Senadores EEUU buscan reformar reglas de documentos secretos
Ante una serie de filtraciones de inteligencia en el último año, senadores introducen una propuesta que requeriría que los Archivos Nacionales revisen los documentos que salen de la Casa Blanca en busca de material confidencial
Ante una serie de filtraciones de inteligencia en el último año, senadores introdujeron el miércoles una propuesta que requeriría que los Archivos Nacionales revisen los documentos que salen de la Casa Blanca en busca de material confidencial.
Material confidencial se ha encontrado en las residencias del presidente Joe Biden, el exmandatario Donald Trump, y del exvicepresidente Mike Pence. Un miembro de la Guardia Nacional Aérea, de 21 años de edad, está acusado de filtrar cientos de evaluaciones del Pentágono a un foro de internet.
Según las dos iniciativas presentadas el miércoles, cada vez que un presidente busque clasificar una combinación de documentos oficiales y extraoficiales como registros personales, primero se tendría que llevar a cabo una revisión de seguridad por parte de un archivista para garantizar que no haya ningún archivo confidencial. En los casos de Biden, Trump y Pence, los documentos confidenciales se encontraron mezclados con registros personales.
“La noción de que no hubo un proceso de revisión por parte del archivista y que esto se convierta en un paso formal y no en algo que ‘sería bueno hacer’, me parece que es algo sumamente importante”, dijo el senador Mark Warner, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado.
La iniciativa requeriría que las 18 agencias de la comunidad de inteligencia desarrollen un programa de amenazas internas y monitoreen la actividad de los usuarios en todas las redes confidenciales en busca de posibles signos de una violación. Se cree que la persona acusada de filtrar las evaluaciones del Pentágono imprimió algunos de los documentos y los dobló para sacarlos de las zonas autorizadas.
También se incluyen varios requerimientos para impulsar a la comunidad de inteligencia federal a desprecintar más información y restringir la manera en que se comparten los secretos. Se incluye un “impuesto” efectivo a las agencias, basándose en cuántos registros generan y un incremento de financiamiento para la Junta de Desclasificación de Interés Público, un grupo de expertos que aconseja a la Casa Blanca sobre temas de confidencialidad.