Ghislaine Maxwell: Piloto dice que príncipe Andrew, Clinton y Trump volaron en el “Lolita Express” de Epstein
Larry Visoski dice que nunca vio ninguna actividad sexual de ningún tipo a bordo del jet privado de Epstein
El piloto del llamado “Lolita Express” testificó durante el juicio de Ghislaine Maxwell que llevó presidentes, príncipes y estrellas de Hollywood en los jets privados de Jeffrey Epstein durante treinta años.
Larry Visoski le declaró al tribunal el martes que recordaba que el príncipe Andrew, Bill Clinton, Donald Trump y Kevin Spacey estaban entre los pasajeros.
Visoski mencionó a pasajeros de alto perfil, entre los que se encuentran el actor Chris Tucker y el violinista Itzhak Perlman, cuando se le preguntó durante el interrogatorio si los recordaba específicamente.
También recordó haber conocido a Virginia Giuffre en la década de 1990, a quien describió como una mujer de baja estatura con cabello rubio sucio que “no parecía joven”.
Giuffre entabló una demanda civil contra el príncipe Andrew en un caso distinto en el que alega agresión sexual. Afirma que el duque lo niega de manera enérgica y el caso se está dirimiendo en los tribunales.
Los fiscales utilizaron el testimonio de Visoski para describir las múltiples residencias y aviones de Epstein, incluidos los helicópteros y los jets privados que se conocieron como “Lolita Express”.
Cuando comenzó a trabajar para Epstein en 1991, el avión era un Gulfstream con sillas de cuero y alfombra color burdeos. Se actualizó en 2001 a un Boeing 727 más grande con múltiples áreas, una cocina completa y la “sala redonda” equipada con un sofá en forma de dona.
Maxwell, de cincuenta y nueve años, está acusada de preparar a cuatro chicas menores de edad para tener relaciones sexuales entre 1994 y 2004 y llevarlas a la mansión de Epstein en Palm Beach. También se alega que algunos de los abusos ocurrieron en su casa de Manhattan, un rancho en Nuevo México, un departamento en París y en su propiedad en las Islas Vírgenes.
Visoski testificó que llevó a Epstein a sus diversas propiedades más o menos cada cuatro días, y a su isla caribeña cada diez días.
“Era un destino habitual”, agregó.
Visoski aclaró que la puerta de la cabina siempre estaba cerrada, pero no por órdenes de Epstein, y que lo habían invitado a caminar hasta la parte trasera del avión si necesitaba usar el baño.
Testificó que no podía ver todo lo que sucedía en el avión mientras volaba, pero que nunca presenció actividad sexual. Y “ciertamente no” vio ningún acto sexual con niñas menores de edad, aseveró durante el interrogatorio.
La fiscalía mostró al jurado el certificado de nacimiento de una niña que voló en el avión identificada de forma anónima en el tribunal como “Jane”, una cantante que Epstein llevó a la cabina del piloto.
Visoski la recordó como una mujer “madura” con “ojos penetrantes de color azul pálido”.
Los fiscales federales encabezaron su declaración de apertura al contarle al jurado la historia “sobre una joven llamada Jane” a quien describieron como una chica de catorce años que conoció a Epstein y a Maxwell en un campamento.
“Lo que Jane no sabía entonces es que el hombre y la mujer eran depredadores”, le dijo al jurado la fiscal adjunta de los EE.UU., Lara Elizabeth Pomerantz, el primer día de la audiencia.