Dos asesinos en serie, un modus operandi: ADN conecta a un camionero con una ola de asesinatos en EEUU
Una mujer de 29 años estrangulada y abandonada en la carretera interestatal de EE.UU. en 1992 coincidía con el perfil de víctima de “El Asesino de la Interestatal”. Pero las pruebas de ADN la vincularon con otro camionero de largas distancias, ahora acusado de cuatro asesinatos. Reportaje de Andrea Cavallier
Era un camionero que se dedicaba al transporte de larga distancia y se consideraba un mujeriego. Solía conducir un camión con un letrero en la cabina que decía “The Wild One” (El Salvaje) y, durante sus recorridos de un lado a otro por las fronteras del estado de Carolina del Norte, recogía a mujeres (principalmente trabajadoras sexuales), las estrangulaba y arrojaba sus cadáveres a lo largo de la interestatal.
Tras una serie de asesinatos a lo largo de los años, Sean Patrick Goble, apodado más tarde “El Asesino Interestatal”, fue capturado en Carolina del Norte en 1995, por al menos cuatro asesinatos cometidos en otros tantos estados a principios de la década de 1990.
Confesó haber matado a Brenda Kay Hagy (45 años) de Bloomington (Indiana), en una gasolinería de Tennessee en enero de 1995. Arrojó su cadáver en una carretera de acceso a la interestatal 81 en Bristol (Virginia) y le atropelló las piernas cuando se marchó.
Goble también confesó haber matado a Alice Rebecca Hanes (36 años), una trabajadora sexual de Ohio cuyo cadáver fue encontrado en Kingsport, Tennessee.
Posteriormente, Goble se declaró culpable de los asesinatos de ambas mujeres y luego confesó el asesinato de Sherry Tew Mansur, de 34 años. Goble recogió a Mansur en Fredericksburg, Virginia, y mantuvieron relaciones sexuales antes de que la estrangulara y la abandonara junto a la interestatal 40 en el condado de Guilford, Carolina del Norte, donde se encontró su cadáver el 19 de febrero de 1995.
En enero de 1994, Goble recogió a Lisa Susan O’Rourke (29 años) en la carretera interestatal 10, en Mississippi, y mantuvo relaciones sexuales con ella antes de estrangularla. Después arrojó su cadáver bajo un puente de la interestatal 65 en Alabama, donde fue encontrado el 23 de enero. En un principio, su muerte se consideró hipotermia, pero más tarde se dictaminó que había sido un homicidio.
Goble, que tenía 28 años en el momento de su detención, también fue interrogado sobre otros asesinatos.
Nona Cobb parecía una posible víctima: era una joven de 29 años que apareció estrangulada junto a una rampa de acceso a la Interestatal 77 en el condado de Surry, Carolina del Norte, el 7 de julio de 1992. Pero un análisis de ADN reveló que el semen recolectado del cuerpo de Cobb no coincidía con Goble, según el Winston-Salem Journal.
Durante 30 años, el asesinato de Cobb permaneció sin resolver.
Hasta que los investigadores descubrieron que podía ser víctima de otro posible asesino en serie, que por extraño que parezca también era camionero de larga distancia.
Captura del asesino de Cobb
En abril de 2021, los investigadores volvieron a analizar el ADN encontrado en el cuerpo de Cobb y buscaron resolver el caso a través de la genealogía. Se pidió ayuda a la Dra. Fitzpatrick, de Identifiers International.
“Con el paso del tiempo y el desarrollo de la tecnología, obtuvieron un perfil parcial del CODIS [Sistema Combinado de Índices de ADN, la base de datos nacional sobre ADN de las fuerzas del orden]”, declaró la Dra. Fitzpatrick. “Pero llevó tiempo, fue una evolución gradual”.
Pero encontraron una coincidencia.
El 15 de marzo de 2022, Warren Luther Alexander, ahora de 73 años, fue detenido en Diamondhead, Mississippi, y extraditado a Carolina del Norte para ser acusado del asesinato de Cobb.
Una vez detenido, ingresaron su ADN en el CODIS.
Y fue entonces cuando los investigadores empezaron a buscar coincidencias con alguna otra escena del crimen. Lo que no esperaban encontrar era un posible asesino en serie.
Su ADN coincidió con el de tres asesinatos en otras partes del país y que se remontan a 20 años antes del asesinato de Cobb.
Kimberly Carol Fritz (18 años), Velvet Ann Sánchez (31), y Lorraine Ann Rodríguez (21) fueron asesinadas entre mayo y diciembre de 1977 en California. Al igual que Cobb, las tres mujeres eran trabajadoras sexuales y habían muerto estranguladas.
Los detectives descubrieron que Alexander había vivido en Oxnard, California, desde finales de los años cincuenta hasta los sesenta. Trabajó como taxista, electricista en el Cuerpo de Marines y camionero de largas distancias, lo que le llevó a recorrer todo el país.
Se cree que Alexander regresó a Oxnard en la década de 1970, lo cual coincide con el periodo en que se produjeron los asesinatos.
En 1977 se habían elaborado perfiles de ADN para los casos sin resolver de Kimberly Carol Fritz, Velvet Ann Sánchez, y Lorraine Ann Rodríguez, pero los análisis realizados no habían arrojado coincidencias.
Hasta 2023, cuando el fiscal del distrito del condado de Ventura, Erik Nasarenko, informó que los investigadores volvieron a examinar los casos de 1977 y analizaron de nuevo el ADN en el CODIS. Esta vez, hubo una coincidencia: Alexander.
“Creemos que puede haber más víctimas a escala local y en otros estados”, declaró Nasarenko. “Esto está lejos de haber terminado”.
La Dra. Colleen Fitzpatrick, fundadora de Identifiers International LLC, declaró a The Independent que también cree que pueden encontrarse más víctimas.
“Lo importante aquí es que estuvo en Carolina del Norte y luego estuvo en California, ¿unos 15 años antes? Es un camionero de largas distancias, hay que considerarlo. Sobre todas las víctimas que podría haber entre aquí y allá en ese lapso de tiempo. Muchas”, observó.
Alexander fue extraditado a California para ser acusado de los asesinatos de las tres mujeres.
“Por fin llegó el día de la verdad en el condado de Ventura”, comentó Nasarenko.
Las víctimas de California
Los investigadores llevan mucho tiempo especulando con la posibilidad de que los asesinatos de las tres mujeres en 1977 fueran obra de la misma persona.
Las tres mujeres eran trabajadoras sexuales que fueron estranguladas en ropa interior después de recoger clientes en el centro comercial Plaza Marina y llevarlos a moteles cercanos, explicó el fiscal de distrito del condado de Ventura, Erik Nasarenko, en una conferencia de prensa la semana pasada.
Kimberly Carol Fritz, de 18 años, fue la primera víctima conocida. La hallaron muerta en el Motel Marv-Inn en mayo de 1977, detalló Nasarenko.
Cuatro meses después, un empleado del motel Villa Motor Court de Oxnard encontró el cadáver de Velvet Ann Sánchez, de 31 años, en una de las habitaciones. Al parecer, Sánchez estaba separada de su marido y sus tres hijos en Bakersfield y llevaba viviendo en el motel alrededor de un mes, según Nasarenko.
Los testigos afirmaron a la policía que un hombre barbudo “de complexión robusta y pelo castaño, vestido con un overol y una chaqueta de color canela” estuvo con Sánchez poco antes de su muerte, informó entonces el Ventura County Star.
Un hombre visto con Fritz antes de su muerte coincidía con la misma descripción.
Lorraine Ann Sánchez, de 21 años, fue hallada muerta dos días después de Navidad. La habían tirado en un puente de Laguna Road, en Oxnard, con el brasier atado al cuello.
Los investigadores averiguaron que vivía en el motel Villa Motor Court, al igual que Sánchez, antes de su muerte. La mujer, casada y madre de dos hijos, fue vista con vida por última vez la noche del 26 de diciembre; se cree que fue asesinada en otro lugar y abandonada en el puente.
¿Es Cassandra Lee Miller la quinta víctima?
En febrero de 1978, el forense del condado de Ventura, Ronald Kornblum, sugirió públicamente la probabilidad de que los asesinatos de Fritz, Sánchez y otra mujer, Cassandra Lee Miller, de 26 años, estuvieran relacionados.
Miller, otra trabajadora sexual, fue hallada muerta en 1975 en el motel Surfside de Port Hueneme (California). Había sido estrangulada y su cuerpo fue colocado de forma similar al de las demás, lo que parecía pretender humillarlas.
En aquel momento declaró al Thousand Oaks Star que estaba “francamente un poco sorprendido” de que los vínculos no se hubieran difundido ampliamente.
Kornblum agregó que Fritz, Sánchez y Miller habían sido vistos con un cliente antes de ser encontradas muertas en habitaciones de motel; recalcó que cada una de ellas había sido colocada en una pose para “humillar a la víctima”.
Los investigadores están estudiando ahora la posible implicación de Alexander en la muerte de Miller, según declaró Nasarenko en la rueda de prensa de la semana pasada.
¿Y ahora qué?
El fiscal del distrito anunció que no pedirá la pena de muerte para Alexander porque llevaría demasiado tiempo y “los testigos están envejeciendo”.
Es también la razón por la que las autoridades del condado de Surry, en Carolina del Norte, accedieron a la solicitud de extradición, a pesar de los cargos de asesinato presentados contra Alexander, según Nasarenko.
Alexander comparecerá ante el Tribunal Superior del condado de Ventura el 21 de agosto y será juzgado en California antes de ser trasladado de regreso a Carolina del Norte.
Actualmente se encuentra detenido en la cárcel del condado de Ventura sin derecho a fianza.
¿Trabajar conduciendo un camión de largas distancias es el camuflaje perfecto para un asesino en serie?
Según la iniciativa Highway Serial Killings del FBI, los camioneros de larga distancia son responsables en la mayoría de los casos de homicidios en carretera. En las últimas décadas, hay al menos 850 asesinatos en las autopistas estadounidenses vinculados a camioneros.
El exdirector adjunto de contrainteligencia del FBI Frank Figliuzzi, autor del libro Long Haul: Hunting the Highway Serial Killers, aseveró que su investigación reveló que los trabajos de los camioneros les permiten “atrapar a una víctima en una jurisdicción, matarla en una segunda jurisdicción, tirar su cuerpo en una tercera jurisdicción y seguir su camino antes de que nadie se haya dado cuenta de nada”.
Hay más de 200 casos activos y sin resolver de asesinatos en carreteras, y la oficina está investigando una lista de unos 450 sospechosos.
Traducción de Michelle Padilla