Amenaza nuclear: millones de muertos en unas horas si se desata guerra
La última vez que se utilizaron artefactos nucleares en un conflicto armado fue en 1945, cuando Estados Unidos bombardeó Hiroshima y Nagasaki matando a más de 150.000 personas al instante
El Día Internacional de la Paz llega después de varios anuncios de Rusia que alimentan el conflicto que se vive con Ucrania, en donde mantiene una invasión desde los últimos días de febrero de este año.
La primera fue la organización de referéndums en las zonas ocupadas para votar la anexión a Rusia, que se realizarán, según las autoridades del Kremlin, entre el viernes y el martes próximo, lo que supondría una escalada en el conflicto armado.
"Las condiciones de seguridad ideales no existen. Cuanto antes seamos parte de Rusia, antes tendremos la paz", dijo Vladímir Rogov, presidente de la asociación pública de Zaporiyia Estamos con Rusia.
La segunda, fue el anuncio de Putin de hace unas horas de la “movilización parcial” de 300.000 soldados reservistas para apoyar las operaciones militares que mantiene en Ucrania, luego de los recientes avances de la milicia ucraniana que ha logrado recuperar algunos de los territorios ocupados.
La tercera, que ha causado más reacciones, fue la declaración que los líderes mundiales entendieron como una amenaza nuclear por parte del presidente ruso.
“Cuando la integridad territorial de nuestro país sea amenazada, utilizaremos todo lo que esté a nuestra disposición para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. Esto no es un bluff”, dijo en un mensaje difundido en vídeo.
¿Qué sucedería si se desata una guerra nuclear con Rusia?
Investigadores asociados con el SGS (Programa de Ciencia y Seguridad Global) de la Universidad de Princeton realizaron una simulación que muestra las consecuencias de una guerra nuclear entre Rusia y los países de Occidente, llamada Plan A.
“Hasta donde se puede decir, esta es la crisis más grave con una potencial dimensión nuclear que involucra a Rusia y Estados Unidos/OTAN desde el final de la Guerra Fría, incluso si el riesgo de una guerra nuclear todavía se considera ‘pequeño’”, dijo a Newsweek Alex Glaser, uno de los creadores.
La simulación del Plan A se preparó originalmente para una exhibición en la Galería Bernstein de Princeton en 2017 y luego se puso a disposición del público como un video de YouTube. Su objetivo es resaltar las consecuencias “potencialmente catastróficas” de una guerra nuclear entre Rusia y la OTAN.
“Se estima que habría más de 90 millones de muertos y heridos en las primeras horas del conflicto”, dijo Glaser sobre el cálculo realizado con datos de NUKEMAP, una herramientas desarrollada por Alex Wellerstein, en el Instituto de Tecnología Stevens.
“Las muertes reales aumentarían significativamente por las muertes que ocurren por el colapso de los sistemas médicos, así como por la lluvia radiactiva y otros efectos a largo plazo, incluido un posible invierno nuclear a escala mundial”, advirtió.
La simulación comienza en el contexto de un conflicto convencional: Rusia dispara un tiro de advertencia desde una base cerca de la ciudad de Kaliningrado en un intento de detener un avance de Estados Unidos y la OTAN. Luego, la OTAN toma represalias con un único ataque aéreo nuclear táctico.
La última vez que se utilizaron artefactos nucleares en un conflicto armado fue en 1945, cuando Estados Unidos bombardeó Hiroshima con una carga de 64 kilos de uranio 235 de los que, según se calcula, solo fisionó cerca del 1,4 por ciento provocando una explosión equivalente a 15,000 toneladas de TNT.
"Tan pronto supieron que la bomba nuclear funcionaría, se asumió que la usarían", dijo a BBC Mundo Michael Gordin, historiador especializado en ciencias físicas en la Universidad de Princeton y coeditor del libro La era de Hiroshima.
Se cree que entre 50.000 y 100.000 personas murieron el día de la explosión.
Tres días después, Estados Unidos bombardeó Nagasaki con la bomba Fat Man, hecha de Plutonio 239, suficiente para liberar una energía equivalente a 21.000 toneladas de TNT. Se calcula que murieron entre 28.000 y 49.000 personas el día de la explosión.