Madeleine McCann: fiscales alemanes acusan al principal sospechoso en el caso de delitos sexuales contra niños
Los presuntos delitos ocurrieron entre 2000 y 2017
Al principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann lo acusaron de varios delitos sexuales.
Los fiscales alemanes acusaron a Christian Brueckner, un delincuente sexual convicto, que fue declarado sospechoso en el caso por funcionarios portugueses en abril.
Los presuntos delitos ocurrieron entre diciembre de 2000 y junio de 2017 en Portugal, dijeron los fiscales.
“El acusado es la misma persona contra la que se presentaron cargos en relación con la desaparición de la niña británica de tres años, Madeleine Beth McCann”, declaró la oficina del fiscal de Braunschweig en un comunicado.
“En concreto, al imputado se le acusa de tres delitos de violación agravada y dos delitos de abuso sexual infantil”.
“La investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann continúa”, agregó el comunicado.
La oficina no detalló los cargos relacionados con el caso McCann.
En mayo, la policía alemana afirmó haber encontrado nuevas pruebas vinculadas a Madeleine en el interior de una furgoneta perteneciente a Brueckner.
Mientras los padres de Madeleine celebraban una vigilia para conmemorar el décimo quinto aniversario del día en que desapareció durante unas vacaciones familiares en Portugal, el investigador principal, Hans-Christian Wolters, reveló que se han descubierto pruebas que vinculan al violador convicto con la desaparición de la niña de tres años.
Sus padres expresaron que todavía tienen la esperanza de que los esfuerzos de la policía en tres países con el tiempo brinden respuestas. El fiscal Wolters ha dicho antes que cree que Madeleine está muerta.
Brueckner es ciudadano alemán y la ley de ese país establece que las pruebas no se pueden divulgar hasta que el sospechoso y su equipo legal hayan recibido todos los detalles.
Según los informes, había usado una van Volkswagen T3 Westfalia amarilla y blanca en Praia da Luz y sus alrededores, el complejo del Algarve, Portugal, donde los McCann estaban de vacaciones en el momento en que desapareció Madeleine.
Brueckner se encuentra tras las rejas por violar a una turista estadounidense de 72 años en la misma zona de Portugal donde desapareció Madeleine y también estuvo vinculado a la violación de una representante turística irlandesa.
Se reveló en 2020 que Brueckner era el principal sospechoso en la investigación alemana sobre la desaparición de la niña y la policía portuguesa lo nombró oficialmente sospechoso en abril.
Los fiscales alemanes dicen que los datos de telecomunicaciones muestran que Brueckner recibió una llamada telefónica el 3 de mayo de 2007 cerca del departamento vacacional de Praia da Luz de donde desapareció la niña de tres años, pero según los informes afirma haber estado a kilómetros de distancia con una joven alemana.
El hombre de 45 años, que siempre ha negado cualquier implicación en la desaparición de Madeleine, insiste en que llevó a la mujer, que estaba de vacaciones con sus padres, al aeropuerto de Faro para su vuelo de regreso a casa al día siguiente. Un control de carretara de la policía detuvo su auto y les tomó fotografías, según Sky News.
Cuando la policía portuguesa nombró a Bruckner como un sospechoso formal el 21 de abril, fue la primera vez que identificaron a un sospechoso oficial desde 2007. En ese entonces, nombraron sospechosos a los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, pero absolvieron a ambos más tarde.
Se ha sugerido que la medida podría ser potencialmente “procesal”, en relación con el hecho de que el estatuto de limitaciones de Portugal no permite que ciertos delitos sean procesados más de 15 años después de que se cometieron.
El mes pasado, Kate y Gerry McCann perdieron su batalla legal debido a los comentarios de un exdetective portugués, Goncalo Amaral, quien afirmó en un libro, en un documental y en una entrevista con un periódico que los McCann estuvieron involucrados en la desaparición de su hija.
El TEDH (Tribunal Europeo de Derechos Humanos) desestimó la denuncia de la pareja de que las autoridades portuguesas no habían respetado su derecho a la vida privada y familiar en su caso por difamación contra Amaral.
El TEDH dictaminó que ya había habido una amplia publicidad sobre las denuncias en su contra, antes de la publicación del libro de Amaral en julio de 2008. También determinó que su reputación no la había dañado él, sino el hecho de que ellos se volvieron sospechosos oficiales por un corto tiempo.
En un comunicado emitido por sus abogados, los McCann dijeron que estaban “decepcionados” por el fallo.