Una diminuta isla caribeña recibe enorme impulso económico gracias a su dirección de internet

El auge de la inteligencia artificial ha beneficiado a programadores de chatbots, científicos de la computación e inversionistas de Nvidia. Pero también está dándole un inusual impulso económico a Anguila, una diminuta isla caribeña.

El debut de ChatGPT hace casi dos años presagió la llegada de la era de la inteligencia artificial y llevó a muchas compañías a apresurarse para adquirir nombres de sitios web que concluyan con .ai.

Y resulta que ese es el sufijo de las direcciones de internet para el territorio británico de Anguila, uno de cientos de sufijos asignados en los años noventa a países o territorios en base a sus nombres. Si bien los dominios de internet supuestamente indican que ese portal está relacionado con esa región o idioma, no siempre es un requisito obligatorio.

Google, por ejemplo, usa google.ai para exhibir sus servicios de inteligencia artificial mientras que Elon Musk utiliza x.ai como el portal para su chatbot Grok AI. Empresas emergentes como el motor de búsqueda Perplexity también han adquirido direcciones con el sufijo .ai, a las cuales los usuarios son remitidos cuando buscan la versión .com.

Es así como los ingresos de Anguila provenientes de registros de direcciones de internet se cuadruplicaron el año pasado a 32 millones de dólares, gracias al emergente interés en la inteligencia artificial. El monto ahora comprende aproximadamente un 20% de todos los ingresos gubernamentales de Anguila. Antes del auge de la IA, la cifra era de un 5%.

El gobierno de Anguila, que usa el portal con el sufijo gov.ai, cobra una tarifa cada vez que una dirección .ai es renovada. El director de estrategias de Identity Digital, Ram Mohan, dijo que la tarifa — 140 dólares por dos años — no cambiará. Anguila además recibe un pago cada vez que es registrada una nueva dirección de internet y cada vez que es vendida una dirección que ya expiró. Algunas direcciones se han vendido por decenas de miles de dólares.

Ello directamente beneficia a la economía de Anguila, que tiene un área de apenas 91 kilómetros cuadrados (35 millas cuadradas) y una población de aproximadamente 16.000 habitantes. Agraciada con arrecifes de coral, aguas cristalinas y playas de arena blanca flanqueadas por palmeras, la isla es un destino popular entre los turistas ricos. Aun así, muchos habitantes son pobres y el turismo ha sido vapuleado por la pandemia y antes de eso, por un potente huracán.

Anguila no tiene su propia industria de IA aunque el primer ministro Ellis Webster espera que algún día la isla sea un centro para esa tecnología. Indicó que fue por pura suerte que Anguila terminó en 1995 con .ia como dirección de internet en vez de la cercana Antigua, a pesar de que ambas tienen esas letras en su nombre.

Webster dijo que el dinero alivia un poco la presión sobre las finanzas públicas y ayuda a financiar proyectos clave, pero advirtió que “no podemos depender solamente de eso”.

“No podemos predecir cuánto tiempo durará esto”, declaró Webster en entrevista con la AP. “Por lo tanto no quiero que nuestra economía y nuestro país y todos nuestros programas estén basados solamente en esto, y que luego de repente venga otra moda en uno o dos años, y tengamos que recortar gastos y eliminar programas”.

Para ayudar a gerenciar el explosivo aumento de las solicitudes de registros de direcciones de internet, Anguila informó el martes que firmaría un acuerdo con una compañía basada en Estados Unidos, Identity Digital, que es experta en esa área. El acuerdo, aseguraron funcionarios, otorgará más ingresos al gobierno al tiempo que mejorará la resiliencia y la seguridad de las direcciones de internet.

Identity Digital, que también gerencia el sufijo .au asignado a Australia, calcula que para inicios del próximo año tendrá en sus sistemas todas las direcciones .ai, dijo Mohan en una entrevista.

Un empresario de software local había ayudado previamente a Anguila a erigir su sistema de registro de direcciones.

Hay actualmente más de 533.000 dominios web .ai, un aumento de más de 10 veces sobre la cantidad registrada en el 2018. El Fondo Monetario Internacional dijo en un reporte en mayo que las ganancias ayudarán a Angula a diversificar su economía “haciéndola más resiliente a los shocks externos”.

Webster cree que los ingresos podrían aumentar aun más y que podrían duplicarse este año con respecto a los 32 millones de dólares obtenidos el año pasado.

Aseveró que el dinero financiará la expansión del aeropuerto, permitirá dar servicio médico gratuito a los ancianos y permitirá concluir la construcción de un centro vocacional en la escuela secundaria de Anguila.

El dinero proveerá además “apoyo presupuestario” para otros proyectos que el gobierno está sopesando, como un fondo nacional de desarrollo que pudiera usar en caso de huracanes. La isla en esos casos depende de ayuda de su potencia administrativa, Gran Bretaña, que viene con condiciones, dijo Webster.

Mohan dijo que trabajar con Identity Digital también protegerá a la isla de ciberdelincuentes que estén tratando de tomar ventaja del frenesí en torno a la inteligencia artificial.

Citó el ejemplo de Tokelau, una isla en el océano Pacífico cuyas direcciones .tk notoriamente se volvieron asociadas con spam y phishing luego que la isla subcontrató sus servicios de registros de internet.

“Nos preocupamos por malintencionados que podrían usar cualquier dirección, ponerle el sufijo.ai, y hacer creer que son más grandes o mejores de lo que realmente son”, expresó Mohan, añadiendo que la compañía se apresurará en eliminar sitios turbios.

Otro beneficio es que los sitios web con el sufijo .ai ya no tendrán que estar conectados a la infraestructura digital del gobierno de Anguila mediante el único cable de internet que tiene la isla, lo que los hubiera dejado vulnerables a atascamientos digitales o perturbaciones físicas.

Ahora usarán los servidores de la compañía que son distribuidos globalmente, lo que significa que podrán acceder a ellos más rápido porque estarán más cerca de los usuarios.

“Irá de milisegundos a microsegundos”, dijo Mohan.