Caso de Bryan Kohberger: nuevos mensajes revelan detalles clave de la noche de los asesinatos de Idaho
Los supervivientes Dylan Mortensen y Bethany Funke intercambiaron decenas de mensajes frenéticos la noche de los asesinatos
Se publicaron los mensajes de texto entre dos compañeras de hogar la noche en que cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho fueron apuñalados hasta la muerte. Las comunicaciones revelan detalles escalofrientes del misterio sobre lo que sucedió en los momentos finales.
Una moción de la defensa recientemente desvelada en el caso contra Bryan Kohberger reveló el jueves nueva información sobre lo que Dylan Mortensen y Bethany Funke estaban haciendo el 13 de noviembre de 2022, cuando un atacante enmascarado masacró a sus cuatro compañeros de hogar.
Kohberger, de 30 años, está acusado de cuatro cargos de asesinato en primer grado por los homicidios de Kaylee Goncalves, Madison Mogen, Xana Kernodle y Ethan Chapin, que fueron asesinados en su domicilio fuera del campus de Moscow, Idaho.
Los mensajes de texto entre las dos compañeras de hogar, identificadas como DM y BF en los documentos judiciales, comienzan poco antes de las 4:30 a. m., justo después de que Mortensen dijera que vio a un hombre enmascarado caminando por el pasillo frente a la puerta de su habitación.
“Nadie contesta”, envió Mortensen un mensaje a Funke, refiriéndose a sus otros compañeros de hogar.
“Kaylee. Qué está pasando”, envió Mortensen en un mensaje de texto a Goncalves, que estaba en el piso de arriba, según los documentos judiciales. Goncalves no respondió.
En cambio, los textos continúan entre Mortensen y Funke.
“Me estoy volviendo loca”, escribió Funke. También envió un mensaje: “Xana iba vestida toda de negro”.
Mortensen describió haber visto a alguien que llevaba algo parecido “casi a un pasamontañas”, a lo que Funke le dijo que bajara “corriendo” hasta su dormitorio para que pudieran estar juntas.
“Es mejor que estar sola”, escribió.
Ambas compañeras de piso se quedaron dormidas en la habitación de Funke, según las actas judiciales presentadas previamente por la defensa.
Horas después, Mortensen envió una ráfaga de mensajes de texto a Goncalves y Mogen preguntándoles si estaban despiertos. "Por favor, contesta", escribió a uno de ellos. "¿Ya te despertaste?", le preguntó a otro. Ninguno respondió.
Siete horas después de la ronda inicial de mensajes de texto, las compañeras de piso llamaron al 911 después de que un amigo acudiera a la casa y descubriera el cadáver de Kernodle.
La policía llegó para encontrar una escena espantosa. Goncalves y Mogen fueron encontrados muertos a puñaladas en una habitación del piso superior, y Kernodle fue hallada muerta cerca de su novio Chapin.
La nueva información aporta nueva información sobre las compañeras de piso supervivientes. Anteriormente, los investigadores sólo habían divulgado una parte del relato de Mortensen, en la que describía haber oído ruidos y haber visto al hombre enmascarado.
Se espera que las dos compañeras de piso supervivientes testifiquen en el juicio de Kohberger a finales de este año.
El exestudiante de posgrado en justicia penal fue detenido en Pensilvania semanas después de los asesinatos. Los investigadores no han revelado ninguna posible conexión previa entre Kohberger y las víctimas, pero pudieron cotejar su ADN con el material genético recuperado de la funda de un cuchillo hallado en el lugar de los hechos.
Los abogados de Kohberger han tratado de excluir algunas de las pruebas de ADN, con el argumento de que también se encontró sangre de personas desconocidas dentro y fuera de la vivienda, y que bajo las uñas de una de las víctimas se encontró ADN de tres personas diferentes.
El conjunto de documentos presentados recientemente también incluye una serie de pruebas que tienen previsto incluir en el juicio, como vídeos de vigilancia, registros telefónicos, datos bancarios y registros de las compras de Kohberger en empresas como Dick's Sporting Goods, Under Armour y Walmart.
A principios de esta semana, los abogados de Kohberger continuaron su esfuerzo por anular la pena de muerte, esta vez alegando que padece un trastorno del espectro autista y que ejecutarlo violaría la prohibición de la Octava Enmienda de imponer “penas crueles e inusuales”.