Drones kamikaze, instrumentos en la lucha contra Ucrania
Son precisos, pequeños y capaces de atacar un blanco en cantidades relativamente grandes
Son precisos, pequeños, capaces de penetrar las defensas aéreas cuando se lanzan en grupos.
Y, lo más importante, son baratos.
En la invasión rusa de Ucrania, los drones asesinos han cimentado su reputación como un arma potente y rentable que puede buscar y destruir blancos, sin dejar de provocar el tipo de terror que puede debilitar la determinación de soldados y civiles por igual.
También están superando rápidamente a los misiles como el arma de largo alcance preferida. Conocidos como “los misiles de crucero de los pobres”, las máquinas voladoras de la muerte pueden inundar cualquier campo de batalla por mucho menos dinero.
El lanzamiento por parte de Rusia de sucesivas ofensivas con drones Shahed fabricados en Irán sobre Ucrania cumple varios de sus objetivos: eliminar blancos clave, debilitar el estado de ánimo y, en última instancia, drenar las arcas de guerra y los arsenales del enemigo en su intento por derribarlos.
¿CÓMO FUNCIONAN LOS DRONES BÉLICOS?
Los drones Shahed que Rusia rebautizó como Geran-2 son lo que se conoce como municiones merodeadoras, que también forman parte del arsenal ucraniano.
Repletos de explosivos, están preprogramados con las coordenadas GPS de un blanco. Luego pueden merodear por encima y lanzarse en picada para matar, algo similar a lo que hacían los pilotos kamikaze de la era de la Segunda Guerra Mundial de Japón, quienes estrellaban sus aviones cargados de explosivos contra los buques de guerra y portaaviones estadounidenses durante la guerra en el Pacífico.
Según la publicación en línea ucraniana Defense Express, que cita datos iraníes, los drones Shahed de ala delta miden 3,5 metros (11½ pies) de largo, 2,5 metros (8 pies, 3 pulgadas) de ancho y pesan aproximadamente 200 kilogramos (440 libras). Están propulsados por un motor de 50 caballos de fuerza con una velocidad máxima de 185 kph (114 mph).
Estos drones ya habían sido utilizados en Yemen y en un ataque mortal a un petrolero el año pasado, informó Behnam Ben Taleblu, miembro principal del grupo de expertos Foundation for Defense of Democracies, con sede en Washington.
Y aunque su alcance es de unos 1.000 kilómetros (621 millas), el experto en drones Samuel Bendett del grupo de expertos CNA mencionó que los drones Shahed se utilizan en Ucrania en alcances mucho más cortos. Eso se debe a que su sistema de guía GPS, que es vulnerable a interferencias, no es muy resistente.
Se sabe que los Shahed han sido controlados por radio bajo los iraníes. No está claro si Rusia es capaz de hacer lo mismo en el campo ucraniano.
Como son baratos y abundantes, Rusia puede inundar Ucrania con drones Shahed sin arriesgar la vida de los pilotos o poner en riesgo los aviones sofisticados.
En el ataque del lunes a la capital ucraniana de Kyiv, el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko, comunicó que 28 drones lanzaron ataques sucesivos. Disparados en rápida sucesión desde un lanzador de camiones, los drones pueden volar bajo y lento, más capaces de evitar la detección del radar.
Técnicamente, no forman un enjambre, anotó Bendett. Ese tipo de tecnología sofisticada de drones sí existe, cuando múltiples vehículos aéreos no tripulados se comunican entre sí. En cambio, el dron Shahed simplemente se lanza en grandes números para abrumar las defensas, sobre todo en áreas civiles. “Saben que la mayoría no logrará pasar”, dijo.
Sin embargo, su poder para aterrorizar supera su poder explosivo.
Según Mykola Bielieskov, investigador del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania, el Shahed solo lleva una carga explosiva de 40 kilogramos (88 libras), que palidece en comparación con la fuerza explosiva de la ojiva de 480 kilogramos (1.050 libras) de un misil convencional.
“Es difícil alcanzar blancos relevantes con tales drones”, dijo Bielieskov.
MENOR POTENCIA, PERO A BAJO COSTO
A solo US$20.000 cada uno, el dron Shahed es solo una pequeña fracción del costo de un misil de tamaño completo. Por ejemplo, los misiles de crucero Kalibr de Rusia, que han tenido un uso generalizado en ocho meses de guerra, le costaron al ejército ruso alrededor de US$1 millón cada uno.
A un costo tan bajo, los drones Shahed se han utilizado de manera efectiva para saturar blancos, ya sea un depósito de combustible o infraestructura y servicios públicos como estaciones de energía o agua. Rusia los ha utilizado con precisión en combinación con drones de inteligencia para atacar la artillería ucraniana, explicó Bendett.
A pesar de ser pequeños, la carga explosiva de los Shahed parece lo suficientemente poderosa como para causar daño. En los ataques del lunes, un dron alcanzó un centro de operaciones mientras que otro se estrelló contra un edificio residencial de cinco pisos, hizo un gran agujero y derrumbó al menos tres apartamentos, lo que provocó la muerte de tres personas.
Bielieskov, del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania, mencionó que Rusia ahora está dirigiendo drones Shahed a blancos civiles en lugar de blancos de campo de batalla porque las fuerzas ucranianas han “aprendido a combatirlos de manera efectiva”, interceptando un poco más de la mitad de ellos.
Sin un final inmediato a la vista, la carga financiera del conflicto pesará más sobre Moscú, que no recibe miles de millones en transferencias de armas de naciones occidentales como Ucrania. A medida que el conflicto se convierte esencialmente en uno de desgaste (a ver quién puede aguantar durante más tiempo la carga humana, material y financiera), la clave será encontrar armas más baratas pero potentes.
“Shahed-136 es una versión barata de un misil de crucero, que Rusia no puede producir rápidamente”, dijo Bielieskov.
Taleblu señaló que es probable que Rusia continúe aumentando sus capacidades de ataque de largo alcance con drones iraníes.
“Esto debería alarmar a Europa y el mundo”, dijo.
Las autoridades rusas no han publicado ningún dato sobre la cantidad de misiles disparados durante el conflicto, pero el ministro de defensa de Ucrania alegó de manera reciente que Rusia ha utilizado la mayor parte de su arsenal de misiles de alta precisión; la cifra de 1.844 en vísperas de la invasión de Rusia se redujo hasta 609 a mediados de octubre.
UNA GUERRA DE NERVIOS
El zumbido incesante de los drones Shahed impulsados por hélices, que los combatientes conocen como “ciclomotores” y “cortadoras de césped”, puede infundir terror a cualquiera que se encuentre en su trayectoria de vuelo porque nadie en tierra sabe exactamente cuándo ni dónde caerán.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, aprovechó el elemento terrorista de los drones y publicó en las redes sociales: “El enemigo aterroriza a la población civil durante la noche y el día enteros”.
Bielieskov admitió que los ataques con drones Shahed despiertan temores de que las defensas aéreas de Ucrania son inadecuadas. Pero agregó que su uso, incluso en grandes cantidades, no puede revertir las ganancias del campo de batalla de Ucrania.