelan las observaciones por satélite, y la extensión media del hielo marino está en su punto más bajo desde 1850.
El nuevo estudio, realizado por un equipo internacional dirigido por la Universidad de Manitoba, se publicó el martes en la revista Nature Communications.
La investigadora principal, Michelle McCrystall, becaria postdoctoral del Centro de Ciencias de la Observación de la Tierra de Manitoba, afirmó que los cambios tendrán “enormes ramificaciones”, como una menor cobertura de nieve, un mayor derretimiento del permafrost y “mayores inundaciones por el aumento de la descarga de los ríos”. Todo ello tendrá consecuencias para la fauna y la flora y las poblaciones humanas, señaló.
En agosto, llovió por primera vez en la historia en el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia.
“El hecho de que ahora llueva en la cima de Groenlandia, y de que tal vez se produzcan más precipitaciones en el futuro, me deja perpleja”, declaró McCrystall.
Las precipitaciones en el Ártico variarán según la estación y la región, señalaron los investigadores. Los últimos modelos climáticos revelaron que las lluvias dominarán las nevadas de otoño en 2050-2080, y no décadas después como habían mostrado los modelos más antiguos.
La disminución de las nevadas afectará a lo que se conoce como “retroalimentación del albedo”, es decir, el grado de reflexión de una superficie y si los rayos del sol rebotan o son absorbidos.
Una capa de nieve menos blanca y brillante significa que las aguas oscuras del océano y la tierra expuesta absorben más energía luminosa, lo que provoca un aumento de las emisiones de carbono, la liberación de metano y el deshielo del permafrost.
Más lluvia que nieve podría devastar las poblaciones de caribúes, renos y bueyes almizcleros salvajes al congelarse en capas de hielo e impedirles buscar alimento.
El equipo, formado por investigadores del University College London, la Universidad de Colorado Boulder, la Universidad de Laponia y la Universidad de Exeter, subrayó la importancia de frenar el aumento de la temperatura global hasta el ambicioso 1,5 °Celsius establecido por el Acuerdo de París de 2015.
Si logramos mantenernos por debajo de 1,5 °Celsius, dijo el equipo, entonces la transición a más lluvia que nieve podría no ocurrir en algunas regiones del Ártico.
El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), la principal autoridad mundial en materia de clima, también concluyó que mantenerse en 1,5 °Celsius, en lugar de los límites exteriores del Acuerdo de París de “muy por debajo” de 2 °Celsius, significaría una menor probabilidad de veranos sin hielo marino en el Ártico.
Sin embargo, el mundo se precipita hacia un aumento de la temperatura superior a los 3 °Celsius este siglo, según el reporte de la brecha de emisiones de las Naciones Unidas para 2020. En esta trayectoria, la transición a más lluvias será probablemente inevitable.
“Los nuevos modelos no pueden ser más claros al afirmar que, a menos que se detenga el calentamiento global, el futuro Ártico será más húmedo; los mares antes congelados serán aguas abiertas, la lluvia sustituirá a la nieve”, explicó el profesor James Screen, del Departamento de Matemáticas y del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter.