Sentencian a cadena perpetua a mecánico de la Fuerza Aérea por asesinar a mujer menonita
Sasha Krause fue asesinada a inicios del 2020
Un mecánico de la Fuerza Aérea de los EE.UU. fue sentenciado a cadena perpetua por secuestrar a una mujer menonita del noroeste de Nuevo México, antes de matarla a tiros y abandonar su cuerpo en un bosque a cientos de millas de distancia.
Mark Gooch, de 22 años, fue condenado por secuestro y asesinato en primer grado en octubre.
Su sentencia fue el miércoles, casi dos años después de que Sasha Krause, de entonces 27 años, desapareciera mientras se preparaba para dar una clase en la escuela dominical.
No hay indicios de que Krause conociera a su asesino. Se cree que eran extraños y su única conexión fue que ambos se criaron en la fe menonita.
Gooch no expresó ninguna emoción cuando la jueza de la corte superior del condado de Coconino, Cathleen Brown Nichols, dictó la sentencia.
Brown Nichols dijo que el caso es uno de los más arbitrario que ha manejado, pues quedó perpleja sobre cuál fue el motivo de Gooch, ya que nunca se reveló en el juicio.
“Incluso si conociera a la persona, no estaría justificado”, dijo Brown Nichols. “Pero el hecho de que él ni siquiera la conociera fue tan arbitrario y sin sentido”.
Las autoridades pudieron usar registros financieros y telefónicos, así como vídeos de vigilancia, para vincular a Gooch con el crimen.
Se demostró que salió de la Base de la Fuerza Aérea Luke, donde estaba asignado, en el área metropolitana de Phoenix, Arizona, condujo hacia el norte, y pasó Flagstaff hacia la Nación Navajo de Farmington, en Nuevo México, donde Krause trabajaba en el ministerio de publicaciones.
Gooch reconoció que hizo el viaje en busca de la fraternidad de los menonitas, pero negó haber secuestrado y asesinado a Krause el 18 de enero de 2020.
Cuando se dieron cuenta de que Krause estaba desaparecida, la frenética búsqueda realizada por la comunidad no arrojó ningún resultado.
Las autoridades descubrieron que Gooch dejó el cuerpo de Krause en un área remota a las afueras de Flagstaff, Arizona, donde no había servicio de celulares, al amparo de la noche.
Los registros también mostraron que intentó borrar sus huellas, le pidió a un amigo que resguardara una pistola calibre .22, limpió a fondo su automóvil, y borró el historial de ubicaciones de su teléfono.
Un campista encontró el cuerpo de Krause más de un mes después y alertó a las autoridades.
Fue hallada boca abajo, con las manos atadas con cinta adhesiva y un disparo en la cabeza.
Los fiscales argumentaron que Gooch estaba motivado por un desprecio hacia la fe menonita en la que fue criado en Wisconsin, el cual exhibió en los mensajes de texto que intercambió con sus hermanos.
Nunca se había unido a la iglesia, sino que se enlistó en la Fuerza Aérea, donde trabajó como mecánico.
“Ahora, en lugar de servir honorablemente a su nación, va a cumplir una humillante condena de cadena perpetua en prisión”, dijo el fiscal del condado de Coconino William Ring en un comunicado publicado luego de la audiencia de sentencia.
“La fe de la víctima era importante para ella, así que, guiados por los Proverbios, hacemos lo correcto al preocuparnos de que se haga justicia por los vulnerables”.
Los padres de Gooch, Jim y Anita, se negaron a comentar después de la audiencia, aparte de decir que están orando por la familia de Krause, con quienes se comunicaron durante el juicio.
El abogado defensor, Bruce Griffen, dijo que estaba decepcionado de que Gooch no tuviera la oportunidad de llevar una vida fuera de la prisión dentro de algunas décadas. Él también luchó por entender los motivos.
La familia y los amigos de Gooch lo describieron en documentos judiciales como trabajador, respetuoso, inquisitivo y amable. No tenía antecedentes penales.
“Yo lo llamo la pregunta sin respuesta”, dijo Griffen. “Sigo pensando que hay una desconexión. No lo entiendo. No creo que nadie lo entienda en este momento”.
Gooch habló brevemente durante la audiencia por primera vez, expresó sus condolencias a la familia de Krause y agradeció a su familia por su apoyo. Sus ojos recorrieron la galería de la sala del tribunal mientras los oficiales del alguacil lo conducían fuera.
Los padres de Krause, que viven en Texas, no asistieron personalmente a la audiencia, pero le pidieron a un representante que leyera una carta a la jueza Brown Nichols.
En ella decían que Sasha Krause era una buena hermana, concienzuda, entusiasta por leer desde joven y decidida. Tenía una confianza que hacía que sus hermanas la percibieran como “mandona”, escribieron.
Compartieron fotos de Krause leyéndole a los niños, con su familia, y en una excursión nevada a Colorado, para que la jueza pudiera verla como más que una víctima, dijo Robert Krause a The Associated Press.
Sus padres dijeron que nunca entenderán por qué su hija fue secuestrada y asesinada, pero dijeron que tenía que ser parte del plan de Dios.
“Dios usará su muerte para Su gloria, y estoy convencido de que Él tiene propósitos eternos para Sasha que solo podemos adivinar desde aquí”, escribieron.
La Comunidad de la Iglesia Menonita de Farmington envió una carta directamente a Gooch previo a la audiencia de sentencia, aunque no está claro si él la vio.
Describieron los crímenes de Gooch como atroces, pero escribieron que creen que tiene algo de remordimiento y lo instaron a arrepentirse por completo.
Con información de The Associated Press