Cristina Fernández: ¿Quién es la heredera del peronismo y fundadora del Kirchnerismo?

Cristina Fernández de Kirchner es una de las políticas más conocidas en Argentina y está acusada de haber cometido los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas.

“Este no es un juicio a Cristina Fernández, este es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares”, dijo la también exprimera dama, que acusó una “persecución política y mediática”.

Cristina Elisabet Fernández Wilhelm nació en la ciudad de La Plata el 19 de febrero de 1953, estudió derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, en donde conoció a Néstor Kirchner, quien años después fue presidente de Argentina. Sin embargo, su carrera política inició en 1989, cuando fue electa legisladora provincial, apenas unos años después de que el país recuperara la democracia en 1983.

Desde ese momento la corriente conocida como peronismo, nacido en 1945 en honor al coronel Juan Domingo Perón, que defendió a la clase obrera y creó muchos de los derechos de los trabajadores que aún perduran, se impuso en seis de las nueve elecciones presidenciales, incluyendo la de Alberto Fernández en el año 2019.

En esta corriente y tras varios años como diputada, senadora y primera dama, fue electa presidenta de la nación en octubre de 2007. Durante su primer mandato, en 2010, Néstor Kirchner, quien se contemplaba para suceder a su esposa en 2011, falleció en el hospital de un paro cardiorrespiratorio.

Varios analistas vieron en los movimientos político - conyugales de Néstor y Cristina, una gran similitud con los que vivieron Juan Domingo y Eva Perón, al grado de que al periodo en que gobernaron le han llamado “kirchnerismo”, que se entiende como una variante de centroizquierda del peronismo.

Néstor Kirchner venció en las elecciones a Carlos Menem, quien falleció en 2021 y estuvo preso en 2001 acusado de corrupción, fue un presidente carismático y popular; llegó al poder con la promesa de rescatar al país de la crisis económica con un programa de producción y trabajo, objetivo que lo llevó a reducir la tasa de desempleo del 17.3 al 7.9 por ciento.

Néstor Kirchner reestructuró y liquidó la deuda externa con el FMI y obtuvo un histórico superávit fiscal, mientras la economía creció a tasas impresionantes. Sin embargo, el modelo intervencionista redujo las inversiones y elevó la inflación. Tras dejar la presidencia también se vio envuelto en acusaciones de enriquecimiento ilícito y corrupción.

La sombra de estos delitos persigue también a Cristina desde el final de su segundo mandato como presidenta del país en el 2015.

En el 2018, ocho cuadernos escolares escritos a mano durante diez años, llevaron a la detención de decenas de personas involucradas con los gobiernos kirchneristas. Las anotaciones eran nada menos que del chofer de Roberto Baratta, secretario de Coordinación y Gestión del Ministerio de Planificación durante las administraciones de la pareja.

Los cuadernos daban cuenta del trasiego de bolsos llenos de dinero, incluyendo las direcciones donde se recibían y se entregaban, matrículas de los vehículos en que se movían, nombres de los implicados, horarios y hasta peso y tipo de maletas.

Uno de los detenidos fue Gerardo Ferreyra, quien consiguió armar un imperio empresarial a costa de las licitaciones corruptas de la Obra Pública, y compró varios medios que respaldaron la imagen de los Kirchner durante décadas.

Mucho del dinero fue a parar a las propiedades de la pareja en Buenos Aires, entre ellas, el departamento en la Recoleta, que utilizaba Cristina cuando estaba en la capital.

“Hoy, 6 de mayo de 2013, vuelvo a escribir; después de la muerte de Néstor Kirchner que dejé de hacerlo. Pensé que después del fallecimiento no se haría más el Valijero. Pero sí, disminuyó la propia frecuencia, con la diferencia que se recolecta dinero para el ministro De Vido y el propio Baratta”, escribió Oscar Bernardo Centeno, autor de los cuadernos.

“No quise anotar más, pero decidí hacerlo porque en una reunión que tuvo el ministro De Vido, Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. Kirchner, los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales”, se lee en lo que la prensa llamó “bitácora de la corrupción”.

En el 2019, la fórmula presidencial que encabezaron el abogado Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se impuso en la primera vuelta en las elecciones presidenciales, a pesar de las acusaciones de corrupción que tenía la funcionaria.

Tras el descalabro del 2015, cuando perdieron ante Mauricio Macri, “Cristina Fernández entendió que, como sintetizó Alberto Fernández, ‘con Cristina no alcanza y sin ella no se puede’. La exmandataria atrae a una gran masa de votantes, pero también provoca el rechazo de muchos otros; al colocarse como candidata a la vicepresidencia y adoptar un perfil bajo en la campaña, logró el apoyo de los suyos mientras evitaba la fuga de los votantes críticos con su figura”, dice el análisis de la publicación lamarea.

“Lo primero que habría que aclarar, entonces, es que ganó el peronismo, no tanto el kirchnerismo que representa el Partido Justicialista. CFK aportó probablemente la mayor cantidad de votos, pero era Alberto Fernández quien podía negociar con diferentes sensibilidades del peronismo, ese artefacto político indescifrable y típicamente argentino, y pudo infundirle un tono menos confrontativo a la campaña”, asegura.