Kourtney y Travis lo están haciendo increíble, cariño... solo hay un problema
Todavía disfruto de esta impredecible relación, pero tan pronto como entró en la arena pública, perdió un poco de su brillo
Si has estado al tanto de las Kardashian, ya sabrás que esta semana Kourtney se casó “en secreto” con el baterista de Blink-182, Travis Barker, en Las Vegas después de los Grammy.
En Instagram, ella compartió una serie de fotografías que acaba de “encontrar en el carrete de mi cámara”, y explicó a sus 168 millones de seguidores que un imitador de Elvis, sin licencia, los casó en una ceremonia íntima llena de tequila, al estilo de Ross y Rachel.
Tanto Kourt como Trav se pusieron chaquetas de cuero y gafas de sol para la ocasión, naturalmente, y debo admitir que las fotos son bastante lindas (pasando por alto el hecho de que fueron totalmente seleccionadas). Pero eso es lo que me molesta un poco de estos dos y, de hecho, de muchas parejas de famosos en este momento. Todo está documentado casi en la totalidad de su vida, y cada aparición en la alfombra roja es una oportunidad para replicar y mejorar la foto anterior en la que se demostraron afecto y por la que los paparazzi se volvieron locos.
No me malinterpretes, la primera vez que vi *esa* foto de ellos dos, dejé escapar un pequeño gritito. Kravis estaba besándose en el desierto: las piernas de Kourt estaban firmemente envueltas alrededor del torso cubierto de tatuajes de Travis, quien con las manos sostenía de manera sexi su trasero. El hecho de que ni siquiera tenga que buscar la foto de nuevo para describirla solo prueba lo arraigada que está en mi memoria (y probablemente en la tuya también).
Pero las cosas comenzaron a cambiar lentamente. Todavía disfruto de esta impredecible relación, pero tan pronto como entró en la arena pública, perdió un poco de su brillo. Como sabrán la mayoría de los fanáticos, por lo general son Kim y Kendall quienes aseguran lucrativas invitaciones a los espectáculos de premiación, los estrenos y la Met Gala. Pero el recién descubierto amor de Kourt por el pop punk la ha llevado a la lista de invitados, y sus anfitriones (y la pareja) han aprovechado para hacer sesiones de fotos; sin duda, Kris se mantiene al margen, y da ánimos diciendo: “¡Lo estás haciendo increíble, cariño!”.
Aunque los informes dicen que Kravis no asistió a la Met Gala de este año en solidaridad con Khloe (quien, nuevamente, nunca recibe una invitación y, según los informes, está “vetada” del evento), literalmente han estado haciendo el circuito durante meses, por ejemplo cuando Kourtney presentó un segmento de los VMA con Megan Fox, o cuando Travis actuó con Machine Gun Kelly en el escenario, en el glamoroso debut de la pareja en los Oscar.
No es que no me gusten como pareja. Me gustan. Como mucha gente, amo… bueno, el amor. Estoy enamorada de la idea y los apoyo como pareja. Realmente considero bueno que Kourtney se haya salido del guion y finalmente parece ser feliz, sin el drama constante que le generaba el padre de su hija, Scott Disick.
Es solo que toda la rutina de chuparse la lengua se ha vuelto un poco tediosa ya. Y tal vez sean mis propias opiniones acerca de las muestras públicas de afecto lo que nubla mi juicio aquí (literalmente retrocedo si un chico trata de ponerse cariñoso conmigo cuando estamos en público). Dicho esto, si sus sentimientos son genuinos, como creo que lo son, no debería haber esta necesidad de forzar a todos los demás a atestiguarlos, con interminables sesiones de fotos que “demuestran” que están enamorados.
Estar constantemente en exhibición debe ser agotador, pero seguramente eso en sí mismo es motivo suficiente para querer blindar y proteger su vida privada. No digo que deban desconectarse y no volver a tomarse una foto juntos, pero para que esto no se apague, realmente necesitan apreciar esos momentos de tranquilidad, compartidos solo entre ellos, y dejar de forzar a que aparezcan frente a las cámaras.