Policía recibe reporte tras denuncias en medios contra Russell Brand por abuso sexual
La policía británica instó el lunes a las mujeres que alegan haber sido agredidas sexualmente por Russell Brand a declarar ante las autoridades, mientras la industria del entretenimiento en Reino Unido enfrentaba dudas sobre si el mal comportamiento del comediante no fue cuestionado debido a su fama.
Brand, de 48 años, niega las acusaciones de agresión sexual hechas por cuatro mujeres en un documental de televisión del Channel 4 y en los periódicos The Times y Sunday Times. Las acusadoras, que no han sido identificadas, incluyen a una que dijo que fue agredida sexualmente por Brand cuando ella tenía 16 años. Otra mujer dice que Brand la violó en Los Ángeles en 2012.
La Policía Metropolitana de Londres dijo que después de que se hicieran públicas las acusaciones había recibido “un reporte de una agresión sexual que presuntamente tuvo lugar en el Soho, en el centro de Londres, en 2003”. Eso es tres años antes de la supuesta agresión más antigua reportada por los medios de comunicación.
La policía dijo que “los agentes están en contacto con la mujer y le brindarán apoyo”. No identificó al presunto autor como Brand, pero se refirió a las acusaciones de los periódicos y la televisión en su comunicado. La policía instó a “cualquiera que crea que puede haber sido víctima de un delito sexual, sin importar cuánto tiempo haya transcurrido, a que se comunique con nosotros”.
En una declaración de video publicada el viernes en respuesta a las afirmaciones de los medios, Brand dijo que sus relaciones fueron “siempre consensuales”.
El Times dijo el lunes que más mujeres se habían puesto en contacto con el periódico con acusaciones contra Brand y que serían “rigurosamente revisadas”.
Max Blain, portavoz del primer ministro Rishi Sunak, dijo que las acusaciones eran “muy graves y preocupantes” y que quienes las hacen deberían ser “tratados con seriedad y sensibilidad”.
La legisladora conservadora Caroline Nokes, que preside el Comité de Mujeres e Igualdad de la Cámara de los Comunes, instó a la policía tanto de Gran Bretaña como de Estados Unidos a investigar las acusaciones “increíblemente impactantes”.
“Esto merece y necesita una investigación penal, porque durante demasiado tiempo hemos visto a hombres -y los perpetradores de este tipo de crímenes son casi invariablemente hombres- no ser responsabilizados por sus comportamientos y acciones”, dijo a BBC radio.
Las afirmaciones han renovado el debate sobre la “cultura lad” (grosera y misógina entre hombres jóvenes y heterosexuales) que floreció en Gran Bretaña en los años 1990 y principios de los 2000, y la misoginia que aún se filtra en Internet.
Las acusaciones reportadas por los periódicos y Channel 4 cubren el período entre 2006 y 2013, cuando Brand era una estrella importante en Gran Bretaña con un perfil creciente en Estados Unidos.
Brand, conocido por sus rutinas desenfrenadas y atrevidas, era presentador de programas de radio y televisión, escribió memorias que relatan sus batallas con las drogas y el alcohol, apareció en varias películas de Hollywood y estuvo brevemente casado con la estrella del pop Katy Perry entre 2010 y 2012.
Brand fue suspendido por la BBC en 2008 por hacer bromas lascivas al actor de “Fawlty Towers” Andrew Sachs, en las que se jactaba de haber tenido relaciones sexuales con la nieta de Sachs. Abandonó su programa de radio tras el incidente, que generó miles de quejas ante la emisora financiada con fondos públicos.
La BBC, Channel 4 y la productora detrás de la serie de telerrealidad “Big Brother”, cuyos derivados fueron presentados por Brand, dicen que han iniciado investigaciones sobre el comportamiento de Brand y cómo se manejaron las quejas.
Brand también fue abandonado por la agencia de talentos Tavistock Wood, que dijo que había sido “horriblemente engañada” por él.
Los partidarios de Brand cuestionaron por qué se hacían las acusaciones años después de los presuntos incidentes. Las mujeres dijeron que se sintieron preparadas para contar sus historias después de que los periodistas se acercaran a ellas, y algunas citaron la nueva prominencia de Brand en internet como influencer enfocado al bienestar como un factor en su decisión de hablar.
Las víctimas y los medios de comunicación también deben tener en cuenta las leyes británicas sobre difamación, que imponen la carga de la prueba a quienes formulan las acusaciones.
En los últimos años, Brand ha desaparecido en gran medida de los principales medios de comunicación, pero ha conseguido un gran número de seguidores en línea con vídeos sobre bienestar y teorías de la conspiración. Su canal de YouTube, que tiene más de 6 millones de suscriptores, ha presentado teorías conspirativas sobre el COVID-19, información errónea sobre las vacunas y entrevistas con locutores controvertidos, incluidos Tucker Carlson y Joe Rogan.
También continúa de gira como comediante, presentándose ante cientos de personas en un local de Londres el sábado por la noche mientras se transmitía el documental de Channel 4.
Ellie Tomsett, profesora titular de medios y comunicación en la Universidad de Birmingham que ha estudiado el circuito de monólogos cómicos británicos, dijo que Brand era producto de una escena de comedia plagada de misoginia, a pesar de los avances realizados por mujeres y otros para diversificar el arte.
“Cuando hemos tenido un aumento del feminismo popular... también hemos tenido un aumento de la misoginia popular personificada por personas como (el influencer) Andrew Tate, evidente en todos los aspectos de la sociedad, y definitivamente reflejado en el circuito de comedia del Reino Unido”, dijo Tomsett.
“Cada vez surgen más cosas para intentar contrarrestar esto, pero la idea de que es algo que sucedió en el pasado y ya no sucede más, francamente, una tontería”, añadió.