Lealtad de técnicos finalistas en Liga Europa hacia sus clubes les ha ganado respeto
Dos admirados entrenadores, quienes se encuentran en extremos opuestos de sus carreras y quienes comparten valores de lealtad a equipos de ciudades pequeñas que sin embargo han tenido grandes logros, disputarán este miércoles la final de la Liga Europa.
Xabi Alonso ha guiado al Bayer Leverkusen a una historia instantánea de éxito, durante su primera temporada en el puesto, a los 42 años.
Gian Piero Gasperini, de 66, está teniendo quizás la mejor de sus 21 temporadas como técnico. Es su octava en el Atalanta, que sigue desafiando la gravedad del fútbol, como un club provincial de bajo presupuesto en el norte de Italia.
Gasperini se unió el martes a los elogios extendidos para Alonso, incluso luego que el exmediocampista de Liverpool y Bayern Múnich rechazó ofertas recientes de ambos clubes, para seguir la próxima campaña con el Leverkusen.
“Lo que ha logrado Xabi Alonso es maravilloso con las actuaciones de esta temporada”, dijo Gasperini. “Tuvo la oportunidad de irse a varios clubes grandes”.
El entrenador del Atalanta tuvo su propia experiencia al ganarse una oportunidad de dirigir a un excampeón europeo. El Inter de Milán lo contrató en 2011. La experiencia duró tres meses y cinco partidos antes de la destitución.
Gasperini había tenido también regresos y segundas oportunidades en otros tres clubes que lo habían destituido, antes de aterrizar en su lugar ideal, el Atalanta en 2016.
“El equipo creyó en mí cuando yo no estaba tan bien evaluado, y ése es un gran ejemplo para el fútbol”, comentó el martes.
Gaseperini se percató rápidamente de lo que tenía con el Atalanta, que no había disputado una competición europea en las 25 temporadas previas a su nombramiento.
En 2017 puntualizó: “la gente en Bérgamo me ama. El club y los aficionados me aprecian como persona, y no hay motivo alguno para dejar una situación así”.
Pero tal vez ha llegado el momento. El propio Gasperini ha alimentado este mes las especulaciones acerca de que necesita un nuevo reto, quizás en otro lado.
El martes, se le preguntó si elegiría un buen momento para irse. Gasperini respondió: “No tenemos bolas de cristal. Nunca sabes cuál es el momento correcto.
“El momento correcto es cuando ganas, cuando los niveles de desempeño no caen y la gente te valora todavía”, comentó. “Vivimos más en el presente que en el futuro”.
Atalanta tiene ya una gran victoria, al asegurar su participación en la próxima Liga de Campeones y al cerciorarse de quedar entre los cinco primeros de la Serie A. No necesita ya ganar la Liga Europa para clasificarse a la “Champions” por cuarta ocasión bajo el mando de Gasperini.
“Absolutamente, esto nos permite concentrarnos totalmente en esta final de copa”, dijo el técnico del Atalanta, al hablar acerca de que sus jugadores enfrentan menos presión. “Necesitamos ser muy precisos y estar conectados. Leverkusen es realmente un equipo, sobre todas las cosas”.
Alonso, quien habló más de dos horas después que Gasperini en la sala de conferencias, dijo que conocería a su colega el miércoles.
“Será un honor. Él es una gran personalidad en Italia”, dijo Alonso, cuyos tres títulos en grandes torneos con España incluyeron una goleada de 4-0 sobre Italia en la final de la Eurocopa de 2012.
“Desde hace cinco años sabemos que el Atalanta ha tenido una identidad muy clara. Es un equipo que continúa presionando, pero que no siempre está tan coordinado”, dijo Alonso. “La táctica importa, pero sobre todo está la mentalidad. De cualquier forma, nosotros tenemos un plan de juego”.