El caso Virginia Giuffre: un relato cada vez más confuso y lleno de contradicciones
La mujer que denunció al príncipe Andrés y a Jeffrey Epstein por abuso sexual volvió a ocupar los titulares esta semana tras declarar que estaba muriendo, luego de verse involucrada en un accidente de tránsito. Mientras crecen las dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones, Angela Mollard informa desde Sídney sobre lo que realmente se sabe de Virginia Giuffre, quien alguna vez fue apodada “la duquesa de Ocean Reef”
La californiana Virginia Giuffre, una de las víctimas del delincuente sexual Jeffrey Epstein, ha mantenido un perfil bajo desde que alcanzó un acuerdo civil con el príncipe Andrés. Aunque el duque de York, amigo de Epstein, negó haber cometido delito alguno y continúa rechazando las acusaciones de agresión sexual cuando Giuffre tenía 17 años, se informó que el monto de la indemnización alcanzó los 15,1 millones de dólares estadounidenses aproximadamente. En una declaración conjunta publicada en ese momento, Andrés expresó su pesar por su vínculo con Epstein y elogió “la valentía de Giuffre y otras sobrevivientes por alzar la voz y defenderse”.
Sin embargo, tres años después del acuerdo, la salud de Giuffre ha generado nueva preocupación pública. La mujer, madre de tres hijos y ahora con 41 años, publicó en Instagram una imagen alarmante de su rostro golpeado, afirmando que tras un accidente de tránsito sufrió una insuficiencia renal y que, según escribió, “solo le quedaban cuatro días de vida”.
Al referirse al accidente, Virginia Giuffre escribió: “No voy a aburrir a nadie con los detalles, pero creo que es importante decir que, cuando un conductor de autobús escolar te embiste a 110 km/h mientras estás frenando para girar, no importa de qué esté hecho tu auto. Da igual si es una lata. Tengo insuficiencia renal. Los médicos me dieron cuatro días de vida y me están trasladando a un hospital especializado en urología. Estoy lista para irme, solo que no hasta que vea a mis bebés por última vez, pero ya saben lo que dicen de los deseos”.
Posteriormente, a través de un portavoz familiar, se informó que la foto y el mensaje se publicaron por error en su cuenta pública de Instagram, ya que estaban destinados a su página privada de Facebook.
Cinco años después de la controvertida —y algo inusual— entrevista del príncipe Andrés con la periodista Emily Maitlis, han comenzado a salir a la luz una serie de revelaciones preocupantes sobre Virginia Giuffre, la mujer que lo denunció públicamente.
Tras el reciente accidente de tránsito que llevó a Giuffre a publicar un dramático mensaje en redes sociales, el conductor del autobús escolar implicado, Ross Munns, negó la versión ofrecida por ella. Munns aseguró que el accidente había sido “una colisión menor” y acusó a Giuffre de haber “exagerado los hechos”. Por su parte, la policía de Australia Occidental confirmó que no se registraron heridos como consecuencia del incidente, que ocurrió en Neergabby, a unos 20 kilómetros al norte de Perth.
También trascendió que Giuffre se habría separado recientemente de su esposo Robert, con quien llevaba 22 años de matrimonio. A esto se suma que un portavoz del sistema judicial de Australia Occidental confirmó que Giuffre fue acusada de violar una orden de alejamiento por un presunto caso de violencia familiar ocurrido el 2 de febrero en Ocean Reef, un suburbio cercano a Perth. El caso fue presentado por primera vez ante el Tribunal de Magistrados de Joondalup el pasado 14 de marzo y está previsto que continúe el 9 de abril.
Muy lejos queda ahora la imagen de una pareja feliz que parecía llevar una vida tranquila en ese apacible rincón de Australia. Virginia Giuffre conoció a Robert, experto en artes marciales, en Tailandia en 2002, después de que Jeffrey Epstein le pagara un vuelo a Asia para asistir a un curso de masaje. Se casaron apenas diez días después de conocerse y, tras años de vida errante, finalmente se establecieron en el suburbio costero de Ocean Reef en diciembre de 2020.
En diciembre de 2023, Giuffre publicó en redes sociales una serie de fotos abrazando a su esposo, acompañadas del mensaje: “Hace 21 años, este hombre increíble me rescató de las garras de Epstein y [Ghislaine] Maxwell. Le agradezco a Dios todos los días por haberlo puesto en mi camino”.
Durante un tiempo, proyectó la imagen de llevar una vida serena en este enclave junto al mar, dedicada a sus mascotas, practicando yoga y horneando pasteles. Incluso llegó a ser apodada “la Duquesa de Ocean Reef” por su entorno. Por eso, pocos podrían haber anticipado el cuadro de angustia personal y emocional que hoy comienza a hacerse visible.
Más de dos décadas después de haber sido víctima de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, quienes la reclutaron mientras trabajaba como taquillera en el club Mar-a-Lago de Donald Trump, la figura de Virginia Giuffre divide opiniones. Para algunos, Giuffre es un símbolo de lucha para las víctimas de abuso sexual; para otros, una persona inestable cuya historia siempre generó dudas.
Incluso antes de los controvertidos acontecimientos de esta semana, ya se expresaban críticas en sus redes sociales. En uno de los comentarios en su cuenta de Instagram, un usuario escribió: “Eres tan culpable como Maxwell por ayudar a Epstein. Mentiste, mentiste y volviste a mentir”. Este tipo de sentimiento también tuvo eco en figuras públicas como Lady Victoria Hervey, expareja del príncipe Andrés, quien intervino en la controversia a través de redes sociales este lunes.
“KARMA”, escribió el hombre de 48 años sobre el selfie de Giuffre en el hospital. Acompañó la publicación con la canción ‘The Final Countdown’, éxito del glam rock lanzado por Europe en 1986. Luego, calificó a Giuffre como “la reina de la foto falsa” y la acusó de haber inventado tanto sus acusaciones como sus lesiones. Afirmó haber oído de “fuentes fiables” que el FBI se disponía a detener a Giuffre, y que “casi” había llegado el momento de “celebrar” su ruina.
Giuffre caminaba por un mercadillo junto a la playa cuando, en julio de 2019, recibió una llamada de su abogado, quien le confirmó que Jeffrey Epstein había sido finalmente acusado por delitos sexuales en Nueva York. Según relató en una inusual entrevista en diciembre de 2021, decidió contar su historia públicamente por primera vez en 2011, después del nacimiento de su hija, ocurrido un año antes. Giuffre, quien también es madre de dos hijos adolescentes, declaró a The Cut: “No quiero que mi hija crezca en un mundo tan despiadado”.
Posteriormente, fundó una organización benéfica llamada Speak Out, Act, Reclaim (SOAR), a la que incluso el Príncipe Andrés realizó una donación. Sin embargo, hoy no está claro cuánto tiempo ni cuántos recursos ha destinado Giuffre personalmente al apoyo de otras víctimas de abuso.
Las dudas en torno a la veracidad de algunas de sus declaraciones nunca se han disipado por completo. De hecho, la publicación de un conjunto de documentos judiciales en 2023 incluyó una declaración jurada de 2016 en la que Giuffre contradice un testimonio anterior: negó haber volado a la isla privada de Jeffrey Epstein con el expresidente estadounidense Bill Clinton.
Aunque en una entrevista de 2011 con el Daily Mail, Giuffre fue citada diciendo que se había reunido con Clinton dos veces y que, a los 17 años, había volado con él al Caribe en helicóptero, posteriormente afirmó que nunca compartió un vuelo en helicóptero con Clinton y que su conversación con el periodista fue “sacada de contexto”.
Los documentos fueron presentados originalmente en el marco de una demanda por difamación que Giuffre interpuso en 2015 contra Ghislaine Maxwell, quien fue declarada culpable de haber colaborado con Jeffrey Epstein en el abuso sexual de menores y condenada a 20 años de prisión en junio de 2022. Si bien especialistas en derecho reconocen que las víctimas de abuso pueden confundir fechas y detalles, distintos reportajes han puesto en duda varias declaraciones de Giuffre, incluidas algunas relacionadas con su infancia. Aunque es un hecho que Jeffrey Epstein enfrentaba un juicio cuando murió y que Ghislaine Maxwell fue condenada por su complicidad, las noticias más recientes sobre Virginia Giuffre resultan cada vez más confusas y preocupantes.
En Australia, el medio 9News Perth reportó que Giuffre fue ingresada en el Joondalup Health Campus con una lesión preexistente, inmediatamente después del accidente automovilístico. Fue dada de alta al día siguiente.
Esta semana, se informó que había sido trasladada en ambulancia al hospital Sir Charles Gairdner, donde solicitó tratamiento por dolores persistentes. También se confirmó que ya recibió el alta médica. Por su parte, el canal 7News señaló que los hematomas visibles en el rostro de Giuffre serían producto de una caída. Además, trascendió que la persona de 71 años que manejaba el vehículo en el que iba Giuffre al momento del accidente es su cuidador. Este dato ha intensificado las dudas sobre su estado físico y emocional actual.
Ya sea que Giuffre esté atravesando una crisis emocional tras su separación o que todavía enfrente las secuelas del abuso sufrido en su juventud, lo cierto es que los hechos más recientes han reavivado las dudas y controversias en torno a uno de los capítulos más oscuros vinculados a la familia real británica.
Traducción de Leticia Zampedri