Es posible preocuparse por Kim y Kanye al mismo tiempo, aunque sean problemáticos.
Demasiadas personas se apresuran a decir “No me agrada Kim, pero...” en las redes sociales en este momento, lo que refuerza la idea de que una víctima de abuso debe ser perfecta y sin problemas para recibir apoyo. Asimismo, la forma en que la gente habla del diagnóstico de bipolaridad de Kanye se ha vuelto inaceptable
En las últimas semanas, el rapero Kanye West, de 44 años, intensificó su campaña pública para reconciliarse con su esposa, Kim Kardashian. West, a quien se le diagnosticó trastorno bipolar en 2017, ha luchado contra su enfermedad mental durante muchos años, y siempre bajo el escrutinio del mundo. Mostró un comportamiento errático en las redes sociales, llevó a cabo una campaña insensata para la presidencia de los Estados Unidos e hizo comentarios incoherentes y ofensivos acerca de la esclavitud y el aborto durante mítines y conciertos.
Su patrón de comportamiento inestable continúa y ahora afecta en concreto a su exesposa, Kardashian. Por lo que Kanye publicó en las redes sociales, parece claro que Kardashian enfrenta atención no deseada y coerción pública por parte de West, un patrón de comportamiento que puede ser parte del acoso y el abuso emocional.
Este debe ser un momento muy estresante y aterrador para Kardashian, quien ha suplicado al público que muestre compasión por los síntomas del trastorno bipolar de West en tiempos recientes. También está claro que este es un momento angustioso para West, cuyo comportamiento errático y patrón de dejar de tomar sus medicamentos, un síntoma común del trastorno bipolar, parece empeorar sus altercados públicos.
Después de meses de desacuerdos públicos con su esposa y su familia, durante los cuales West los acusó de intentar internarlo en una institución psiquiátrica, Kardashian solicitó el divorcio de West en febrero del 2021, por “diferencias irreconciliables”. La pareja parecía manejar bien la separación hasta que circularon rumores de que Kardashian salía con el comediante Pete Davidson. Después de eso, West comenzó a declarar sus intenciones de recuperar a Kardashian, y expresó que “Dios” los uniría de nuevo, además que “nunca recibió” los documentos del divorcio.
Por su parte, Kardashian, quien comparte cuatro hijos, North, de 8 años; Santo, de 6; Chicago, de 4; y Psalm, de 2, con West, mantuvo claras sus intenciones de comenzar una vida sin West, declarándose “legalmente soltera” en diciembre del 2021 y con una declaración en documentos formales que “ningún esfuerzo de terapia o reconciliación” arreglaría su matrimonio.
“Durante tanto tiempo, hice feliz a otras personas”, reveló Kardashian, de 41 años, a Vogue en un artículo de portada reciente. “Y creo que en los últimos dos años decidí, voy a hacerme feliz a mí misma. Y eso se siente muy bien. E incluso si eso creó cambios y provocó mi divorcio, pienso que es importante ser honesta contigo misma acerca de lo que de verdad te hace feliz. Me he elegido a mí misma. Considero que está bien elegirte a ti misma”.
Pero West le ha dificultado el seguir adelante a Kardashian. Según informes, difundió rumores de que Davidson tiene SIDA y lo amenazó con violencia física en Instagram, a pesar de las supuestas súplicas de Kardashian por mensaje de texto para que calme la situación antes de que alguien lastime a Davidson. El 15 de febrero, West publicó una disculpa a Kim y al público en general en su Instagram después de eliminar todas las demás publicaciones. “Trabajaré en mi comunicación. Tengo el beneficio de tener a un equipo de profesionales creativos, organizadores, movilizadores y líderes comunitarios. Gracias a todos por apoyarme”, escribió. En referencia a las publicaciones que parecían mostrar capturas de pantalla de sus supuestos intercambios de texto con Kardashian, West agregó: “Sé que compartir capturas de pantalla fue desagradable y parecía un hostigamiento a Kim. Tomaré responsabilidad. Hasta en este momento continúo aprendiendo. No tengo todas las respuestas. Ser un buen líder es ser un buen oyente”.
Dos días después, West eliminó su disculpa y publicó un video de hace tres años de Davidson mientras bromeaba en un sketch de SNL que Kanye debería tomar sus medicamentos. “Ser un enfermo mental no es una excusa para ser un patán”, dice Davidson en el clip del 2019. En el pie de la foto, West escribió: “Este chico pensó que podría salirse con la suya al llevar a cabo este sketch para el equipo que escribió esto para él. Esto no es acoso, es venganza”.
Para alentar el apoyo de los sobrevivientes de acoso y coerción, es importante apoyar de forma pública a Kim Kardashian. Y aunque Kardashian ha dado muchos pasos en falso con respecto a la raza, no es necesario hacer excusas en oposición a que la acose con calificativos. Ahora hay un exceso de contenido de “No me agrada Kim, pero” en las redes sociales. La frase es tendencia en estos en Twitter. Como ejemplo, la actriz y creadora del podcast Say Your Mind, Kelechi Okafor, tuiteó: “No siento afinidad hacia Kim Kardashian en lo más mínimo. Sin embargo, siento que la forma en que Kanye publica/habla sobre ella es muy dañina”. Además, agregó: “Elegiré mis palabras con cuidado porque no quiero que mi disgusto por una individua y su apropiación de aspectos de la feminidad negra resten valor al daño individual y sistémico que representa su expareja”.
Si bien entiendo el punto de vista de Okafor, también quiero señalar cómo aplica el marco erróneo hacia el acoso. Cuando una persona es lastimada, el enfoque debe estar en nombrar y oponerse al daño que experimenta. Sacar a relucir los errores pasados o actuales de esa persona, o que tan agradables son, introduce la posibilidad de que uno pueda apoyar el acoso y el abuso de otra persona siempre que sean lo suficientemente problemáticos.
Miles de personas sienten la necesidad de proclamar su disgusto por Kardashian antes de hablar en contra del acoso de West hacia ella. Esto resta atención al problema principal, pero lo más importante, envía un mensaje a otros sobrevivientes de que deben estar libres de culpa para recibir apoyo.
Es por la misma razón por la que no deberías calificar tu apoyo a Kardashian que la gente debe reconocer que West sufre una enfermedad que de verdad es debilitante. Su comportamiento es inaceptable, pero declarar que su enfermedad mental no es una “excusa” para su comportamiento o que su comportamiento “no tiene nada que ver” con ser bipolar minimiza a las personas con enfermedades mentales graves, que pueden exhibir comportamientos inaceptables para la sociedad o inclusive abusivos como síntomas.
Es una cuerda floja imposible de equilibrar, y no condeno a nadie por esforzarse por aprender a tener compasión por Kardashian y West al mismo tiempo. Pero es una lección que vale la pena enseñarnos a nosotros mismos.