Puntos clave del juicio del príncipe Enrique
Es bastante raro ver a un alto miembro de la realeza británica testificar en un tribunal de justicia
La imagen era rara, un prominente integrante de la realeza británica testifica en un tribunal de justicia.
Lo que dijo el príncipe Enrique, tanto durante el contrainterrogatorio en el banquillo de los testigos el martes como en su declaración escrita como testigo, fue igual de inusual. Defensivo, franco y acusatorio, su testimonio arrojó luz sobre la vida como miembro de la realeza y sobre la amarga disputa personal de Enrique con la prensa.
A continuación, algunos puntos clave tras un día histórico en el Tribunal Superior en Londres.
UNA VIDA DE INTRUSIÓN
Enrique, de 38 años, demandó a la editorial del diario Daily Mirror por 33 artículos publicados entre 1996 y 2011 que, según él, se basaron en espionaje telefónico u otros métodos ilegales para obtener información.
Las historias representan un fragmento de décadas de cobertura de prensa que, según Enrique, ha trastocado su vida y la de sus amigos y seres queridos.
En su declaración como testigo, Enrique afirmó que, durante su adolescencia y adultez temprana, los tabloides lo encasillaron como: “el ‘tonto’, el ‘tramposo’, el ‘bebedor menor de edad’, el ‘drogadicto irresponsable’”.
“Terminé sintiendo que estaba jugando con muchos de los titulares y estereotipos que querían achacarme principalmente porque pensé que, si están publicando esta basura sobre mí y la gente se la cree, también podría ‘cometer el crimen’, por así decirlo”, dijo Enrique. “Era una espiral descendente, en la que los tabloides intentaban constantemente persuadirme, a mí que era un joven ‘dañado’, para que hiciera algo estúpido que sería una buena historia y vendería muchos periódicos”.
Enrique alegó que el comportamiento de los periodistas era dañino para su salud mental, provocando “episodios de depresión y paranoia”.
“Ahora me doy cuenta de que, después de todo, mi aguda paranoia de estar constantemente bajo vigilancia no estaba fuera de lugar”, dijo.
RELACIONES DESTRUIDAS
Muchos de los artículos tratan sobre la relación de Enrique con Chelsy Davy, su primera novia seria. Él dice que su relación finalmente se vino abajo por el escrutinio de los medios y acusa a los periódicos de tratar de arruinar sus relaciones “usando cualquier medio ilegal a su disposición”.
“Siempre sentí que los tabloides querían que estuviera soltero, ya que era mucho más interesante para ellos y vendía más periódicos”, dice su declaración. “Cada vez que entré en una relación, estaban muy interesados en informar los detalles, pero luego, muy rápidamente, intentaron romperla ejerciendo tanta presión sobre ella y creando tanta desconfianza como fuera humanamente posible, como mostraré en más detalle más adelante en esta declaración”.
“Este objetivo retorcido todavía se persigue hasta el día de hoy a pesar de que ahora estoy casado”, dijo.
MEMORIAS DOLOROSAS DE DIANA
Enrique ha culpado durante mucho tiempo a la prensa por la muerte de su madre, la princesa Diana, quien falleció en un accidente automovilístico en 1997 mientras era perseguida por paparazzi.
Le dijo a la corte que estaba angustiado al descubrir que las conversaciones privadas de Diana podrían haber sido espiadas por Mirror Group. Dijo que se sintió “enfermo” al enterarse de los pagos del periódico a investigadores privados por información relacionada con Diana.
Arremetió contra el presentador de televisión Piers Morgan, quien fue editor del Daily Mirror de 1995 a 2004.
“La idea de Piers Morgan y su banda de periodistas hurgando en los mensajes privados y sensibles de mi madre… tres meses antes de su muerte en París, me hace sentir físicamente enfermo”, escribió Enrique, quien calificó esto como un “comportamiento vil y completamente injustificado”.
¿PROBLEMAS CON LA MEMORIA?
La angustia de Enrique es evidente, pero el abogado de Mirror Group consideró que tenía fallas en la memoria. El abogado Andrew Green le explicó a Enrique los artículos uno por uno el martes y le preguntó si recordaba haberlos leído en el momento de la publicación. En muchos casos no pudo.
Green también dijo que Enrique estaba “en el ámbito de la especulación total” cuando dijo que las historias debían haber sido obtenidas mediante espionaje telefónico u otros medios ilícitos.
El abogado dijo que ha habido “muchas rutas diferentes” por las cuales la información sobre Enrique llegó a los medios y “no siempre requiere actividad de prensa ilegal”.
UN LLAMADO A LAS ARMAS
Tras renunciar a sus deberes reales en 2020, argumentando un escrutinio insoportable de los medios y un presunto racismo hacia su esposa, Meghan, Enrique tiene la misión de reformar los medios británicos.
Su declaración como testigo termina con un llamado a las armas, pidiendo la regulación de la prensa y acusando a algunos periodistas de tener “sangre en los dedos con los que teclean”.
“Afirman pedir cuentas a las figuras públicas, pero se niegan a hacerse responsables. Si supuestamente están vigilando a la sociedad, quién diablos los está vigilando a ellos, cuando incluso el gobierno tiene miedo de alienarlos porque la posición es poder. Es increíblemente preocupante para todo el Reino Unido”, dijo Enrique.
Enrique tampoco es fanático del gobierno conservador de Gran Bretaña. “Nuestro país es juzgado a nivel mundial por el estado de nuestra prensa y nuestro gobierno, los cuales creo que están en el fondo”, dijo.