El mundo perdió un campo de futbol de bosque tropical cada 6 segundos en 2019
La pérdida de bosques tropicales, no solo es una tragedia en términos de la biósfera sino que, para la humanidad, significa menos oxígeno y más carbono, lo que acelera el calentamiento global
Las alertas sobre el calentamiento global y las consecuencias catastróficas para la humanidad parecen caer en oídos sordos. Según una investigación de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, en colaboración con la organización Global Forest Watch, durante 2019 se perdieron aproximadamente 3,8 millones de hectáreas de selvas tropicales primarias, el equivalente a un campo de futbol de selva tropical primaria cada 6 segundos.
Según la Universidad, la zona de los trópicos concentra más del 96 por ciento de la deforestación causada por el ser humano, de forma más pronunciada por actividades como la silvicultura y los incendios forestales.
El informe indica que el año pasado Brasil se ubicó como el país que más bosques primarios forestales perdió con un equivalente a un millón y medio de hectáreas, la peor cifra en 13 años. En segundo lugar está República del Congo y, en tercer lugar, Bolivia.
“Como consecuencia de los incendios, Bolivia tuvo una pérdida de cobertura arbórea sin precedentes, tanto dentro de los bosques primarios como en las zonas forestales circundantes. En 2019, la pérdida total en el país fue más de un 80 % más alta que la del año con la mayor pérdida registrada hasta la fecha”, se lee en el informe.
En Bolivia, el gobierno buscó promover la expansión de la agricultura, por lo que hizo más flexibles las restricciones sobre la quema controlada, poco después, se registraron los incendios incontrolables.
Según los especialistas de Global Forest Watch, los bosques primarios son aquellos que muestran mayor madurez y tienen mayor antigüedad, han permanecido por décadas, son más densos y contienen un mayor porcentaje de flora y fauna, pues han tenido intervención humana en un pasado reciente.
Por lo tanto, son los principales “pulmones” del planeta, ya que brindan una gran cantidad de oxígeno y almacenan el doble de carbono que los bosques no primarios.
El estudio hace hincapié en la disminución en la tasa de pérdida de bosques tropicales que se dio, a niveles récord, entre 2016 y 2017; sin embargo, alerta que es la tercera proporción más alta desde que inició el siglo y es un 2.8 por ciento más elevada que la registrada en 2018.