¿Será Kamala Harris capaz de destapar las falsedades de Trump en su único debate?

Eric García entrevista a Ted Cruz, Marco Rubio, Michael Bennet, Elizabeth Warren y Kirsten Gillibrand sobre la gran eficacia de Harris y Trump, y lo que se siente que alguno de ellos te insulte o te supere en argumentos

Martes, 10 de septiembre de 2024 11:33 EDT
Trump y Harris se enfrentarán esta noche por primera y posiblemente única vez
Trump y Harris se enfrentarán esta noche por primera y posiblemente única vez (AFP via Getty Images)
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Todo se reduce a esto. La vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentarán esta noche en Filadelfia en el que hasta ahora es su único debate programado.

Harris se atendrá a las normas que se establecieron cuando el presidente Joe Biden aún era el candidato: los micrófonos se apagarán cuando le toque hablar al otro candidato, no habrá público en directo, no se tomarán notas y los participantes permanecerán de pie.

Sin embargo, Harris no puede asumir responsabilidades por lo ya sucedido. Como Susan Estrich, que dirigió la campaña de Michael Dukakis en 1988, comentó a The Independent: “No puede ser solo la versión mejorada de Biden, tiene que ser la versión original de Harris”.

¿Qué aspecto tiene la versión original de Harris? Solo tuvo un debate importante cara a cara a nivel nacional en 2020, cuando se enfrentó al imperturbable Mike Pence. Por lo demás, participó sobre todo en el espectáculo televisivo que fueron las primarias presidenciales demócratas de 2020, aunque es famosa su fuerte discusión con Biden sobre el tema de los autobuses.

Francamente, Trump también tiene que demostrar su valía. Si bien soportó los debates republicanos en 2016, evitó en gran medida los ataques directos mientras sus oponentes arremetían uno contra el otro. Se saltó todos los debates de las primarias republicanas de este año y muy poca gente recuerda su desempeño cuando se enfrentó a Biden gracias a la desastrosa intervención del presidente (salvo aquel infame chiste sobre los “empleos negros”).

The Independent habló con varios senadores que se han enfrentado a Harris y Trump. Platicaron sobre cómo la experiencia y dónde radican sus respectivas fortalezas y debilidades.

La senadora Elizabeth Warren y Harris se enfrentaron en una ocasión. El tema en concreto cuestionaba la opción de prohibir a Trump el uso de Twitter cuando la campaña de Warren empezaba a eclipsar a la de Harris en impulso.

“Donald Trump debería preocuparse por tener que enfrentarse a una mujer dura que no se dejará intimidar”, declaró Warren a The Independent en agosto. “Es lista. Siempre está bien preparada. Y no tolera ninguna tontería”.

Durante lo que el propio senador Michael Bennet, de Colorado, considera su “campaña presidencial no muy bien llevada”, también debatió con Harris. Pero además es amigo de Harris y ambos elaboraron una de sus políticas emblemáticas: la ampliación del crédito fiscal por hijos.

Solo pronunció una frase cuando se le preguntó por el desempeño esperado de Harris: “Creo que destrozará a Trump en el escenario del debate”.

Kirsten Gillibrand, de Nueva York, y Harris fueron dos de las primeras senadoras en pedir la dimisión de Al Franken en medio de múltiples acusaciones de comportamiento sexual inapropiado. Gillibrand también formó parte de esos debates de las primarias demócratas de 2020.

“Creo que será capaz de cuestionar a Trump de forma muy efectiva, en especial cuando diga cosas que no son ciertas”, observó Gillibrand a The Independent. “Y creo que será capaz de compartir una visión con mucha claridad”.

La recta final de las primarias de 2016 se convirtió en un enfrentamiento entre el senador Ted Cruz, de Texas, y Trump, mientras que el exgobernador de Ohio John Kasich fungió como el tercero en discordia. Cruz superó a Trump en los caucus de Iowa, y posteriormente el expresidente lo tachó de deshonesto y lo apodó “Mentiroso Ted”.

Cruz, por su parte, tiene un currículo en debates de la Ivy League, ya que trabajó en el circuito de debates competitivos cuando era estudiante en Princeton. Cuando habló con The Independent, hizo gala de la habilidad para el debate que allí perfeccionó: galope de Gish o ametralladora de falacias.

“Ambos son buenos polemistas”, declaró a The Independent. “La debilidad de Kamala es su abominable historial. Estas son unas elecciones muy diferentes”. Cruz —que se postula al Senado en una contienda más reñida de lo esperado— pasó entonces a soliloquiar sobre el historial de Harris en la frontera entre Estados Unidos y México y el propio historial presidencial de Trump.

“Creo que el último debate contra Joe Biden fue, con creces, el más efectivo que ha hecho Trump y creo que es un buen augurio para el próximo debate”, concluyó.

Por supuesto, Trump no solo se impuso ante Cruz. Hizo lo mismo con el colega de Cruz de Florida, el senador Marco Rubio. Telegénico y carismático, Rubio fue visto en su día como “el salvador” del Partido Republicano. Pero Trump lo menospreció una y otra vez, con el célebre sobrenombre “Pequeño Marco”.

Rubio intentó responder llamándole “Gran Don” y burlándose del tamaño de las manos de Trump. Ese podría haber sido un ejemplo de lucha en el barro con un cerdo: Rubio se ensució y a Trump le gustó.

“Estábamos con otras 12 personas y otras ocho en el escenario, pero es muy buen polemista porque es muy buen comunicador”, explicó Rubio a The Independent, cuando se le preguntó por el secreto de la eficacia de Trump. “Sabe cómo interpretar a las audiencias televisivas y transmitir su mensaje. Es poco ortodoxo. La verdad es que no se puede practicar un debate contra él”.

Por supuesto, el debate del martes por la noche no tendrá una audiencia en persona, por lo que a Trump le costará más trabajo manejar a la multitud de la manera que lo hizo en los debates de las primarias del Partido Republicano. Y Harris nunca ha debatido en la cabeza de la candidatura, y mucho menos contra alguien como Trump. Lo más probable es que, como mujer, se enfrentaría a una reacción sexista si intentara decir “¿Quieres callarte, hombre?”, como hizo Biden en 2020.

Trump, por su parte, no podrá espantar a Harris como hizo con Cruz o Rubio. Y que se olvide de llamarla “poca energía” como Jeb Bush. Tampoco se saldrá con la suya llamando fea a Harris, como hizo con Carly Fiorina (antes de retractarse de sus comentarios cuando lo confrontaron y después referirse a ella como “hermosa”).

Ese tipo de comportamiento no funcionará esta vez.

Traducción de Michelle Padilla

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