Partidario de Trump demanda a grupo conservador por discriminación racial tras ser llamado “esclavo”
EXCLUSIVA: Carl Baxter es un fan del movimiento MAGA que dirige un club republicano del condado de Florida y está demandando a Americans for Prosperity, de los hermanos Koch, por supuesta discriminación
Un acérrimo partidario de Trump en Florida afirma que sufrió discriminación por parte de un grupo de defensa política de derechas, ya que lo llamaron “esclavo” durante sus 12 días con la organización antes de que lo despidieran por quejarse.
Carl Baxter, de raza negra, demandó a Americans for Prosperity (AFP), la organización conservadora sin ánimo de lucro creada por los hermanos multimillonarios Charles y David Koch, firmes detractores del cambio climático.
Baxter es presidente del Club Republicano de North & East Fort Myers, y no se avergüenza en absoluto de su enorme afecto por Donald Trump. Aparece en las redes sociales en actos de Trump, ondeando una bandera del movimiento MAGA (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez) en un “Desfile de camiones de Trump”, en galas benéficas saludando a la cámara con un “pulgar hacia arriba” al estilo Trump, así como usando un sombrero rojo MAGA y posando con, entre otros, una recaudadora de impuestos del condado que ha resultado ser una ferviente oponente de la teoría crítica de la raza.
AFP existe desde 2004 y adquirió relevancia tras la toma de posesión de Barack Obama como presidente. Hasta ahora, se ha centrado en recortar los derechos de los trabajadores, bloquear la expansión de Medicaid, silenciar las iniciativas de energía verde y rebajar el salario mínimo. Desde 2010, el sitio web no partidista de verificación de datos PolitiFact ha calificado alrededor del 42 % de los anuncios de AFP como “falsos”; ninguno ha sido calificado como “verdadero”. El grupo respaldó a la embajadora de Trump ante la ONU, Nikki Haley, en la contienda presidencial de 2024, antes de que la exgobernadora de Carolina del Sur se retirara en marzo.
A Trump no le gustó el apoyo de la AFP a Haley y en enero pasado publicó en su clon de Twitter, Truth Social, que la organización había ganado “más dinero durante los años de Trump que en cualquier otro momento”. Agregó: “Son gente estúpida que está respaldando a Birdbrain mientras se va por el caño. ¡Mal momento, Charles!”.
The Independent obtuvo la demanda que Baxter presentó el lunes. Lo describe como “un hombre de negocios afroestadounidense que participa activamente en la política local”. Señala que AFP lo contrató en junio de 2023 para trabajar medio tiempo como “asociado de base”. Las funciones de Baxter “consistían en sondear los vecindarios para hablar con los votantes sobre cuestiones políticas seleccionadas por la AFP y conducir de ida y vuelta a esos vecindarios”.
El documento menciona que la AFP acordó pagar a Baxter USD 20 la hora por las tareas de ir de casa en casa, además de un reembolso no especificado por kilometraje. Empezó el 14 de junio de 2023 y su rendimiento laboral “fue ejemplar”.
Sin embargo, Baxter no tardó en desilusionarse de la AFP.
“Cuando el demandante empezó su cargo, el director adjunto de AFP de grupos de base […] se reunió con el demandante en el restaurante Oasis, en el centro de Ft. Myers, y le ofreció USD 500 en sobornos para que contribuyera con ‘trapos sucios’ sobre la concejal de Cape Coral, Patty Cummings”, alega la demanda. “El demandante se negó. El objetivo de AFP era impedir que el presidente Donald J. Trump ganara la nominación republicana en las primarias presidenciales de 2024 y, a nivel local, oponerse a los políticos que apoyan al presidente Trump”.
Asimismo, Baxter también sintió que la AFP no le daba “crédito por todas las horas que había trabajado y por todas las casas que había visitado”, y que no le pagaba lo suficiente. Así que, a los 12 días de empezar a trabajar, la demanda argumenta que planteó sus preocupaciones en una llamada telefónica a su supervisora, la directora de Compromisos de Grupos de Base de la AFP, Roxanne Buckels.
En la demanda, Baxter afirma que Buckels, que es blanca, “procedió a llamarle ‘esclavo’ y le exigió que confirmara que lo era, al decirle: ‘Sé que estás haciendo el trabajo y puedo ver las casas que visitas en mi iPad de mi lado. Al menos trabajas como esclavo (con sarcasmo), pero al menos cobras. Muchos esclavos hoy sí cobran, muchos antes no cobraban nunca. ¿Eres un esclavo?’”.
Baxter se sintió “muy ofendido” y exigió “hablar con el supervisor inmediato” de Buckels, prosigue la demanda. Buckels organizó entonces una conferencia telefónica con su jefe, que también es blanco, para discutir las preocupaciones de Baxter. Unos minutos más tarde, el supervisor volvió a llamar, junto con la directora de operaciones estatales de la AFP al teléfono —una mujer blanca, según la demanda— y “despidió al demandante sin previo aviso, con efecto inmediato”.
Según la demanda, Baxter aún no ha recibido los salarios que le debe la AFP, ni se le ha devuelto nada de su kilometraje. Del mismo modo, Baxter afirma en su demanda que no había problemas con los pagos de la AFP a sus empleados blancos. La demanda acusa a la AFP de discriminación racial, represalias y robo de salario, y exige salarios atrasados y costes judiciales, así como daños y perjuicios ejemplares, punitivos e indemnizatorios “por el dolor y el sufrimiento emocional del demandante”.
Un portavoz de la AFP declaró a The Independent: “Aunque no hacemos comentarios sobre litigios en curso, nos tomamos muy en serio todas las acusaciones de infracciones de la ley e investigaremos a fondo las que se formulan en esta denuncia”.
En un correo electrónico, el abogado de Baxter, Jay Lechter, expresó: “Mi cliente simplemente quiere justicia y asegurarse de que esto no le suceda a nadie más”.
Una fuente con conocimiento directo de la situación señaló que Baxter trabajaba técnicamente para la AFP como contratista y que la AFP no era su empleador directo.
Buckels no respondió a la solicitud de comentarios.
Traducción de Michelle Padilla