Una gran pelea tendrá lugar la noche del viernes, pero no es la de Mike Tyson
Todas las miradas están puestas en la pelea entre el excampeón de 58 años y un joven YouTuber en busca de emociones. Sin embargo, en la misma cartelera se disputa un verdadero combate de calidad incomparable y Gemma Abbott se pregunta por qué no recibe la atención que merece
Si entras a Netflix estos días, es casi imposible no toparte con la promoción de uno de los combates más comentados: el enfrentamiento entre Mike Tyson, de 58 años, y Jake Paul, el YouTuber de 27 que ahora incursiona en el boxeo.
El combate será este viernes y, aunque todas las miradas están fijas en esta esperada pelea —un enfrentamiento promocionado como “la leyenda contra el influencer”—, seamos claros. El verdadero combate, el que representa habilidad, legado y auténtica importancia, será el que se celebre justo antes: una batalla entre dos grandes del boxeo femenino, Katie Taylor y Amanda Serrano.
Es probable que la pelea entre Tyson y Paul atraiga espectadores por el espectáculo, pero el combate entre Taylor y Serrano representa un momento histórico para el boxeo. Sin embargo, este es solo otro ejemplo en una larga lista de grandes eventos deportivos femeninos que quedan totalmente opacados por los hombres.
Taylor y Serrano encarnan el pináculo de la habilidad boxística. Tyson y Paul, en cambio, no.
Taylor, medallista de oro olímpica, y Serrano, campeona mundial en siete divisiones, llevan al cuadrilátero años de esfuerzo, precisión y vasta experiencia. Ambas figuran entre las mejores luchadoras libra por libra del mundo y cada golpe que lancen representará toda una vida de entrega y dedicación al boxeo.
Por otro lado, Tyson, aunque es una leyenda del boxeo, ya dejó atrás su mejor momento, y Jake Paul está lejos de ser un luchador de “élite”. Su combate es solo una novedad; una simple exhibición Para mí, no es más que una “carnada de clics” en el mundo del deporte. La pelea entre Taylor y Serrano es histórica, no solo para el boxeo femenino, sino para el deporte en general: representa una lucha por la igualdad.
Durante años, el boxeo femenino ha sido ignorado, a pesar de la habilidad y dedicación indiscutibles de sus atletas. Estas mujeres no pelean solo por ellas mismas, sino por la oportunidad de dignificar todo el deporte y establecer un precedente para las futuras generaciones.
La pelea entre Tyson y Paul es, en el fondo, un espectáculo comercial, diseñado para captar dinero y atención sin aportar nada a la esencia del boxeo. Será un evento aislado, un simple destello, con pocas probabilidades de influir en la industria, hacer avanzar el deporte o dejar una verdadera huella en su legado.
Cuando Taylor y Serrano suban al ring este viernes, estarán en la cima de su potencial. Con su preparación, resistencia y técnica, mostrarán lo mejor del boxeo, en una demostración de pura excelencia atlética impulsada por la pasión y el talento. Este combate no es solo por un cinturón: es una pelea por sus carreras y por el respeto. Significa demostrarles a los fanáticos, a la industria y al mundo entero que merecen el máximo reconocimiento.
En cambio, Tyson y Paul pelean porque pueden, no porque deban, y el resultado no afectará el legado de Tyson ni la popularidad de Paul. Taylor y Serrano encabezan un verdadero movimiento y con cada asalto de su pelea, les recordarán a los aficionados por qué el boxeo femenino merece el mismo respeto y visibilidad.
En definitiva, Taylor vs. Serrano es mucho más que una pelea: es un hito para el futuro del boxeo. Si logran captar una audiencia significativa, abrirán la puerta a más combates femeninos en horario estelar, inspirarán a jóvenes atletas y contribuirán a la expansión y evolución del boxeo.
Su enfrentamiento no podría contrastar más con el espectáculo mediático que protagonizarán más tarde los dos hombres. Si buscas un combate que realmente importe, el foco de atención debe estar en el combate femenino.
Traducción de Leticia Zampedri