“No quiere paz”: Trump arremete contra Zelensky tras declaraciones sobre el fin de la guerra

El presidente Donald Trump volvió a arremeter este lunes contra el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenksy, y lo acusó de no tener interés en una solución a la larga lucha de su país contra las fuerzas invasoras rusas, después de que el mandatario ucraniano expresara que no cree que la guerra va a terminar pronto.

Trump acudió a su plataforma Truth Social para atacar a Zelensky en una publicación en la que afirmaba que Estados Unidos “no tolerará” sus sentimientos “durante mucho más tiempo” después de que Zelensky dijera que espera mantener una relación con Estados Unidos a pesar de su tensa relación con Trump, que estalló en una reunión en la Casa Blanca el viernes.

Declaró a la prensa en Londres que un acuerdo para poner fin a la guerra “está todavía muy, muy lejos”, pero afirmó que las relaciones de Kyiv con Washington “continuarán, porque es más que una relación ocasional”.

“Creo que Ucrania mantiene una asociación lo suficientemente sólida con Estados Unidos como para que siga fluyendo la ayuda en materia de defensa”, declaró.

Pero Trump no pareció estar de acuerdo y escribió en sus redes sociales que las palabras de Zelensky representan “la peor declaración que podría haber hecho” el líder ucraniano.

“Es lo que estaba diciendo, este tipo no quiere que haya paz mientras tenga el respaldo de Estados Unidos”, dijo Trump, quien se refirió a la declaración de Zelensky a los líderes mundiales en Londres de que la ayuda de Estados Unidos era necesaria para continuar la lucha de su país contra las fuerzas invasoras de Rusia.

La última arremetida del presidente estadounidense contra el aliado putativo de su país ocurrió apenas unos días después de que él y el vicepresidente J. D. Vance reprendieran a Zelensky por su supuesta falta de gratitud por los más de 100.000 millones de dólares en ayuda estadounidense a la defensa que ha recibido su nación desde que Rusia inició la última fase de la guerra contra Ucrania en febrero de 2022.

Zelensky había llegado a Washington el viernes para firmar un acuerdo sobre derechos mineros promocionado por la administración de Trump. No obstante, se le pidió que se retirara de la Casa Blanca después de que un encuentro con los medios de comunicación con Trump y su personal de alto nivel se convirtiera en una pelea a gritos en el Despacho Oval que terminó con una diatriba vulgar y llena de agravios del presidente Donald Trump y burlas sobre la supuesta ingratitud de Zelensky por parte de Vance.

Zelensky abandonó la Casa Blanca aproximadamente una hora después del arrebato emocional. Por consiguiente, se interrumpieron las conversaciones que debían cimentar una relación económica entre Washington y Kyiv y crear un mecanismo para devolver los miles de millones en ayuda militar estadounidense que se han enviado a Ucrania desde 2022.

Desde allí, Zelensky viajó a Londres, donde fue bien recibido por el primer ministro británico, Keir Starmer, y se le concedió una codiciada audiencia con el rey Carlos III en Sandringham House, la finca privada del monarca en Norfolk.

Starmer se comprometió a “desarrollar una coalición de voluntarios” para defender un acuerdo en Ucrania y garantizar un acuerdo de paz como parte de un plan debatido por los líderes en Lancaster House el domingo. Asistieron el primer ministro canadiense saliente Justin Trudeau, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez.

El primer ministro también anunció un acuerdo de financiación de 2.030 millones de dólares que permitirá a Ucrania comprar más de 5.000 misiles que serán fabricados por el gigante francés de defensa y aeroespacial Thales Group en Belfast.

El creciente respaldo del Reino Unido y otros aliados occidentales a la defensa de Ucrania coincide con el giro de Trump en la política exterior de Estados Unidos, que lo acerca a Rusia y lo aleja de las democracias occidentales.

En una publicación separada de Truth Social durante el fin de semana, Trump escribió que los estadounidenses “deberían pasar menos tiempo preocupándose por Putin, y más tiempo preocupándose por las bandas de migrantes violadores, capos de la droga, asesinos y personas de instituciones mentales que entran en nuestro país”.

_{Traducción de Michelle Padilla}