Congresista republicano abandona sesión tras ser increpado por insultar a una diputada trans
Un congresista demócrata enfrenta a al republicano Keith Self por referirse a Sarah McBride como “señor”
El representante republicano Keith Self interrumpió de forma abrupta una audiencia del comité de la Cámara de Representantes luego de que un congresista demócrata lo confrontara por emplear intencionalmente un término incorrecto para referirse a la congresista Sarah McBride, la primera persona transgénero en el Congreso.
La audiencia del subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del martes representa el más reciente ataque antitrans por parte de legisladores republicanos tras la llegada de Donald Trump al poder y su serie de medidas contra la comunidad trans en Estados Unidos, incluida una orden que niega por completo la existencia de personas trans, no binarias e intersexuales.
Después de que Self se refierea a McBride como “señor”, ella respondió con firmeza: “Gracias, señora presidenta”.
El representante demócrata Bill Keating, visiblemente indignado, miró a Self con asombro y le pidió que repitiera cómo se había referido a un “representante legítimamente electo en Estados Unidos”.
“Con gusto”, respondió Self. “El representante de Delaware, el señor McBride”.
Keating reaccionó de inmediato.
“Señor presidente, su actitud es inaceptable”, reclamó. “¿No tiene un mínimo de decencia?”. Por último, enfatizó que, pese a haberlo conocido un poco, no podía aceptar su actitud.
Self intentó retomar la sesión. “Continuaremos con la audiencia”, dijo.
Keating lo interrumpió de nuevo y dejó claro que la audiencia no avanzaría si no se dirigían a un representante electo con el respeto que correspondía.
Self suspendió la audiencia y luego defendió sus acciones en X.
Escribió que “la política de Estados Unidos es reconocer dos sexos, masculino y femenino”, en línea con la orden ejecutiva de Trump que elimina el reconocimiento federal de las personas trans. Además, afirmó de manera incorrecta que solo existen dos sexos, sin considerar a las personas intersexuales.

McBride ha sido blanco constante de ataques antitrans y comentarios discriminatorios por parte de sus colegas.
El mes pasado, la diputada republicana Mary Miller se refirió a ella como “el representante de Delaware” en un discurso en el Congreso.
Más tarde, justificó sus palabras en redes sociales y afirmó que “no negaría la realidad biológica”. También destacó que el expresidente Trump había restituido “la verdad biológica” en la administración pública. Además, insistió en que el género no es una cuestión de interpretación.
La diputada republicana Nancy Mace suele referirse a las personas trans con el género incorrecto y difunde información falsa sobre ellas. Además, ha usado en múltiples ocasiones un insulto transfóbico tanto en redes sociales como en audiencias del Congreso.
En reacción a la elección de McBride, presentó una resolución para impedir que las mujeres trans usen baños destinados a mujeres. Luego, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, incorporó la prohibición al reglamento del 119.º Congreso.
Mace afirma, sin fundamentos, que la atención afirmativa “esteriliza a nuestros hijos” y que la disforia de género en la infancia es una fase pasajera ligada al espectro autista.
Hasta ahora, los congresistas demócratas han permanecido en silencio ante estos ataques.
Mientras tanto, el gobierno de Trump enfrenta una ola de demandas debido a sus medidas contra las personas trans, cuyo objetivo es excluirlas de la vida pública.
El presidente exigió a colegios y organizaciones deportivas que impidan a mujeres y niñas trans competir en categorías femeninas, amenazó con recortar fondos a hospitales que brindan atención de afirmación de género a menores de 19 años y prohibió a las personas trans servir en cualquier rama del ejército estadounidense.
Los miembros trans del servicio militar, incluidos quienes demandaron al gobierno para revocar la prohibición, han comenzado a recibir notificaciones del Departamento de Defensa informándoles que serán apartados de sus funciones.
Las mujeres trans encarceladas también presentaron demandas contra el gobierno luego de que la orden de género de Trump instruyera a la Oficina de Prisiones a trasladarlas a cárceles para hombres y eliminar su acceso a la atención de afirmación de género.
El mes pasado, en un tenso intercambio en la Casa Blanca, el presidente amenazó al gobernador demócrata de Maine para que acatara su orden ejecutiva, que prohíbe a mujeres y niñas trans participar en deportes femeninos, y le advirtió que, de no hacerlo, el estado podría perder financiamiento federal. La gobernadora Janet Mills respondió con firmeza: “Nos vemos en los tribunales”.
Traducción de Leticia Zampedri