Tres acusados por el asesinato del periodista británico Dom Phillips en el Amazonas
Phillips y Bruno Pereira desaparecieron el 5 de junio
Los fiscales en Brasil acusaron a tres hombres del asesinato del periodista británico Dom Phillips y del experto indígena Bruno Pereira en el remoto extremo occidental de la selva amazónica de Brasil.
Todos son habitantes locales del río, y su motivo fue que Pereira le pidió a Phillips que los fotografiara cuando pasaban en un bote, detalló un comunicado de los fiscales.
El área es un punto de acceso para la pesca ilegal y la caza furtiva.
Phillips y Pereira fueron asesinados después de desaparecer el 5 de junio. Encontraron sus cuerpos el 15 de junio. Phillips vivía en Brasil desde hace 15 años.
Se habían encontrado con indígenas cerca de la entrada del Territorio Indígena del Valle de Javari, el cual limita con Perú y Colombia, y viajaban a lo largo del río Itaquai de regreso a la ciudad de Atalaia do Norte cuando los atacaron.
Su desaparición generó una intensa protesta internacional y presión para actuar. Con la ayuda de los indígenas locales, las autoridades localizaron sus cuerpos escondidos en el bosque.
Los fiscales dijeron que dos de los hombres, Amarildo da Costa Oliveira y Jefferson da Silva Lima, confesaron el crimen, mientras que el testimonio de los testigos indica que Oseney da Costa de Oliveira también participó, según el comunicado.
Pereira había tenido enfrentamientos previos con pescadores al incautar sus capturas y había recibido amenazas.
Llevaba un arma y había dejado la agencia federal de asuntos indígenas para enseñar a los indígenas locales cómo patrullar sus tierras y recopilar evidencia fotográfica geoetiquetada de los crímenes.
El día en que fueron asesinados, Pereira transportaba dicha evidencia a las autoridades en Atalaia do Norte y recibió tres disparos.
A Phillips, quien hacía una investigación para un libro titulado How To Save The Amazon, lo asesinaron “solo por estar con Bruno, para garantizar la impunidad del crimen anterior”, dice la declaración de los fiscales.
Se ha especulado en la prensa brasileña que su asesinato lo pudo haber ordenado el cabecilla de una red de pesca ilegal.
A principios de este mes, la policía arrestó a un cuarto hombre que presentó documentos falsos, al creer que podría estar involucrado, pero aún no se presentan cargos.