Trump augura un “baño de sangre” económico si no gana las elecciones y Biden contrataca
El equipo de campaña de Biden ha acusado al expresidente de promover “violencia política”
Joe Biden y su equipo de campaña acusaron a su rival Donald Trump de querer impulsar “otro 6 de enero” después de que el expresidente advirtieraque habría un “baño de sangre” económico si pierde las elecciones.
En un discurso pronunciado el sábado en Ohio para apoyar al candidato del Partido Republicano al Senado, Bernie Moreno, Trump se dirigió a los presentes y dijo: “Si no gano las elecciones, habrá un baño de sangre en el país”.
En respuesta, el equipo de campaña de Joe Biden y Kamala Harris emitió un comunicado, que afirma que Trump “quiere desatar otro 6 de enero, pero enfrentará otra derrota electoral este noviembre a manos del pueblo estadounidense en rechazo a su extremismo, su afición a la violencia y su sed de venganza”.
“Así es Donald Trump: un perdedor que es derrotado por más de 7.000.000 de votos y luego, en lugar de apelar a un grupo más amplio y representativo de votantes, redobla sus amenazas de violencia política”, añadió el equipo de Biden.
El comentario del expresidente se produjo en el contexto de una promesa, la de imponer un “arancel del 100 %” a los automóviles fabricados en el extranjero. “No podrás vender esos automóviles en EE. UU. si salgo elegido”, dijo Trump en el evento.
“En cambio, si no gano las elecciones, habrá un baño de sangre en el país, o algo peor que eso”.
El portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, negó que el comentario del “baño de sangre” estuviera relacionado con la violencia, y aclaró al Washington Post que el favorito del Partido Republicano de 2024 se refería a los autos fabricados fuera de EE. UU. “Si realmente ves y escuchas esa parte, te das cuenta de que estaba hablando sobre el sector automotor y los aranceles”, dijo Cheung al medio. “Las políticas de Biden con concomitantes a un baño de sangre económico para la industria automotriz y los trabajadores”, ratificó.
El asesor principal de la campaña de Trump, Jason Miller, publicó comentarios en X en los que reafirmó que Trump se había referido a “la industria automotriz”, y añadió: “El mandato de Joe Biden sobre los vehículos eléctricos masacrará la industria automotriz estadounidense. ¡Se perderán muchísimas fuentes de trabajo! Por eso tenemos que elegir al presidente Trump”.
Sin embargo, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cuestionó lo que Trump quiso decir con “baño de sangre”. El domingo, Pelosi declaró a CNN: “Tenemos que ganar las elecciones porque Trump incluso augura un baño de sangre. ¿Qué se supone que significa eso? ¿Acaso va a imponer un baño de sangre? Aquí hay algo que está mal”.
La representante del Partido Demócrata de California expresó: “Cuánto respeto al pueblo estadounidense y su bondad. Pero, ¿cuánto más hay que escuchar a Trump para entender que sus ideas no representan a este país?”.
Mientras tanto, algunos miembros del partido de Trump salieron en su defensa. El senador republicano por Dakota del Sur, Mike Rounds, declaró el domingo a CNN: “Con respecto a los trabajadores del sector automotor a los que se dirigió Trump, lo que hizo fue mostrarles y explicarles lo que le haría a su industria una recesión económica”.
El senador republicano representante de Luisiana, Bill Cassidy, declaró a NBC News: “También se puede interpretar que por 'baño de sangre' se refiere a un desastre económico. Y si habla de la industria automotriz, en particular en Ohio, [eso da] un poco más de contexto”.
Pero, según Cassidy, el discurso de Trump generó otro interrogante: “El tono general del discurso es la razón por la que muchos estadounidenses siguen preguntándose si Trump debería ser presidente otra vez”. Ese tipo de retórica siempre está al límite. Quizá no lo cruce, quizá sí, depende de la perspectiva de cada uno”.
En el evento político, Trump también reafirmó su ataque contra los inmigrantes indocumentados. “Ustedes les dicen personas, pero, en mi opinión, algunos no lo son”, sentenció. Aunque no me permiten decirlo porque la izquierda radical dice que sería algo terrible pensar así”.
El expresidente no ha tenido reparos respecto a su agenda antiinmigración. Durante su carrera presidencial en 2016, describió a los inmigrantes mexicanos que entraron a EE. UU. como “violadores” y “asesinos”.
Más recientemente, en un evento político en diciembre, dijo a la multitud: “Están envenenando la sangre del país. Eso es lo que hacen”. Tras ese ataque, el equipo de campaña de Biden condenó su lenguaje deshumanizador y lo acusó de “seguir ciertos modelos” y de “repetir las palabras de Adolf Hitler”.
Trump también mencionó a Laken Riley, la estudiante de enfermería de Georgia asesinada el mes pasado. El sospechoso de su asesinato es un inmigrante indocumentado. Inmediatamente después de su muerte, en una publicación de Truth Social, Trump llamó “monstruo” al sospechoso y culpó a la “política de invasión de fronteras de Joe Biden” de “destruir el país y matar a los ciudadanos”.
Utilizó el mismo lenguaje el sábado, cuando expresó ante una multitud: “Los republicanos creemos que el asesino de Laken es un inmigrante ilegal y un criminal”. Luego, añadió otra conocida frase: “Nunca jamás habría estado en nuestro país si los resultados de las elecciones no hubiesen sido manipulados”.
En su discurso del estado de la Unión, evento anual en el que el presidente informa al Congreso sobre el estado del país, Biden expresó: “Laken Riley, una joven inocente que fue asesinada por un inmigrante ilegal”, pero más tarde se disculpó por las palabras que utilizó y aclaró que debería haber dicho “inmigrante indocumentado”.
También agregó: “¿Pero cuántas miles de personas mueren asesinadas por 'inmigrantes legales'?”. Biden revirtió la situación y culpó a Trump del fracaso del acuerdo sobre la ley de fronteras. “Hasta ahora, los políticos han impedido el avance de este proyecto de ley. Me han dicho que mi predecesor llamó a miembros del Congreso en el Senado para exigirles que no apoyen el proyecto de ley”, dijo Biden al referirse a Trump de forma indirecta.
“Con todo respeto, quisiera sugerirles a mis amigos republicanos y al pueblo estadounidense que aprueben este proyecto de ley. Tenemos que actuar ya”, añadió.
Los republicanos rechazaron el acuerdo fronterizo el mes pasado porque era Trump quien no quería que Biden obtuviese una victoria antes de las elecciones.
Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence anunció el sábado que se negaba a respaldar a Trump y agregó que tampoco votaría a Biden.
Pence, antiguo aspirante a la presidencia en 2024, declaró el sábado: “No debería sorprender a nadie que no respalde a Donald Trump este año”.
“Pero dicho esto, durante mi campaña presidencial, dejé claro que había grandes diferencias entre el presidente Trump y yo en una serie de cuestiones, y no solo respecto a los deberes constitucionales que ejercí el 6 de enero”, dijo a Fox News.
A continuación, expresó: “No voy a decir a quién votaré. Pero nunca votaría a Joe Biden. A quién vote, eso es asunto mío”.
Tras el mitin de Ohio, el equipo de campaña Biden-Harris hizo fuertes declaraciones sobre la pequeña derrota a Trump y sostuvo que Pence se manifestó en su contra porque el expresidente decidió “elogiar a dictadores, prometer perdonar la violencia política y lanzar ataques racistas contra los estadounidenses negros y morenos”.
Traducción de María Delia García