Cómo un caso en la Corte Suprema contra Google podría revolucionar Internet
La familia de una víctima del ataque terrorista de 2015 intentará demostrar que el algoritmo de YouTube ayudó al Estado Islámico a difundir su propaganda, en un caso que podría transformar el Internet
La Corte Suprema de los Estados Unidos comenzó a escuchar los argumentos orales de González vs. Google el martes en un caso que expertos legales y tecnológicos creen podría transformar el Internet.
El caso examinará si los gigantes tecnológicos como Facebook, Twitter y Google deben ser responsables del contenido publicado en sus plataformas.
Lo inició la familia de Nohemí González, una turista estadounidense de 23 años que estuvo entre los 130 muertos durante un ataque terrorista en París en 2015.
La demanda argumenta que los algoritmos en YouTube, propiedad de Google, recomendaron vídeos de propaganda del Estado Islámico que ayudaron al grupo terrorista a reclutar y dirigir a los aprendices.
Actualmente, las empresas de Internet están protegidas de ser demandadas por las publicaciones en su sitio web debido a la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996.
Se atribuye a la Sección 230 el haber permitido que los gigantes tecnológicos crecieran sin control hasta convertirse en las empresas más grandes del mundo. Un fallo adverso contra Google podría alterar los fundamentos de la ley que rige Internet.
Entérate de los datos más relevantes.
¿Qué es la Sección 230?
Escondidas en la Ley de Decencia en las Comunicaciones se encuentran las siguientes 27 palabras: “Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o portavoz de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información”.
La Sección 230 permitía que las plataformas de redes sociales y los canales de vídeo presentaran contenido inaceptable y difamatorio sin sufrir ninguna consecuencia legal, y ha contribuido de manera directa a su crecimiento exponencial.
Jeff Kosseff, profesor asociado de ciberseguridad en la Academia Naval de los Estados Unidos, argumentó en su libro de 2019, The Twenty-Six Words That Created the Internet, que la disposición “facilitó una libertad de expresión en línea sin precedentes”.
Las empresas de medios tradicionales se han quejado durante mucho tiempo de la Sección 230; si un periódico o sitio digital calumnia a una persona o empresa, tienen derecho a demandar a esa organización.
Pero según la Sección 230, solo es responsable la persona que publica el contenido problemático
Los expertos han advertido que la implementación de cambios importantes en la Sección 230 alteraría de manera crucial nuestra relación con el Internet.
La Electronic Frontier Foundation, un grupo de libertades civiles digitales, afirma que cualquier cambio en la ley llevaría a las empresas de Internet a “filtrar intensamente y censurar el discurso del usuario”.
“Este marco legal y de políticas permite que innumerables sitios web especializados, así como grandes plataformas como Amazon y Yelp, alojen reseñas de usuarios”, dice el grupo.
La fundación afirma que la Sección 230 ha permitido a los usuarios compartir discursos y opiniones, “desde amplios foros de conversación como Twitter y Discord, hasta las secciones de comentarios de los periódicos y blogs menores”.
En la presentación judicial ante la Corte Suprema, Google argumentó que los algoritmos de YouTube “son los que hacen posible encontrar las agujas en el pajar más grande de la humanidad”.
Los abogados de los González respondieron que no se podía negar que el contenido promocionado en los sitios de redes sociales había causado “daño grave”.
¿Qué es González vs. Google?
En noviembre de 2015, Nohemí González, una estudiante de último año de diseño de la Universidad Estatal de California en Long Beach, de 23 años, estaba estudiando en la Facultad de Diseño Strate en Sèvres, Francia.
Estaba cenando con sus compañeros de estudios en un bistró popular de París cuando los terroristas del Estado Islámico la mataron a tiros.
Sus padres, afligidos por el dolor, demandaron a Google, al alegar que había violado la ley estadounidense al promover y recomendar vídeos de propaganda del Estado Islámico en YouTube.
La familia González ha recibido el apoyo de Shurat HaDin, una organización legal israelí sin fines de lucro, que declaró que quiere “llevar al terrorismo a la bancarrota, un caso a la vez”.
Hasta ahora, los tribunales inferiores han dictaminado que la Sección 230 protege el contenido de YouTube. La familia González llevará el argumento a la corte suprema de los Estados Unidos en un esfuerzo por desafiar los algoritmos.
Si bien la mayoría conservadora de 6-3 de la Corte Suprema ya tomó varias decisiones históricas en 2022, los jueces no han revelado mucho hasta ahora sobre cómo sus ideologías podrían influir en casos tecnológicos como González vs. Google.
Se espera que pasen varios meses antes de que se publique un fallo en el caso González vs. Google.
Otros grandes casos tecnológicos están a la espera
Después de que se escuchen los argumentos legales en González vs. Google el martes, los nueve jueces abordarán Twitter vs. Taamneh el miércoles.
Las víctimas de cinco ataques terroristas separados presentaron un caso civil contra Twitter, Facebook y Google en virtud de la Ley Antiterrorista.
El caso examinará si los gigantes tecnológicos que trabajan para detectar a los terroristas y evitar que utilicen “a sabiendas” dichos servicios efectivamente terminan ayudando a los terroristas, simplemente por no haber tomado medidas “significativas” o “tajantes” para combatir este tipo de actividad radical en línea.
Traducción de Michelle Padilla