Reloj del Apocalipsis: advierten que la humanidad nunca estuvo más cerca de su autodestrucción
La guerra nuclear, la crisis climática, la ingeniería genética, la inteligencia artificial, entre otros sucesos, suponen amenazas potencialmente existenciales para la vida en la Tierra, advierte un grupo de científicos
Cada enero, un grupo de expertos utiliza la medianoche con un valor simbólico para indicar lo poco que falta para la aniquilación total del planeta y, según un grupo de expertos, hoy más que nunca, la humanidad está en peligro.
El Reloj del Apocalipsis se situó a 90 segundos de la medianoche, lo que representa un “nivel de riesgo continuo y sin precedentes”, de acuerdo con el Boletín de Científicos Atómicos que fija dicho reloj.
El año pasado, el reloj también había sido fijado a esa hora, principalmente, para reflejar el peligro que representa la guerra entre Rusia y Ucrania.
En cuanto a las amenazas que afectan al planeta, algunas continúan y otras se han multiplicado en el último año, como el debilitamiento de los acuerdos de reducción de armas nucleares, la crisis climática y el hecho de que 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, las nuevas tecnologías de ingeniería genética, la inteligencia artificial y el peligro de la desinformación.
Los científicos responsables del reloj señalaron que la decisión de no haberlo cambiado respecto al año pasado no debe ser motivo de autocomplacencia.
“No nos equivoquemos: restablecer el reloj cuando faltan 90 segundos para la medianoche no indica que el mundo esté estable. Todo lo contrario”, advirtió Rachel Bronson, presidenta y directora general del Boletín de Científicos Atómicos.
Además, señaló: “Es urgente que los Gobiernos y las comunidades de todo el mundo actúen. El Boletín mantiene la esperanza (y la inspiración) de ver a las generaciones más jóvenes liderando el cambio”.
Por otra parte, los científicos también dieron noticias alentadoras, puesto que ha habido algunos avances en la respuesta al cambio climático, y el mundo va en la dirección correcta. Pero, en general, la crisis sigue amenazando el futuro de la humanidad.
Asimismo, señalaron que, aunque la preocupación por la inteligencia artificial ha aumentado, incluso los principales expertos no han logrado discernir si supone un riesgo existencial de verdad. De hecho, solo supondría un peligro real para los seres humanos si se conectara a un sistema físico. Y si pudiera controlar las armas nucleares, por ejemplo, sería un problema nuclear más que de inteligencia artificial.
Herbert Lin, miembro del consejo que fija la hora e investigador de la Universidad de Stanford, señaló que muchos países han reconocido la necesidad de controlar la inteligencia artificial. Algunos han tomado medidas para solucionar las cuestiones de gobernabilidad necesarias para limitar los riesgos que conlleva, aunque su uso con fines bélicos y otros peligros siguen despertando interés.
El Boletín reconoció la posibilidad de sentir impotencia y depresión ante tales peligros y, en un comunicado, señalaron: “A todos los habitantes de la Tierra nos interesa reducir las probabilidades de una catástrofe mundial provocada por las armas nucleares, el cambio climático, los avances en las ciencias biológicas, las tecnologías revolucionarias y la corrupción generalizada del ecosistema mundial de la información”.
Sin embargo, también afirmaron que tal era “la naturaleza y la magnitud [de las amenazas] que ninguna nación o líder puede controlarlas... La tarea de los líderes y las naciones es trabajar en conjunto bajo la premisa de que las amenazas compartidas exigen una acción en común”.
Y agregaron: “Como primer paso, y a pesar de sus profundos desacuerdos, tres de las principales potencias mundiales (Estados Unidos, China y Rusia) deberían iniciar un diálogo serio sobre cada una de las amenazas globales aquí expuestas. Al más alto nivel, estos tres países necesitan asumir la responsabilidad del peligro existencial al que se enfrenta el mundo en este momento. Tienen la capacidad de sacar al mundo del borde de la catástrofe. Deberían hacerlo, con claridad y valentía, y sin demora”.
El conteo se estableció en 1947 con la participación de los científicos que habían trabajado en el Proyecto Manhattan para diseñar y construir la primera bomba atómica, y fue creado para demostrar de forma sencilla el peligro que supone una guerra nuclear para la Tierra y la humanidad.
El reloj se fijó por primera vez a siete minutos antes de la medianoche, pero sus manecillas se han movido hacia atrás y adelante con el paso de los años, en función de las amenazas que aquejan al planeta.
En 2020, se situó a 100 segundos para la medianoche y se mantuvo sin cambios durante los tres años siguientes. En 2023, se ubicó a 90 segundos y allí permanece desde entonces.
Si bien, originalmente, estuvo pensado para advertir el riesgo de un armagedón nuclear, el Reloj del Apocalipsis ha evolucionado para tener en cuenta la probabilidad de otras amenazas emergentes, como el cambio climático y los avances en biotecnología e inteligencia artificial.
El Boletín es una organización independiente sin fines de lucro, dirigida por algunos de los científicos más eminentes del mundo.
Artículo elaborado con informes adicionales de agencias.
Traducción de Noelia Hubert