Agricultores piden una reforma migratoria para aliviar escasez de trabajadores y aumento de precios
Una nueva ley, que ya se aprobó en la Cámara de Representantes y está pendiente en el Senado, les daría a los campesinos indocumentados un camino a la ciudadanía y ofrecería a los agricultores una fuerza laboral estable
Los agricultores de todo el país se quejan de la dificultades que tienen para encontrar mano de obra y aseguran que este factor contribuye al aumento en los precios de sus productos. La solución a estos problemas, dicen, es la aprobación de una reforma migratoria.
Aunque la escasez de trabajadores agrícolas no es nueva, un reporte de NBC News subraya que se ha agudizado por la pandemia. Esto se ha traducido en menos cosechas y, por ende, en un incremento en los precios de los alimentos para los consumidores, que ya de por sí tienen que lidiar con una inflación generalizada. Los precios de la comida son ahora un 10 por ciento más altos que los del año anterior, según la Oficina de Estadísticas del Trabajo de Estados Unidos.
En opinión de los agricultores, la llamada Farm Workforce Modernization Act (Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola), que ya se aprobó en la Cámara de Representantes y está pendiente de ser discutida en el Senado, les ofrecería una fuerza de trabajo estable al crear un camino a la ciudadanía para los trabajadores indocumentados y reformar el programa de visas para trabajadores agrícolas temporales.
Zoe Lofgren, la congresista demócrata de California que patrocinó la ley en la Cámara de Representantes, asegura que, dadas las circunstancias actuales, en las que la escasez de mano de obra es un factor que contribuye a la inflación y a los altos precios de los alimentos, es claro que los senadores tienen que aprobar esa legislación. “Necesitamos estabilizar la fuerza de trabajo agrícola y proteger el suministro de alimentos para Estados Unidos”, subrayó.
En el Senado, la ley está patrocinada por Michael Bennet, un demócrata de Colorado, y Mike Crapo, un republicano de Idaho. Ambos apoyan una versión que modificaría y abriría aún más el programa de visas de trabajo H-2A que se usa para contratar campesinos. La nueva ley contempla darles la residencia y, eventualmente, un camino a la ciudadanía.
No está claro aún cuándo se someterá la ley a votación en el Senado ni con cuánto apoyo cuenta en esa cámara. Lo que sí es evidente es que un nutrido grupo de agricultores le han pedido a los senadores que le den luz verde a la legislación.
En una entrevista para NBC News, uno de esos agricultores, Charles Wingard, quien maneja una granja familiar en South Carolina que produce verduras, dijo que tiene alrededor de 700 trabajadores, tanto locales como contratados a través de visas H-2A, pero enfrenta una escasez de cerca del 20 por ciento.
Wingard especificó que, a pesar de que pone numerosos anuncios, no puede encontrar trabajadores locales porque mucha gente está enferma, ha decidido retirarse antes o prefiere trabajar desde su casa.
Sin embargo, la ley enfrenta numerosos obstáculos. No todos los sindicatos la apoyan porque dicen que no incluye a todos los trabajadores inmigrantes. Agrupaciones como Familias Unidas han señalado que tampoco están de acuerdo en que se exija a los trabajadores inscribirse en un proceso de verificación del gobierno porque esto podría generar un seguimiento ilegal de inmigrantes.
Otro de los grandes retos que tiene esta ley, es que no hay un clima político propicio en el Congreso para impulsar una reforma migratoria. Con miras a las elecciones intermedias de noviembre, los republicanos han decidido atacar a los demócratas, especialmente al presidente Joe Biden, por la crisis que hay en la frontera. Lo culpan de que miles de personas lleguen a diario en busca de asilo por revertir las políticas de Donald Trump, quien para detener el flujo migratorio mandó construir un muro en la frontera y recurrió a prácticas como la de separar a los niños de sus padres.
Pero al margen de las controversias políticas que genera el tema migratorio, sobre todo en épocas electorales, diversos estudios señalan que una reforma migratoria sería benéfica desde el punto de vista económico.
Una investigación de 2022 de Texas A&M University, encargada por la American Business Coalition, que es un grupo bipartidista conformado por 1.200 líderes de negocios, descubrió que abrirle la puerta a un mayor número de migrantes y trabajadores con visa H-2A ayudaría a bajar la inflación y el desempleo, así como a subir los salarios. El estudio también destaca que la negación de peticiones para que la gente se naturalice está asociada con un aumento en los precios de los productos y con una inflación más elevada.