¿Puede Donald Trump usar sus poderes presidenciales para perdonarse a sí mismo?
No hay ningún precedente legal o histórico de que un presidente se perdone a sí mismo.
A pesar de los argumentos de Donald Trump de lo contrario, su tiempo en la Oficina Oval está llegando a su fin.
Aunque su tiempo en el cargo ha sido todo menos tradicional, es casi seguro que el presidente se aproveche de una tradición presidencial saliente; emitiendo una serie de indultos.
Trump ya ha puesto en práctica sus poderes de indulto presidencial; en 2017, Trump indultó al ex alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien fue acusado y declarado culpable de desacato al tribunal después de negarse a cooperar con las autoridades federales que intentaban hacer que la entidad policial fuera menos racista.
También indultó a Scooter Libby, que fue condenado por obstrucción de la justicia en el incidente de Valerie Plame a principios de la década de 2000, y al estafador de campaña conservador y creador de contenido Dinesh D'Souza.
Incluso ha concedido buenos indultos; En 2018, Trump indultó al legendario boxeador negro Jack Johnson, quien fue declarado culpable de violar la enormemente racista "White Slave Traffic Act" por cruzar las fronteras estatales con una mujer blanca en 1912.
Pero, ¿Podría Trump perdonarse a sí mismo?
La respuesta corta e insatisfactoria es "tal vez".
No hay precedentes para tal acto, por lo que su validez legal finalmente quedaría en manos de un tribunal para decidir, asumiendo que el intento de Trump de hacerlo generaría una demanda.
Los poderes de indulto del presidente son muy amplios. Trump podría perdonar a sus amigos, como ya ha hecho con el conservador Roger Stone, y a su familia sin problemas.
Trump tampoco tendría que esperar hasta que se presenten formalmente cargos en su contra para perdonarse. Los poderes de indulto del presidente se extienden a acciones que no han sido reveladas o acusadas.
Algunos expertos legales han argumentado que un presidente que se perdona a sí mismo sería inconstitucional porque viola la idea de que nadie debe actuar como juez en su propio caso.
Hay un obstáculo sustancial para que Trump se perdone a sí mismo.
La primera es que los indultos solo son aplicables a delitos federales. Los cargos presentados por tribunales inferiores, como los que enfrentan los asociados de Trump del fiscal de distrito de Manhattan, no son elegibles para un indulto presidencial.
En lugar de tratar de perdonarse a sí mismo, Trump también podría renunciar en algún momento antes de dejar el cargo, pasando la autoridad para perdonar al vicepresidente Mike Pence.
Gerald Ford indultó a Richard Nixon de esta manera, lo que sienta el precedente tanto legal como histórico de la acción.
Es difícil decir qué pasaría si Trump intenta perdonarse a sí mismo.
Al igual que con tantos otros problemas sin precedentes durante la administración Trump, desde si el presidente puede invadir una ciudad con tropas federales hasta si el presidente puede o no negarse a dejar el cargo, la respuesta a la pregunta no es tanto "si" puede, sino "¿quién lo va a detener?"