Los hijos de Kim y Kanye merecen algo mejor que lo que está pasando

El divorcio entre la pareja de celebridades Kim Kardashian West y Kanye West, quien recientemente cambió su nombre legal a Ye, dio un giro desagradable recientemente, ya que el rapero ventiló sus quejas sobre la custodia y la crianza de los hijos en Instagram, solo para eliminarlas después. Ellos son padres de cuatro hijos: North (8), Saint (6), Chicago (4) y Psalm (2). Se casaron en mayo de 2014 en una lujosa ceremonia en Florencia, Italia; Kardashian West solicitó el divorcio en febrero de 2021.

Por su parte, Kardashian West ha estado presentando un espectáculo mucho más amigable al hablar sobre el divorcio y su situación familiar. La estrella de reality le dijo a Vogue en una historia de portada de marzo: “Durante mucho tiempo, hice lo que hacía feliz a otras personas. Y creo que en los últimos dos años decidí: voy a hacerme feliz. Y eso se siente muy bien. E incluso si eso creó cambios y provocó mi divorcio, creo que es importante ser honesta contigo misma acerca de lo que realmente te hace feliz. Me he elegido a mí misma. Creo que está bien elegirte”.

Como hija de padres divorciados, mi corazón está con todos ellos, especialmente con North, quien estuvo en el centro de algunas de las publicaciones de su padre, en las que expresó su enojo por las publicaciones de TikTok de la niña, que se publican en una cuenta supervisada por un adulto.

Mi situación es muy diferente a la de estos niños: mis padres no son multimillonarios de fama mundial, se separaron cuando yo tenía dos años y se divorciaron cuando yo tenía cuatro, a finales de los 70, mucho antes de que existieran las redes sociales. Ni siquiera recuerdo una época en la que todos viviéramos juntos. Pero sé lo que es tener que dividir mi tiempo entre padres que lucharon por tolerarse mutuamente, y espero por el bien de los hijos de los West que puedan contener cualquier antagonismo futuro en privado.

No estoy segura de cuántos años tenía cuando me di cuenta de que la relación de mis padres era diferente a la de los niños con padres casados, pero cuando era preadolescente, definitivamente sabía que mis padres no se llevaban bien. Sin embargo, hicieron todo lo posible para ser amables entre sí a mi alrededor. Hubo un momento en mi infancia en el que mi madre, que tenía la custodia principal, podría haber detenido temporalmente las visitas dominicales de mi padre debido a la manutención infantil debida, pero nunca lo hizo. Hicieron todo lo posible para mantener sus problemas entre ellos fuera de mi órbita.

Pero los niños son inteligentes; captan las señales sociales y los estados de ánimo. Soy una persona muy sensible, y podía decir implícitamente por tonos y voces altas o bajas lo que estaba pasando debajo de la superficie. Cuando pienso en el divorcio de los West, me pregunto cuánto entienden los niños. Incluso si sus padres no les dicen directamente lo que está sucediendo, es posible que escuchen noticias al respecto de compañeros de clase o familiares, en las noticias o en línea. Hubo muchos momentos en mi infancia en los que sentí que yo era la causa de las discusiones de mis padres, porque si no me hubieran tenido, su divorcio habría sido una separación mucho más ordenada, cada uno de ellos habría seguido con su vida. Nunca le desearía ese sentimiento a otro niño.

No hay forma de proteger a los niños por completo de las consecuencias de un divorcio. Los hijos mayores de los West seguramente saben que en un momento su mamá y su papá vivieron juntos, y ahora no. Si realmente quieren lo mejor para su descendencia, instaría a Kim y Ye a que dejen de lado sus quejas mutuas, o las mantengan entre abogados, y sean corteses entre sí frente a sus hijos, así como en la prensa y en línea. Si se involucran en una batalla más fea de acusaciones cruzadas en los medios, eso se filtrará eventualmente a sus hijos y podría afectar la forma en que sus hijos los ven en el futuro.

A los ocho años, North West tiene la edad suficiente para estar al tanto de lo que sus padres dicen el uno del otro. Si bien la frase “desacoplamiento consciente”, popularizada por Gwyneth Paltrow y Chris Martin, fue ampliamente objeto de burlas, creo que esta pareja que se divorcia haría bien en seguir ese modelo. Los niños pueden aprender del divorcio que aunque una relación no funcione, ambas partes pueden seguir siendo padres amorosos y adultos felices. Pero también pueden aprender el lado más oscuro de la humanidad y cómo el egoísmo puede superar al sentido común. Que Ye haya eliminado sus publicaciones de Instagram airadas es un primer paso positivo.

En última instancia, la felicidad de sus padres será lo que recuerden los niños Kardashian-West, no quién tenía “razón” sobre un tema o incidente en particular. Ye publicó fotos de la historia de Vogue de su esposa separada y sus hijos en Instagram el miércoles con la leyenda: “DIOS, POR FAVOR, REÚNE A NUESTRA FAMILIA”. Proceda o no su divorcio, espero que los seis, padres e hijos, puedan encontrar la manera de llevarse bien y minimizar los efectos del divorcio en los niños que, independientemente de su apellido o la fama o la riqueza de sus padres, merecen tener una infancia sin preocupaciones.