Científicos usan diminutas “semillas” de metal para calentar y matar el cáncer
El tratamiento innovador podría atacar a los tumores cerebrales difíciles de alcanzar
Los científicos encontraron una forma de usar un escáner de resonancia magnética para guiar diminutas “semillas” magnéticas a través del cerebro de una persona con el fin de calentarlas y destruir las células cancerosas.
Investigadores del UCL (University College London) desarrollaron el innovador y revolucionario tratamiento contra el cáncer como una forma de combatir tumores cerebrales difíciles de alcanzar con un alto nivel de precisión.
La técnica, llamada MINIMA (ablación guiada por imagen mínimamente invasiva), se describió en un estudio publicado en la revista Advanced Science esta semana.
Utiliza esferas de metal de 2 mm que se guían hacia un tumor a través de propulsión magnética, y luego se calientan de forma remota para matar las células cancerosas.
La técnica ya se probó con éxito en ratones, y los investigadores ahora esperan establecer una prueba de concepto que pueda usarse en humanos.
También podría usarse potencialmente para otros tipos de cáncer, como el de próstata, que se beneficiarían con tratamientos menos invasivos.
Además utiliza tecnología que ya es omnipresente en hospitales de todo el mundo, y convierte a los escáneres de resonancia magnética, tradicionalmente un dispositivo de diagnóstico, en plataformas terapéuticas.
“MINIMA es una nueva terapia guiada por resonancia magnética que tiene el potencial de evitar los efectos secundarios tradicionales, pues trata con precisión el tumor sin dañar los tejidos sanos”, declaró el profesor Mark Lythgoe del Centro de Imágenes Biomédicas Avanzadas de la UCL, y uno de los autores principales del estudio.
“Debido a que la semilla de calentamiento es magnética, los campos magnéticos en el escáner de resonancia magnética se pueden usar para dirigir remotamente la semilla a través del tejido hasta el tumor. Una vez en el tumor, la semilla se puede calentar para destruir las células cancerosas, lo cual provoca a los tejidos sanos circundantes un daño limitado”.
La autora principal, Rebecca Baker, agregó: “El uso de un escáner de resonancia magnética para administrar una terapia de esta manera permite obtener imágenes de la semilla terapéutica y del tumor durante todo el procedimiento, lo que garantiza que el tratamiento se administre con precisión y sin tener que realizar una cirugía abierta”.
“Esto podría ser beneficioso para los pacientes, pues reduce los tiempos de recuperación y minimiza la posibilidad de efectos secundarios”.
Un mayor desarrollo de la técnica podría hacer que la forma de la semilla cambiara de una esfera a un borde afilado capaz de actuar como un pequeño bisturí de corte que podría guiarse a través del tejido, dijeron los investigadores.
Esto permitiría a los cirujanos realizar operaciones controladas de forma remota, lo cual el profesor Lythgoe predijo que podría “revolucionar la cirugía no invasiva”.