Pompeya tiene un nuevo vigilante que nunca duerme, un perro robot
La aplicación de los sistemas autónomos y de inteligencia artificial para vigilancia se hace cada vez más extensa, como es el caso de Spot en Pompeya
La modernidad y la historia tienen un punto de encuentro en el sitio arqueológico de Pompeya gracias al que hoy es el nuevo vigilante que nunca duerme. Se trata de “Spot”, un perro guardián robot encargado de detectar a los asaltantes de tumbas que por años han traficado los restos de las ruinas de la ciudad enterrada a través de túneles subterráneos.
Equipado con cámaras térmicas y de visión nocturna, el cuadrúpedo robótico entró en servicio en el Parque Arqueológico de Pompeya en Italia en un intento por proteger el sitio antiguo, por lo que deambula por las ruinas inspeccionando y monitoreando las estructuras arqueológicas
"A menudo, las condiciones de seguridad dentro de los túneles excavados por los ladrones de tumbas son extremadamente precarias", explicó el director del sitio, Gabriel Zuchtriegel.
Aunque parece parte de una película de ciencia ficción, “Spot” fue desarrollado por la empresa Boston Dynamics con la capacidad de meterse en espacios incómodos y operar en varios terrenos por lo que, además de vigilar, también comprueba el estado de los trabajos de restauración y recuperación, con el fin de contribuir a la gestión de la seguridad del sitio arqueológico y de sus trabajadores.
También forma parte de un proyecto más amplio de uso de nuevas tecnologías, llamado Smart@POMPEI que "aspira a una gestión inteligente, sostenible e inclusiva del Parque y hace uso de una solución tecnológica integrada".
Por otra parte, el vehículo está integrado con un escáner láser independiente que realiza vuelos para escanear en tercera dimensión las estructuras, lo que proporcionará datos sobre el estado de la conservación o restauración de ciertas áreas, al tiempo que detectará los túneles excavados por los asaltantes de tumbas.
Se trata de la primera vez que este tipo de innovaciones tecnológicas y de inteligencia artificial, normalmente asociadas al mundo industrial y manufacturero, se aplican en un sitio arqueológico, en donde el terreno, las condiciones climáticas y ambientales, hacen difícil la operación de un sistema autónomo.