Roscosmos: Fuga en nave espacial fue por un impacto externo
Las autoridades espaciales rusas afirman que una fuga de refrigerante de una nave de suministro rusa no tripulada y acoplada a la Estación Espacial Internacional obedeció a un impacto externo y no a un defecto de fabricación
Una fuga de refrigerante de una nave de suministro rusa no tripulada y acoplada a la Estación Espacial Internacional se debió a un impacto externo y no a un defecto de fabricación, informó el martes la corporación espacial rusa.
La fuga de la nave de carga Progress MS-21 se detectó el 11 de febrero y se produjo luego de que en diciembre se produjera una fultración similar en una cápsula Soyuz para traslado de tripulación.
Los funcionarios espaciales rusos dijeron que la fuga de diciembre fue causada por un pequeño meteoroide que dejó un diminuto agujero en el radiador exterior y causó una fuga de refrigerante al espacio, pero la nueva fuga en otra nave planteó dudas sobre esa teoría, y la corporación espacial estatal rusa Roscosmos puso en marcha una investigación sobre el incidente para comprobar si podría haberse debido a un defecto de fabricación.
La NASA informó que sus especialistas asistían a sus homólogos rusos para resolver la fuga de refrigerante.
Tras los controles realizados en las fábricas espaciales y las instalaciones de lanzamiento rusas y una inspección minuciosa de la nave de carga, Roscosmos concluyó que la última fuga se debió a un “impacto externo” similar al que provocó la fuga de diciembre de la cápsula de la tripulación Soyuz.
Roscosmos publicó el martes una imagen de cerca de la Progress MS-21 que mostraba un agujero de 12 milímetros (0,5 pulgadas) en su radiador externo, que, según dijo, no se había detectado previamente.
Una vez descartado el defecto de fabricación, Roscosmos autorizó el lanzamiento de una nueva cápsula de tripulación Soyuz que debería sustituir a la dañada.
Se suponía que los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, y el astronauta de la NASA Frank Rubio iban a viajar en la cápsula Soyuz, que utilizaron para llegar a la base orbital, a fin de regresar a la Tierra en marzo, pero las autoridades espaciales rusas decidieron que las altas temperaturas provocadas por la fuga de refrigerante podrían dificultar su uso, por lo que regresará a la Tierra el mes que viene sin tripulación.