Un detenido en Nueva Zelanda por un incendio con seis muertos
La policía neozelandesa detiene a un hombre y le acusa de dos delitos de incendio provocado en relación a un incendio en un hostal de Wellington en el que murieron al menos seis personas, según las autoridades
La policía neozelandesa detuvo el jueves a un hombre y le acusó de dos delitos de incendio provocado en relación a un incendio en un hostal de Wellington en el que murieron al menos seis personas, según indicaron las autoridades.
La investigación seguía en marcha y podrían presentarse cargos más graves, señaló la policía, que había anunciado antes la apertura de una pesquisa de homicidio.
El inspector de policía Dion Bennett dijo el jueves que estaban seguros de que no buscaban a nadie más en relación con el incendio.
El sospechoso, que no fue identificado en un primer momento, comparecería el viernes ante la Corte de Distrito de Wellington.
La policía había retirado antes los dos primeros cuerpos del Loafers Lodge y dijo que tenía previsto sacar los dos siguientes el viernes. Era posible que se encontraran más víctimas conforme los agentes continuaban su revisión del lugar, señaló Bennett.
“Los daños en la tercera planta son significativos”, dijo Bennett a la prensa. “Hay grandes montones de escombros y tienen que mover mucho y buscar debajo”.
Bennett declinó aclarar si se habían encontrado acelerantes u otras pruebas de comportamiento delictivo en el lugar.
La policía dijo que unas dos horas antes del incendio letal del martes se había producido un fuego en un sofá del hostal. Ese incidente no se reportó a los servicios de emergencia cuando ocurrió, y se investigaba si los dos episodios podrían estar relacionados.
El fuego se extendió por el edificio en torno a las 00:30 de la madrugada e hizo que algunas personas huyeran en pijama. Otras fueron rescatas por bomberos del tejado o saltaron desde sus ventanas.
El establecimiento ofrecía cuartos asequibles con salones, cocinas y lavandería compartida. Algunos de los huéspedes habían sido alojados allí por agencias del gobierno y estaban considerados como vulnerables por falta de recursos o redes de apoyo, mientras que otros trabajaban en un hospital cercano.