La relación de la reina Isabel II con los presidentes de EE.UU. durante su reinado
La reina Isabel mantuvo buenas relaciones con muchos presidentes de EE.UU.
A lo largo de sus 70 años como monarca, la reina Isabel II se reunió con todos los presidentes estadounidenses en funciones, con la notable excepción del presidente Lyndon Johnson.
Incluso antes de ascender al trono, conoció al presidente Harry Truman cuando era heredera y también conoció al presidente Herbert Hoover cuando ya era monarca, 20 años después de que él dejara el cargo.
En el contexto de la Guerra Fría, las crisis económicas, los cambios sociales, los avances científicos y las campañas militares que han dado forma al vínculo entre los EE.UU. y el Reino Unido, la reina ha sido una figura de poder blando constante y amigable que fue una parte importante de la relación especial.
Aquí compartimos algunos de los momentos notables de sus reuniones con presidentes de Estados Unidos.
Harry Truman
A fines de 1951, cuando eran herederos del trono, la princesa Isabel y el príncipe Felipe visitaron Washington DC. La pareja real estaba de gira por Canadá en ese momento e hizo un viaje adicional para ver al presidente Truman, al quien le obsequiaron un candelabro, una pintura al óleo y un espejo adornado.
Se dice que Truman le dijo a la princesa que esperaba que “le agrademos más ahora que cuando usted llegó”. La visita tuvo lugar mientras las tropas británicas y estadounidenses combatían contra los insurgentes comunistas en Corea en los albores de la Guerra Fría, apenas seis años después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Dwight D. Eisenhower
La reina hizo su primera visita de estado a los EE.UU. en 1957, al asistir a una cena en la Casa Blanca el 20 de octubre organizada por el presidente Eisenhower y su esposa, Mamie. Eisenhower lució una Orden del Mérito británica que le fue otorgada por el difunto padre de la reina, el rey Jorge VI, después de la guerra.
En ese momento, las relaciones entre Gran Bretaña y Estados Unidos estaban en mal estado luego de la crisis del Suez en Egipto, durante la cual el Reino Unido mantuvo a los Estados Unidos en la oscuridad sobre la colusión con los franceses e israelíes.
El primer ministro Harold Macmillan le pidió a la reina que visitara Washington para generar buena voluntad entre las dos naciones.
John F. Kennedy
Los Kennedy asistieron a un banquete en su honor en el Palacio de Buckingham durante una gira por Europa en el primer año de su presidencia, y conocieron a la reina Isabel II el 5 de junio de 1961.
Se dice que la joven monarca se sintió intimidada por la glamorosa Jackie Kennedy.
Después de regresar a Washington, el presidente Kennedy envió a la reina un mensaje de cumpleaños, agregando al final de su carta: “Permítame también al mismo tiempo decir cuán agradecidos estamos mi esposa y yo por la cordial hospitalidad que nos brindó Su Majestad y el Príncipe Felipe durante nuestra visita a Londres el pasado lunes. Siempre atesoraremos el recuerdo de esa espléndida velada”.
El padre de Kennedy había sido embajador de Estados Unidos en el Reino Unido y, como era anglófilo declarado, la relación entre Gran Bretaña y Estados Unidos se restauró después de las molestias por el conflicto del Suez, cuando los estadounidenses acordaron compartir tecnología nuclear a medida que se intensificaba la Guerra Fría.
Tras el asesinato del presidente Kennedy, la reina Isabel II envió una carta de condolencias, pero no asistió al funeral porque estaba en los últimos meses de uno de sus embarazos, y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, representó a la familia real.
La reina no se reunió con el sucesor del presidente Kennedy, el presidente Lyndon Johnson.
Richard Nixon
El presidente Nixon y la primera dama Pat Nixon llegaron al Palacio de Buckingham en 1969 y regresaron al Reino Unido nuevamente el 3 de octubre de 1970 cuando la monarca los recibió en Chequers, la casa de campo del primer ministro británico, que entonces era Edward Heath.
Hubo rumores de que Nixon trató de emparejar a su hija Tricia con el príncipe de Gales, que en aquel momento estaba soltero. Las reuniones entre la reina y el presidente tuvieron lugar mientras Estados Unidos estaba profundamente sumido en la guerra de Vietnam y sucesivos primeros ministros se habían negado a enviar tropas británicas en apoyo.
Gerald Ford
Luego de la renuncia del presidente Nixon en 1974, el presidente Ford asumió el cargo mientras se realizaban los preparativos para el bicentenario de 1976 y se planeaba una visita real a Washington.
Ford ofreció una cena de gala de estado en la Casa Blanca el 7 de julio para conmemorar los 200 años desde la Revolución Americana. En la cena, la reina Isabel bailó con Ford una desafortunada versión de “The Lady is a Tramp”, una noche que que la primera dama Betty Ford recordó con cariño en sus memorias.
Jimmy Carter
La reina Isabel II recibió al presidente Carter en mayo de 1977 durante el primer viaje al extranjero del mandatario, en una cena para los líderes de la OTAN celebrada en el palacio de Buckingham. También era el año del jubileo de plata de la reina Isabel.
Según se dice, Carter se encontraba con la reina Isabel II y otros invitados, y se dio cuenta de la llegada de la reina Isabel, la reina madre, y como buen caballero sureño, se apartó, la tomó de la mano y la acompañó a donde estaban reunidos los invitados.
Famoso por su informalidad, el presidente, sin embargo, comió mousse de pollo en un plato de oro y parecía entusiasmado por estar sentado entre la reina Isabel y su hermana, la princesa Margarita, y enfrente del príncipe Carlos, el príncipe Felipe y la reina madre.
Ronald Reagan
Se dice que la reina Isabel II y el presidente Reagan hicieron buenas migas gracias a su amor por la equitación cuando se conocieron en el Castillo de Windsor en junio de 1982, donde cabalgaron juntos durante un recorrido de ocho millas que duró una hora por los terrenos. Reagan fue el primer presidente que se quedó en el castillo del siglo XI.
Reagan y su esposa Nancy se convirtieron en la única pareja presidencial que recibió a la reina en su propia casa cuando les invitaron a la monarca y el príncipe Felipe a quedarse en su rancho cerca de Santa Bárbara, California, en 1983. Debido al mal tiempo, no pudieron montar a caballo, pero los Reagan ofrecieron un almuerzo con alimentos regionales, como enchiladas y tacos.
En el mismo viaje, los miembros de la realeza disfrutaron de una cena de estado en San Francisco, en el Museo Conmemorativo MH de Young. El mal tiempo continuó y durante sus declaraciones, la reina Isabel II bromeó: “Sabía antes de venir que habíamos exportado muchas de nuestras tradiciones a los Estados Unidos. Pero no me había dado cuenta antes que esto incluía el clima”.
Mientras el presidente reía, agregó: “Si bien, señor presidente, el clima ha sido frío, su bienvenida y la del pueblo estadounidense han sido maravillosamente cálidas”.
La reina nombró a Reagan caballero honorario en reconocimiento a la asistencia encubierta que brindó Estados Unidos al Reino Unido durante la Guerra de las Malvinas. Sus reuniones se llevaron a cabo en un momento en que el vínculo entre la primera ministra Margaret Thatcher y Reagan era uno de los vínculos transatlánticos más fuertes de esta relación especial, y en el apogeo de la Guerra Fría.
George H.W. Bush
La reina Isabel II hizo su tercera visita de estado a los EE.UU. en mayo de 1991, visitó Washington, DC y se convirtió en la primera monarca en viajar a Texas, donde recorrió el Álamo.
En un momento particularmente memorable, solo se podía ver su sombrero morado con rayas blancas sobre los micrófonos, mientras hablaba en una ceremonia de llegada en los terrenos de la Casa Blanca, pues alguien olvidó ajustar el atril después del discurso del presidente Bush, quien era mucho más alto.
La reina Isabel II no se amilanó y luego bromeó al dirigirse al Congreso: “Espero que puedan verme hoy desde donde están”. Bush se disculpó más tarde y dijo que se sintió mal por no poner un banco para que Isabel II se parara sobre él.
Cuando el presidente Bush falleció en 2018, la reina emitió un comunicado recordando con cariño los días que pasaron en Texas con Bush y su esposa Barbara.
Bill Clinton
La reina recibió por primera vez al presidente Clinton y su esposa, Hillary, a bordo del yate real Britannia, en junio de 1994, durante el mandato de John Major.
Atracado en la Base Naval de Portsmouth, el barco fue la base de operaciones de los Clinton mientras asistían a la cena de la reina celebrada en Guildhall para los líderes de las naciones aliadas cuyas tropas participaron en la invasión del Día D de Normandía 50 años antes.
Los Clinton pasaron una noche a bordo del barco antes de trasladarse al portaaviones USS George Washington mientras se preparaba para navegar a través del Canal de la Mancha, desde Portsmouth a Normandía, para las celebraciones del aniversario del Día D. Los Clinton también visitaron el Palaco de Buckingham en noviembre de 1995.
El presidente Clinton tenía una relación cordial con Major, pero encontró un espíritu intelectual afín en el primer ministro Tony Blair cuando este se mudó al número 10 de Downing Street en 1997, y trabajaron en estrecha colaboración en el proceso de paz de Irlanda del Norte.
Hacia el final de su segundo mandato en diciembre de 2000, Clinton visitó el Reino Unido e Irlanda para una visita de tres días en la que, acompañados por Hillary y su hija Chelsea, tomaron el té con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham.
George W. Bush
La reina Isabel II se reunió por primera vez con el presidente Bush y su esposa, Laura, durante un almuerzo en el Palacio de Buckingham el 19 de julio de 2001. Más tarde ese año, el día después del 11 de septiembre, en solidaridad con el pueblo estadounidense, ordenó que el himno nacional de EE.UU. se tocara afuera del Palacio de Buckingham durante el Cambio de Guardia, al romper 600 años de tradición y protocolo.
Bush tenía una relación cercana, pero controvertida, con el primer ministro Blair, y el Reino Unido y los EE.UU. estaban unidos en la guerra contra el terrorismo. A pesar de la gran controversia que siguió a la guerra de Irak, el presidente Bush recibió una cena de estado completa en su honor en el Palacio de Buckingham en noviembre de 2003.
A cambio, la reina realizó su cuarta visita de Estado a Estados Unidos en 2007, durante el segundo mandato de Bush. Durante la ceremonia de bienvenida, Bush cometió un desliz al decir accidentalmente que su visita para el bicentenario realizada en 1976 fue en 1776, lo que provocó una oleada de risas.
Haciendo una pausa para comprobar si la había ofendido a la monarca o no, el mandatario dijo con una sonrisa: “Me lanzó una mirada que solo una madre puede dar a un niño”.
Más tarde, en una cena en la embajada británica, la reina Isabel II replicó: “Me preguntaba si debería comenzar este brindis diciendo: ‘Cuando estuve aquí en 1776’”, expresó entre risas.
Barack Obama
El presidente Obama y la reina Isabel II se reunieron por primera vez en abril de 2009, durante una recepción para los líderes mundiales que asistieron a la cumbre del G20 en Londres, organizada por el primer ministro Gordon Brown durante la crisis financiera mundial.
La primera dama Michelle Obama rompió el protocolo de manera memorable al poner brevemente un brazo alrededor de la espalda de la reina mientras se compadecían de sus pies doloridos. Si bien en general no se debería tocar al o la monarca, la reina Isabel II le devolvió el gesto.
Los Obama fueron invitados a una visita de Estado en 2011, que incluyó una estadía de dos noches en el palacio de Buckingham y un lujoso banquete en honor al presidente celebrado el 24 de mayo. Al ofrecer un brindis por la monarca, Obama siguió hablando al tiempo que la banda asumía que una de sus pausas durante sus comentarios significaba que había terminado, y comenzaba a interpretar “God Save the Queen”. El presidente continuó y la banda guardó silencio.
La reina Isabel II recibió a los Obama por tercera vez, en el Castillo de Windsor, hacia el final de su segundo mandato en 2016, cuando David Cameron era primer ministro. La visita se produjo un día después del 90 cumpleaños de la reina Isabel II, mientras el presidente realizaba una gira de despedida por Europa.
A juzgar por el lenguaje corporal, había un vínculo aparentemente cálido entre los Obama y la monarca y el príncipe Felipe. El consorte real incluso condujo a la primera pareja en el Range Rover de la reina Isabel II.
Donald Trump
Dado el sentimiento público hacia el presidente número 45, la reunión del presidente Trump y la reina ocurrida en julio de 2018 en el Castillo de Windsor no podía sino ser polémica. Hubo grandes protestas anti-Trump en el centro de Londres, en las que se elevó un globo gigante que representaba al mandatario como un bebé.
Trump fue criticado por romper el protocolo al caminar brevemente frente a la reina, en lugar de a su lado, y luego darle la espalda mientras revisaban una guardia de honor.
Más tarde, el presidente reveló que recordó a su difunta madre, Mary Anne, que nació en Escocia y amaba a la familia real, cuando él y su esposa, Melania, tomaron el té con el monarca. Indiscretamente, comentó que había discutido el Brexit con la reina Isabel II y que ella describió era una situación “compleja”. La mayoría de los jefes de estado mantienen en secreto sus conversaciones privadas con la reina Isabel II, y ella no discutía asuntos políticos.
Los Trump regresaron en junio de 2019 para una visita de estado de tres días en la que fueron recibidos por la monarca en el palacio de Buckingham y ofrecieron un banquete de estado. Luego viajaron a Portsmouth para las conmemoraciones del aniversario del Día D.
Joe Biden
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden se reunieron con la reina en junio de 2021, durante una recepción para los líderes del G7 celebrada en Cornualles.
Después de la cumbre, los Biden acompañaron a la monarca a tomar el té en el Castillo de Windsor, al tiempo que su visita de tres días al Reino Unido llegaba a su fin antes de una cumbre de la OTAN y una cumbre entre EE.UU. y la UE en Bruselas, y una reunión entre el presidente y el líder ruso, Vladimir Putin en Ginebra.
Después de haber celebrado recientemente su cumpleaños de 95 años, la reina le preguntó a Biden cómo había estado la reunión en Cornualles y dialogaron sobre la futura conversación de Biden con Putin.
Biden comentó a los periodistas que la reina “me recordó a mi madre”.
Añadió: “No creo que se sienta ofendida, pero me recordó a mi madre, su aspecto y su generosidad”.
Con información de Associated Press