Juicio por soborno a Trump: fiscalía lo acusa de “fraude electoral” en declaraciones de apertura
El fiscal asistente del distrito de Manhattan acusó al expresidente de EE. UU. de elaborar un acuerdo para censurar cualquier noticia que pudiera perjudicar su campaña presidencial durante los meses previos a las elecciones presidenciales de 2016
Donald Trump se descargó por nueve minutos frente a reporteros y cámaras de noticieros fuera del tribunal en el que inició el primer juicio penal en la historia contra un presidente o expresidente estadounidense.
“Lo que está ocurriendo es muy injusto y deberían permitirme continuar con mi campaña”, dijo mientras salía del tribunal el lunes. “No hicimos nada malo”.
El expresidente se enfrenta a 34 cargos por falsear registros comerciales en el marco de lo que los fiscales llamaron una “conspiración criminal”. Esta habría consistido en suprimir historias condenatorias sobre presuntas aventuras extramaritales de Trump, sobornando a medios de comunicación para engañar a los votantes antes de las elecciones de 2016.
Luego de que el jurado fuera seleccionado la semana pasada, el juicio comenzó este lunes en el piso 15 de un tribunal penal de la ciudad de Nueva York, y los argumentos iniciales subrayaron la supuesta conspiración de Trump para influir ilegalmente en los resultados de las elecciones.
Los miembros del jurado también escucharon al primer testigo del juicio: David Pecker, antiguo director ejecutivo de American Media Inc., compañía responsable del tabloide National Enquirer.
Las primeras palabras del asistente del fiscal de distrito, Matthew Colangelo, llamaron la atención sobre lo que está en juego en este caso contra el expresidente.
“Este caso trata sobre una conspiración criminal y un encubrimiento. El acusado, Donald Trump, dirigió un complot criminal para viciar las elecciones presidenciales de 2016. Luego intentó ocultar esa conspiración mintiendo en sus récords comerciales, una y otra vez”, declaró.
Ex expresidente, quien escuchaba las declaraciones de apertura de la fiscalía hundido en su silla y mirando fijamente hacia adelante, está acusado de haber elaborado un acuerdo en 2015 para iniciar una campaña de censura con la ayuda de su entonces abogado Michael Cohen y el propietario del National Enquirer David Pecker: esta presunta conspiración está en el centro de la imputación por un supuesto soborno compuesta de 34 cargos penales contra Trump.
“Ningún político quiere mala publicidad. Pero la evidencia de este juicio mostrará que esto no fue una estrategia mediática o de relaciones públicas”, dijo Colangelo. “Fue una conspiración planificada, coordinada, y que continuó por mucho tiempo”.
El juicio fue diferido en horas tempranas por la Pascua judía. Continuará el martes en la mañana, cuando los fiscales solicitarán al juez Juan Merchan que haga cumplir el secreto de sumario impuesto a Trump por atacar repetidamente a los testigos en su red social Truth Social.
El caso presentado por el fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg es el primero de los cuatro casos criminales contra Trump en ir a juicio, pero probablemente será el único juicio penal contra el candidato republicano que tenga lugar antes de las elecciones generales de noviembre.
Los fiscales resumieron el caso en una narrativa sencilla: el exabogado de Trump pagó USD 130.000 a la estrella del cine para adultos Stormy Daniels para evitar que hablara públicamente sobre su aventura con el expresidente, quien ha negado haber tenido relaciones sexuales con ella. La fiscalía alega que los reembolsos fueron enmascarados como honorarios legales y distribuidos en 34 registros comerciales: 11 facturas, 11 cheques y 12 anotaciones en un libro de contabilidad.
Según la fiscalía, la campaña de Trump se enfocó en “controlar daños”
El plan de los abogados de la acusación es detallar lo ocurrido durante los meses que duró esta campaña de censura, en la cual la compañía propietaria del National Enquirer habría comprado historias con potencial condenatorio y promovido historias favorecedoras para la campaña de Trump, estrategia que continuó hasta la publicación de la famosa cinta de Access Hollywood solo un mes antes de las elecciones.
Según Colangelo, en ese momento la campaña de Trump se enfocó en “controlar daños” para asegurarse de que otras acusaciones contra Trump no vieran la luz, incluyendo la del presunto affaire entre Trump y Daniels años atrás.
“Ignoren el ruido. Enfóquense en los hechos”, dijo Colangelo a los jurados. “Enfóquense en lo que puede inferirse a partir de esos hechos. Enfóquense en la evidencia, escuchen los testimonios, lean los documentos, los correos electrónicos, los mensajes de texto, los estados de cuenta, las notas escritas a mano, todo”, instó el fiscal al jurado.
Una vez termine el jucio, y los fiscales presenten sus argumentos de cierre luego de la revisión de dicha evidencia, toda esta evidencia “habrá llevado a una conclusión inevitable: Donald Trump es culpable de los 34 cargos de falsificación de registros comerciales en primer grado”, afirmó el abogado acusador.
Trump estaba “luchando” para proteger su reputación
Todd Blanche, líder del equipo legal de Trump en este caso, argumentó que no tiene “nada de malo intentar influir en los resultados de una elección”.
“Se llama democracia”, dijo en sus declaraciones de apertura el lunes.
Según Blanche los pagos hechos a Cohen en 2017 fueron parte de un acuerdo de anticipos por servicios legales. “¿Qué parte de eso es un crimen?”, dijo.
Los 34 cargos contra su cliente “no son más que 34 trozos de papel” que incluyen facturas, cheques, y anotaciones en un libro de contabilidad con el concepto de “anticipo por servicios legales”, afirmó Blanche. “Nada de eso fue un crimen”, dijo.
Cualquier intento de ocultar información condenatoria solo tenía el objetivo de suprimir historias diseñadas para “avergonzar” a Trump y a su familia, durante un periodo en el que circulaban “todo tipo de acusaciones morbosas” contra él, continuó Blanche.
“El presidente Trump luchó para proteger su reputación, así como a su familia y a su marca”, dijo.
La defensa ataca a Stormy Daniels y Michael Cohen
Los abogados defensores también intentarán socavar el testimonio de Cohen y Daniels, de quien afirman que “no sabe nada” sobre las facturas, cheques y notas contables que conforman la acusación.
“Su testimonio, aunque salaz, no tiene ningún peso”, dijo Blanche a los jurados.
Por otro lado, Blanche reconoció que Daniels sí firmó un acuerdo de confidencialidad en 2016 a cambio de USD 130.000; pero afirma que los reembolsos hechos a Cohen (quien está acusado de pagar a Daniels por su silencio) no fueron una “devolución”.
El acuerdo habría sido una “forma perfectamente legal” de evitar “avergonzar” a Trump, quien ha negado la aventura.
Sobre el antiguo abogado y aliado de Trump, ahora transformado en enemigo, Blanche dijo: “No se puede confiar en él”.
“Despotrica sobre Trump constantemente. Ha hablado mucho sobre su deseo de ver al presidente Trump y a su familia en prisión”. Su “superviviencia financiera depende de la ruina del presidente Trump”, afirmó Blanche.
El jurado escucha sobre el “periodismo de chequera”
David Pecker, quien fuera por mucho tiempo el editor del National Enquirer, y el primer testigo en el juicio, explicó un concepto que llamó “periodismo de chequera”: los editores podían invertir hasta USD 10.000 para investigar, producir o publicar una historia. Esta operación diferencia a los tabloides de otros medios de comunicación. Cualquier monto superior a ese límite debería ser examinado para su aprobación, señaló.
“Lo único que importa es la portada de la revista”, dijo Pecker a los miembros del jurado, y añadió que sus funciones abarcaban desde el concepto hasta el pago por cada historia. También relató que el entonces editor en jefe de la publicación, Dylan Howard (acusado de prevenir a Trump sobre la historia de Stormy Daniels) le consultaba antes de publicar las historias más “jugosas”.
Pecker también dijo a los miembros del jurado que llevaba dos cuentas de correo elecrónico, una para asuntos ordinarios y otra para material sensible a la que su asistente no tenía acceso.
La fiscalía concedió inmunidad a Pecker a cambio de su testimonio, y el magnate confirmó que fue convocado por conminación y que su abogado estaba presente.
Traducción de Sara Pignatiello