El Kremlin niega que ministro de defensa esté liderando un golpe de estado
Las desapariciones y una renuncia de alto perfil en Moscú animan los rumores de un descontento cada vez mayor
El Kremlin insistió en que el ministro de defensa, que no ha sido visto en 13 días, está “muy ocupado”, tras reportes de denunciantes sobre la posibilidad cada vez mayor de un golpe contra Vladimir Putin, mientras la guerra en Ucrania se prolonga.
Sergei Shoigu, aliado cercano del presidente ruso, fue una voz destacada en los primeros días de la invasión rusa a su vecino soberano, cuando replicó las afirmaciones de Putin de que actuaban para “desmilitarizar y desnazificar” a Ucrania.
Pero el sitio de noticias ruso Agentstvo informó que el ministro de defensa no ha sido visto en casi dos semanas, y la última referencia del Kremlin sobre él es del 18 de marzo, cuando se dijo que él y Putin discutieron “el progreso de la operación especial en Ucrania” con el consejo de seguridad ruso.
Los periodistas rusos señalaron que Shoigu no ha sido fotografiado con Putin desde el 27 de febrero, cuando el presidente le pidió a él y al jefe del estado mayor general, Valery Gerasimov, que pusieran a las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia en “alerta máxima”, mientras que Agentstvo especuló que el ministro puede estar sufriendo de problemas cardíacos, según citó a un funcionario anónimo.
Con los rumores de una ruptura entre ambos corriendo en redes sociales, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el jueves que el ministro de defensa “está muy ocupado” y que “este no es el momento para actividades mediáticas”, informó Reuters.
Poco después, Interfax citó al Kremlin diciendo que Shoigu había actualizado el jueves a Putin y al consejo de seguridad de Rusia sobre la guerra.
Y en las imágenes que pretendían mostrar la reunión, transmitidas por la agencia de noticias RIA de Rusia, el ministro de defensa fue visible por un breve momento en una pantalla dividida de autoridades rusas que se encontraba frente a Putin, aunque cierta actividad extraña en la pantalla de Shoigu al inicio del vídeo provocó que surgieran dudas rápidamente sobre su veracidad.
Poco antes, el encargado de un supuesto informante de la agencia de espionaje rusa FSB afirmó que el riesgo de un golpe contra Putin estaba incrementando con cada semana que se alargaba la guerra en Ucrania.
Vladimir Osechkin, un hombre en la lista de los más buscados de Rusia por exponer abusos en las cárceles, ha publicado 11 cartas que supuestamente le envió un infiltrado del FSB desde que comenzó la guerra, afirmando que el caos y el descontento se han apoderado de los servicios de seguridad rusos, informó The Times.
Desde su exilio en Francia, el fundador de 40 años del grupo de derechos humanos Gulagu.net dijo: “Durante 20 años, Putin creó estabilidad en Rusia. Los oficiales del FSB, los policías, los fiscales estatales, esas personas dentro del sistema, pudieron vivir una buena vida.
“Pero ahora todo eso se ha ido. Reconocen que esta guerra es una catástrofe para la economía, para la humanidad. No quieren volver a la Unión Soviética y están dispuestos a cambiar el sistema si es necesario.
“Por cada semana y cada mes que continúa esta guerra, aumenta la posibilidad de una rebelión por parte de los servicios de seguridad”.
La primera carta publicada por Osechkin, que varios expertos consideraron auténtica, comparó el “fracaso total” de la guerra de Putin con el colapso de la Alemania nazi, mientras que la más reciente advirtió sobre posibles provocaciones antipolacas y presuntos planes para una masacre de civiles en Kherson.
No es solo el ministro de Defensa, Shoigu, cuya hija publicó esta semana en las redes sociales una imagen de ella y su bebé con los colores ucranianos, a quien no se ha visto en los últimos días.
También se informó que Gerasimov, el co-receptor de la demanda nuclear de Putin el mes pasado, no ha sido visto públicamente desde el 11 de marzo, luego de las afirmaciones, supuestamente respaldadas por Osechkin, de que varios altos funcionarios del FSB y la guardia nacional habían sido arrestados.
Interfax Ukraine citó al secretario del consejo de seguridad nacional de Kiev, Oleksii Danilov, quien cree que la desaparición de líderes militares rusos clave de la esfera pública sugiere que las autoridades rusas están investigando a los responsables de los fracasos de Moscú en Ucrania.
Y en otro indicio del descontento en Moscú, se supo esta semana que un importante asesor de Putin, conocido como “el padre de los oligarcas”, se convirtió en el primer alto funcionario en romper con el Kremlin desde que comenzó la invasión.
En lo que marcaría una deserción de alto perfil, Reuters citó a dos fuentes que afirmaron que Anatoly Chubais renunció como enviado especial para el clima y dejó Rusia sin planes de regresar, supuestamente como protesta por la guerra.
La renuncia del hombre de 66 años fue confirmada el martes por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien dijo que Chubais había renunciado por su propia voluntad.
Anteriormente jefe de gabinete del expresidente Boris Yeltsin, Chubais es conocido por crear la oligarquía actual de Rusia con sus controvertidas políticas de privatización a principios de la década de 1990, y fue el jefe de Putin cuando comenzó en el Kremlin.
Un funcionario occidental dijo que aunque la renuncia de Chubais era “una declaración significativa”, estaba “relativamente arriba en la lista” de personas que se esperaba que tomaran tal decisión.
“Creo que es alentador que haya altos miembros de la clase política rusa que están haciendo esas cosas, pero no me lleva a concluir que esto esté socavando de alguna manera la seguridad de Putin y su régimen, dada la mano de hierro que mantiene junto con aquellos en el centro de su poder”, observó el funcionario a Reuters.
Señalando una serie de protecciones que Putin tiene, entre ellas una red de agentes de contrainteligencia que monitorean la disidencia en las fuerzas armadas de Rusia, un experto en regímenes autoritarios y golpes sugirió esta semana que “Putin sabe que hay pocas élites en Rusia capaces de actuar contra él”.
“Incluso si todos en el círculo íntimo de Putin quisieran deshacerse de él, las consecuencias de una acción fallida y las dificultades de coordinar un movimiento en su contra bajo la atenta mirada de múltiples servicios de seguridad hacen que cualquier golpe sea poco probable”, escribió Adam E. Casey, de la Universidad del Centro Weiser para las Democracias Emergentes de Michigan, en Foreign Policy.