Más de 20 empleados del DOGE renuncian en señal de protesta contra Elon Musk
Los empleados se negaron a prestar sus conocimientos técnicos para “legitimar las acciones de DOGE” y “desmantelar servicios públicos esenciales”, escribieron en una carta
Renunciaron más de 20 empleados del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) dirigido por Elon Musk, ya que se negaron a utilizar sus conocimientos técnicos para “desmantelar servicios públicos esenciales”.
“Juramos servir al pueblo estadounidense y defender nuestro juramento a la Constitución en todos los gobiernos”, escribieron en una carta conjunta de renuncia el martes, la cual fue obtenida por The Associated Press. Y agregaron: “Sin embargo, ha quedado claro que ya no podemos honrar dichos compromisos”.
Los empleados que renunciaron trabajaban en lo que antes se conocía como el Servicio Digital de Estados Unidos, una agencia creada durante el gobierno de Barack Obama. Anteriormente, todos habían ocupado puestos de alto rango en empresas tecnológicas como Google y Amazon, pero se habían incorporado al equipo del Gobierno porque sentían la obligación de servir al país.
“No utilizaremos nuestras habilidades como tecnólogos para poner en peligro los principales sistemas del gobierno o la información confidencial de los estadounidenses, así como tampoco para desmantelar servicios públicos esenciales”, detallaron. Continuaron: “No prestaremos nuestros conocimientos para llevar a cabo o legitimar las acciones del DOGE”.
Asimismo, en el escrito, los empleados también advirtieron que muchas de las personas contratadas por Musk para ayudarlo a achicar el tamaño de los organismos públicos no tenían los estudios necesarios ni la experiencia requerida para desempeñar dicha tarea.
Más aún, contaron que, el día después de la asunción de Trump, fueron convocados a una serie de entrevistas realizadas por individuos misteriosos y desconocidos, muchos de los cuales eran jóvenes y, aparentemente, motivados por el fanatismo hacia Musk, en lugar de por el deseo de mejorar la tecnología del Gobierno.
También describieron que los entrevistadores llevaban puestas placas de visitantes de la Casa Blanca e interrogaron a los empleados que no simpatizaban con ningún partido sobre sus estudios y su ideología política. Según relatan, algunos realizaron declaraciones que indicaban que tenían un conocimiento técnico limitado.
“Varios de estos entrevistadores se negaron a identificarse, hicieron preguntas sobre lealtad política, intentaron generar resentimiento entre colegas, y demostraron tener conocimientos técnicos limitados”, afirmaron al respecto en la carta. Agregaron: “Este proceso puso en peligro la seguridad”.
De hecho, a principios de este mes, unos 40 empleados de la oficina habían sido despedidos, lo que supuso un impacto devastador en la capacidad del Gobierno para administrar y proteger su infraestructura tecnológica.
Al respecto, los empleados escribieron: “Estos funcionarios altamente capacitados estaban trabajando para modernizar la Seguridad Social, los beneficios para los veteranos, el sistema de declaración de impuestos, el sistema de salud, la ayuda en caso de catástrofe, las ayudas a los estudiantes y otros servicios esenciales. Su despido pone en peligro a millones de estadounidenses que dependen de estos servicios a diario. La repentina pérdida del aporte de sus conocimientos tecnológicos hace que los servicios esenciales y la información de los estadounidenses tengan menos protección”.
La renuncia masiva de ingenieros, científicos de datos y gestores de productos es un obstáculo temporal para la purga del sistema público impulsada por Musk y el presidente republicano. La situación se produce en medio de una oleada de disputas judiciales que han tenido como objetivo paralizar, detener o revertir sus intentos de despedir o coaccionar a miles de empleados para que abandonen sus puestos de trabajo.
Este artículo fue elaborado con información de The Associated Press.
Traducción de María Luz Avila