Suprema Corte descarta mandato de vacunación para las empresas de Biden
La medida es el último golpe a la Casa Blanca mientras se enfrenta al escrutinio por su estrategia contra el covid-19
Este jueves la Suprema Corte votó 6-3 para descartar el mandato de Joe Biden para las empresas, el cual requeriría que aquellas con más de 100 trabajadores instituyan requisitos de vacunación o pruebas regulares.
La Corte permitió que se mantuviera el mandato de la administración de vacunar a los trabajadores de la salud, pero el fallo es, sin embargo, un gran golpe para el plan que el presidente anunció el año pasado.
En su opinión mayoritaria, los seis jueces escribieron que, aunque el covid-19 es un peligro al que se enfrentan muchos empleados en sus lugares de trabajo, no entraba en la definición legal de “riesgo laboral” que la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional), la agencia del gobierno estadounidense que hace cumplir las normas laborales, puede regular.
“Aunque el covid-19 es un riesgo que se presenta en muchos lugares de trabajo, no es un riesgo laboral en la mayoría”, se lee en la sentencia de la Corte.
Los jueces continuaron con describir el virus como un “riesgo universal” que los estadounidenses también enfrentaban en el hogar, la escuela y en muchos otros lugares de reunión pública.
Su fallo elimina la mayor parte de la nueva y más agresiva estrategia anticovid anunciada por la administración Biden el año pasado. Los republicanos se opusieron con fuerza, quienes en su casi totalidad se oponen a las vacunas obligatorias y también están divididos sobre el tema de las vacunas en sí, y algunos aceptaron de todo corazón las inyecciones y alentaron a sus seguidores a vacunarse, mientras que otros difundieron información errónea en un esfuerzo por sembrar desconfianza por la vacunación.
La Casa Blanca de Biden se enfrentó a una nueva ola de críticas por parte algunos de sus propios partidarios en las últimas semanas en medio de la propagación de ómicron, una nueva variante del covid-19, en todo Estados Unidos. Esa crítica incluye molestia por la disponibilidad de las pruebas contra el covid-19, en especial la variedad para su uso en el hogar, así como mofas por la decisión reciente de reducir el período de tiempo que se recomienda a las empresas para que los trabajadores infectados tengan tiempo de recuperarse.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió al fallo minutos después de que se hizo público en su rueda de prensa diaria.
“La decisión de la Corte Suprema sobre el mandato de OSHA significa en esencia que en esta pandemia depende de los empleadores individuales determinar si sus lugares de trabajo son seguros para los empleados y si sus negocios son seguros para los consumidores”, dijo Psaki.
Biden, dijo, haría un llamado a las empresas para que “redoblen sus esfuerzos” y trabajen por proteger tanto a sus propios trabajadores como a sus clientes del covid-19, al instituir lo que se presume serían requisitos de vacunación y pruebas.
En una declaración poco tiempo después, el presidente dijo: “Estoy decepcionado de que la Suprema Corte optó por bloquear los requisitos de sentido común para salvar vidas para los empleados de grandes empresas que están basados de forma directa tanto en la ciencia como en la ley. Esta norma de emergencia permitió a los empleadores exigir vacunas o permitir que los trabajadores se negaran a vacunarse, siempre que se hicieran la prueba una vez por semana y usaran un cubrebocas en el trabajo: una carga muy modesta”.
“Tenemos que continuar nuestro trabajo juntos si queremos salvar vidas, mantener a la gente en sus trabajos y dejar atrás esta pandemia”, continuó Biden.
En septiembre, Biden pronunció un apasionado discurso donde citó los comentarios de las víctimas del covid a los médicos, donde lamentaban su decisión de rechazar la vacuna e instó a los estadounidenses no vacunados a hacer lo que describió como su deber patriótico: vacunarse y recibir la vacuna de refuerzo tan pronto como les sea posible.
Al mismo tiempo, vocalizó la frustración que muchos estadounidenses sienten por la longevidad de la pandemia y los efectos continuos que tiene en la vida pública estadounidense.
“Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se agota. Y su renuencia nos ha costado a todos. Entonces, por favor, hagan lo correcto. Pero no me hagan caso solo a mí; Escuchen a las voces de los estadounidenses no vacunados que yacen en camas de hospital, dando sus últimos alientos y diciendo: ‘Si tan solo me hubiera vacunado’. ‘Ojalá’”, dijo Biden.
Agregó en ese momento: “Es una tragedia. Por favor, no dejes que se convierta en la tuya”.