Republicanos se mantienen firmes con Donald Trump pese a las divisiones internas
Los republicanos dispuestos a apartarse públicamente de los esfuerzos sin precedentes de Trump para socavar la elección siguen siendo una ínfima minoría.
Los republicanos más poderosos de Washington siguen firmes en su respaldo al presidente Donald Trump y sus denuncias infundadas de fraude electoral, aunque algunos dirigentes del partido en otros lugares dicen que ya es hora de reconocer al demócrata Joe Biden como presidente electo y tratarlo como tal.
El gobernador de Nueva Hampshire, Chris Sununu quien respaldó la reelección de Trump, se ha sumado a las voces republicanas que dicen lo que el presidente y sus aliados se niegan a aceptar. Dijo el jueves que la ventaja de Biden “se agranda día a día” y que se disipan las posibilidades de Trump de retener el cargo.
“Joe Biden es el presidente electo y como la mayoría de los estadounidenses sospecho que prestará juramento en enero”, dijo Sununu a la prensa. Agregó que no hubo fraude en su estado, donde Biden ganó por un margen amplio.
Por otra parte, funcionarios estatales y federales, junto con las empresas tecnológicas que manejan las elecciones, declararon el jueves que la elección nacional del 3 de noviembre fue “la más confiable de la historia de Estados Unidos”. La Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de la Infraestructura dijo que “no hay pruebas de que sistema de votación alguna haya borrado o perdido de votos, cambiado votos o violado en forma alguna”.
En una crítica apenas velada a Trump y sus seguidores, la agencia dijo que los estadounidenses deben confiar en los resultados, aunque “sabemos que hay muchas denuncias infundadas y oportunidades para la desinformación sobre nuestro proceso electoral”.
En cambio, la abrumadora mayoría de los jefes republicanos se niegan a aceptar públicamente la victoria de Biden. La resistencia complica los esfuerzos de Biden para encabezar una transición sin tropiezos a su juramentación en enero, al negarle acceso a los fondos y recursos habitualmente asignados a un presidente entrante.
Algunos republicanos, preocupados por las consecuencias de estos obstáculos para la seguridad nacional, empiezan a decir que Biden debería tener acceso al menos a los informes de inteligencia que recibe la Casa Blanca, para poseer la información más completa sobre las amenazas al país una vez que asuma el poder.
“Creo que, con respecto a los informes confidenciales, la respuesta es sí”, dijo el influyente senador republicano Chuck Grassley, haciéndose eco de sus colegas Lindsey Graham y James Lankford.
Sin embargo, Grassley dijo que no veía motivos para darle a Biden un acceso más amplio, tal como se hizo en la reñida elección de 2020, un enfoque al que se atribuyó posteriormente parte de las fallas en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Los republicanos dispuestos a apartarse públicamente de los esfuerzos sin precedentes de Trump para socavar la elección siguen siendo una ínfima minoría. Para el jueves a la tarde apenas un puñado de los 53 senadores y cinco de los 28 gobernadores republicanos habían reconocido a Biden como ganador de la elección.