El buzo YouTuber que resuelve algunos de los casos sin resolver más difíciles de EE.UU.
Jeremy Beau Sides, padre de dos, resolvió hace poco tres casos sin resolver en Tennessee con ayuda de sonar y exploración de buceo. Habla con Sheila Flynn
Cuando el YouTuber e investigador aficionado, Jeremy Beau Sides, viajó a Tennessee el mes pasado desde su casa en Georgia, cargado con equipo de buceo, sonar y otros equipos de exploración, la expedición le afectó en lo emocional más que otras tareas que se había asignado antes.
Fue a buscar cerca de Sparta, Tennessee, a dos adolescentes que desaparecieron hace más de 20 años: Erin Foster y su amigo, Jeremy Bechtel. Se les vio por última vez al salir de la casa de Foster en su Pontiac Grand Am de 1988, el 3 de abril de 2000.
Sides, un padre de dos hijos de 42 años, se enteró del caso en línea. Su pasatiempo, que convierte en una carrera, ha requerido durante años de todo, desde detectores de metales hasta sonar, para descubrir interesantes objetos ocultos u olvidados. A medida que la popularidad de las series del subgénero true crime se disparó en los últimos tiempos, impulsada por el covid-19 y los servicios de streaming crecientes, también lo hizo el interés de Sides en aplicar sus habilidades y curiosidad para resolver casos.
Eso es justo lo que hizo el mes pasado, con su experiencia personal que le sirvió para su búsqueda de Foster y Bechtel, quienes tenían 18 y 17, respectivamente, cuando desaparecieron.
“Estos adolescentes tenían más o menos la misma edad” que él en ese momento, le dice Sides a The Independent. “Así que me sentí un poco más como, 'Vaya, estos podrían haber sido mis amigos. Podríamos haber ido juntos a la escuela'. Y luego desaparecieron”.
Agrega: “Recuerdo que en la preparatoria perdí a dos amigos cercanos en un accidente automovilístico y recuerdo ese dolor. Todo esto me pasaba por la cabeza mientras los buscaba... No podía imaginar a sus amigos, más de 20 años [después], sin tener ni idea de dónde están, y todavía los buscan después de 20 años”.
Sides encontró el Pontiac y los adolescentes desaparecidos después de buscar en el río Calfkiller River en Tennessee, donde fuentes le dijeron que Foster pasaba con frecuencia.
“Casi parece sueño”, declaró el padre de la adolescente, Cecil Foster, a Inside Edition tras el descubrimiento.
Y el hombre que cumplió ese sueño, Sides, no es un investigador privado profesional. Después de la preparatoria, se unió a la Marina, trabajó en hidráulica de aviación, luego fue a la escuela de tecnología antes de trabajar en la industria automotriz.
Sus actividades extracurriculares de detective provienen de su curiosidad natural, le comenta a The Independent, y del hecho de que había intentado unirse a sus amigos que hacían ciclismo de montaña, con todo el equipo, pero lo detestó. Entonces vendió su equipo de ciclismo y buscó un nuevo pasatiempo.
“Siempre quise un detector de metales; es un pasatiempo genial para adultos”, asegura. “Entonces pensé, ‘Bueno, ahora intentaré eso’. Así que me compré un kit y comencé a jugar con él, y me encantó. Después evolucionó a entrar al agua, tal vez debido al calor; es difícil estar afuera en el calor del verano en Georgia. Al caminar cerca de arroyos, al menos me aclimataba un poco”, añadió.
También se conectó a lo que él llama un “nicho” de YouTubers que se dedican a encontrar personas desaparecidas en todo EE.UU.
“Hay un puñado de nosotros en todo el país que hacemos esto”, dice. “Dedicamos nuestro tiempo y energía a la búsqueda de casos de personas desaparecidas y a hacer vídeos que lo documenten”, y agregó que uno de sus compañeros detectives de YouTube etiquetó los esfuerzos como “investigaciones de código abierto”.
“No hay trámites burocráticos involucrados”, dijo Sides a The Independent. “Solo hacemos lo que hacemos y establecemos las reglas, y al final del día, tratamos de encontrar a estas personas desaparecidas. Nos enfocamos en las vías fluviales porque esa es nuestra especialidad”.
Son “en esencia” independientes, dice, pero "nos enviamos casos entre nosotros, por ejemplo ‘Oh, encontré este caso en Illinois y este sujeto vive más cerca, así que él irá a ver’, y viceversa”.
“Pero sí, todos tenemos el mismo objetivo: buscar y darle un desenlace a estas familias”.
Antes de sus recientes descubrimientos en Tennessee, comenta Sides, identificaba sus propios objetivos y, a menudo, no notificaba a las familias porque “no quiero darles falsas esperanzas de que voy a darles respuestas, y luego no lo consigo... No quiero hablar con la familia ni ponerles una cámara en la cara”, asevera.
“Por lo general, me escabullo en la ciudad, hago lo mío... Voy directo al lugar. Planeo todo el día anterior, voy al lugar que quiero buscar, preparo el bote y comienzo a disparar el sonar, y tengo una pequeña cámara que graba todo el tiempo que estoy en el bote por si acaso encuentro algo”, detalló.
“Si no encuentro nada, es probable que no grabe un vídeo”, le aclara a The Independent. “No le digo a nadie que estuve en la ciudad. Entonces sigo investigando para ver si puedo encontrar otros lugares”.
Sin embargo, desde sus recientes descubrimientos en Tennessee, el juego ha cambiado, dice Sides; ahora lo llenan con solicitudes de personas que quieren que encuentre a sus seres queridos desaparecidos.
“Todo se volvió disparatado”, comenta. “Mi correo electrónico explotó, recibo mensajes sin parar. Mi canal duplicó su tamaño casi de la noche a la mañana”.
Hasta el martes, tenía 179.000 suscriptores.
En Facebook, los detectives aficionados y los amigos y familiares de las personas desaparecidas señalaron casos que quieren que él investigue, además de los correos electrónicos y otros mensajes. Pero Sides lamenta el hecho de que no puede usar su tecnología para muchos de ellos.
“El noventa y cinco por ciento de ellos son solo casos de personas desaparecidas; no hay autos involucrados, se sospecha que hay un juego turbio, y tengo que explicarles cada vez: ‘Me encantaría ayudarlos, pero no tengo experiencia en rastrear personas desaparecidas’.
En cambio, se centra en buscar elementos. Si hay una pista que de alguna manera se pueda encontrar en el agua, ya sea un automóvil o cualquier otra cosa, eso “despierta su interés”, expresa.
Él dice que sus investigaciones constituyen “en definitiva una misión... hay miles y miles de personas desaparecidas solo en el país, y se remontan a 50, 60 años, y todavía hay autos” por descubrir.
“Están en todas partes”, le declara a The Independent. “En definitiva es más trabajo por hacer. Solo estoy obsesionado con todas las cosas que puedo hacer, como bucear, jugar con el sonar, editar vídeos. Amo todo eso”.
“Es una gran pasión mía envuelta en un objetivo más grande”.
Y ese objetivo, dice, es llevar el desenlace mencionado a las familias.
“La motivación es ayudar a la gente”, aclara. “Siempre me ha gustado ayudar a la gente, casi hasta el límite... ¿La cosa número uno? Me gusta ayudar a la gente. Dos, los vídeos son muy entretenidos y a la gente le gusta verlos, así que todo se entrelaza”.