El vídeo “Anti-Hero” de Taylor Swift claramente no es gordofóbico: el contexto importa

La semana pasada, Taylor Swift presentó el vídeo musical de “Anti-Hero”, una de las canciones de su nuevo álbum Midnights. En una publicación de Instagram dijo que el vídeo, que escribió y dirigió, incluye sus “escenarios de pesadilla y pensamientos intrusivos [que se reproducen] en tiempo real”. En ese sentido, coincide con la letra personal y autorreflexiva de la canción, que incluye líneas como “Midnights become my afternoons/When my depression works the graveyard shift” (“Las medianoches se convierten en mis tardes/Cuando mi depresión trabaja en el turno de noche”), y, por supuesto, el estribillo “It's me/Hi/I'm the problem, it's me” (“Soy yo/Hola/Yo soy el problema, soy yo”).

A los dos minutos del vídeo, se ve a Swift subiendo a una báscula. La cámara cambia para enfocar la pantalla, donde una aguja se posa no en un número, sino en la palabra “gorda”. A continuación, se ve a Swift de nuevo de cuerpo entero, dirigiéndose al alter-ego malvado que la persigue desde el principio del vídeo y que ahora sacude la cabeza.

La secuencia es una clara referencia a las luchas pasadas de Swift con un trastorno alimentario. Lo comentó por primera vez en el documental de Netflix de 2020 Miss Americana, donde explicó que a veces se había visto impulsada a “pasar un poco de hambre, a dejar de comer” después de ver fotos suyas en las que consideraba que su cuerpo era inadecuado. En una entrevista concedida a Variety, relacionó su trastorno alimentario con el intenso escrutinio al que se ha visto sometida desde joven.

“Recuerdo cómo, cuando tenía 18 años, fue la primera vez que salí en la portada de una revista”, declaró para la publicación. “Y el titular decía algo como ‘¿Embarazada a los 18 años?’. Y fue porque me había puesto algo que hacía que mi vientre no se viera plano. Así que lo registré como un castigo”.

En la misma entrevista, Swift relató que, por otro lado, cuando recibió elogios por ajustarse a las tallas de muestra durante las pruebas antes de las sesiones fotográficas, lo tomó como “una palmadita”. “Si registras eso suficientes veces, empiezas a ajustar todo con respecto al elogio y al castigo, incluido tu propio cuerpo”, aseguró.

Pero la secuencia de la báscula en el vídeo “Anti-Hero” de Swift ha provocado algunas reacciones, incluidas acusaciones de gordofobia. Algunos consideran que la parte del vídeo en la que Swift mira hacia abajo y ve “gorda” escrito en la báscula es un refuerzo del estigma que sufren las personas gordas. De hecho, la Taylor Swift que aparece en la báscula está claramente angustiada cuando aparece la palabra. Comprendo que quizá no sea la mejor imagen: una mujer blanca y delgada que mira la palabra “gorda” como si fuera el peor juicio al que pudiera enfrentarse. Pero el contexto importa aquí.

“Anti-Hero”, según admite la propia Swift, trata de sus problemas de salud mental. Con esta secuencia, está ilustrando claramente el funcionamiento deformado de su cerebro cuando estaba en medio de un trastorno alimentario. Expresa los pensamientos que tenía en ese momento, cuando el aumento de peso le parecía el resultado más peligroso y quería evitarlo a toda costa, incluso si implicaba “[pasar hambre], solo un poco”. O, como escribió el usuario de Twitter @mrbeardofficial: “El mensaje que Taylor está promoviendo muy claramente es que la sociedad enseña a las niñas y a las mujeres a tener miedo de ser gordas, y eso es algo que ha sido muy perjudicial para su salud mental, y también es perjudicial para las personas gordas que son estigmatizadas en el proceso”.

Existe una violencia real, y un trauma real, en el núcleo de los trastornos alimentarios. Si le hicieras a alguien más lo que una persona con anorexia se hace a sí misma, podrías acabar en un juzgado, o al menos ser objeto de una investigación de Recursos Humanos. Swift ha dejado claro que su trastorno alimentario fue, al menos en parte, el resultado de los comentarios de otras personas sobre su cuerpo, una experiencia que probablemente resulte familiar a miles de sus fans. En Internet, los oyentes han acogido con satisfacción su creciente franqueza sobre los desórdenes alimenticios y los problemas de salud mental.

He intentado pensar en otras imágenes que Swift pudo haber utilizado para simbolizar su trastorno alimentario. Podría haber utilizado una palabra diferente. Podría haber dejado de lado la báscula. Pero eso habría sido emocionalmente deshonesto a la hora de transmitir su propia experiencia, y también menos preciso en términos de una representación del mundo tal y como es. Afortunadamente, evitó un error importante al no presentar un número específico, que habría sido infinitamente más perjudicial y desencadenante para mucha gente.

Los prejuicios contra la grasa perjudican a la gente de muchas maneras (incluso en ámbitos que pueden cambiar la vida, como el cuidado de la salud). Pero lo que Swift hace en el vídeo de “Anti-Hero” obviamente no es un ejemplo de gordofobia. Es una expresión de algo que es a la vez doloroso y personal para ella, y con lo que millones de personas en todo el mundo se sienten identificadas. Si somos lo suficientemente generosos como para aceptar su trabajo de buena fe, eso debería ser evidente.