California: arrestan a dos sospechosos por los tiroteos en las tiendas 7-Eleven que dejaron dos muertos
La policía había estado buscando a un hombre armado sospechoso de robar seis tiendas de conveniencia
Dos hombres fueron arrestados en relación con una serie de robos en las tiendas 7-Eleven en el sur de California que dejaron dos muertos y tres heridos.
El fiscal de distrito del condado de Orange, Todd Spitzer, y los jefes de policía de Brea, Santa Ana, La Habra y Riverside se reunieron para una conferencia de prensa más tarde el viernes en la noche para discutir los arrestos de Malik Patt, de 20 años, y Jason Payne, de 44 años. De este último, Spitzer mencionó que fue responsable de un “reinado de terror” en la región.
Tanto Patt como Payne viven en el área de Los Ángeles, y la policía sugirió el viernes que podrían enfrentar más cargos por otros delitos cometidos en la región esta semana.
La policía en el área había estado tratando de localizar a un hombre armado que era sospechoso de seis robos. Actualmente, no se sabe si esa persona fue arrestada o quién es la segunda persona arrestada.
Todos los robos tuvieron lugar el 11 de julio (o el 7/11, el aniversario de la tienda 7-Eleven), en Brea, Santa Ana, Ontario, Upland, Riverside y La Habra en el transcurso de cinco horas.
La policía de varios de los municipios afectados dijo después del ataque que creen que la misma persona fue responsable de todos los robos. Aún no se sabe cuál fue el motivo de los ataques o si la fecha tuvo algún significado particular.
Lo peor de la violencia se produjo en Brea, donde mataron a tiros al empleado de 40 años, Matthew Hirsch, y en Santa Ana, donde mataron a Matthew Rule, de 24 años, en el estacionamiento de la tienda.
Un cliente también recibió un disparo en la cabeza durante el robo en el local de Riverside, mientras que dos personas recibieron disparos durante el robo en La Habra.
La serie de ataques causó tal alarma que la empresa matriz de 7-Eleven pidió a las tiendas en el área de Los Ángeles que consideraran cerrar temprano esa noche.
La investigación de los ataques, que abarca múltiples jurisdicciones, lleva toda la semana en desarrollo.
El miércoles, 7-Eleven ofreció una recompensa de US$100.000 por información que conduzca a un arresto y condena en el caso. No está claro si los arrestos realizados el viernes tienen alguna conexión con el dinero que se ofrece.