Médicos complican a neurocirujano acusado en juicio por muerte Maradona

Associated Press
Jueves, 10 de abril de 2025 15:39 EDT
MARADONA JUICIO
MARADONA JUICIO (AP)

Un grupo de médicos declararon el jueves en el juicio por la muerte de Diego Maradona que el astro no debió haber sido intervenido quirúrgicamente por un hematoma subdural en el cerebro dos semanas antes de su muerte porque no revestía gravedad, una revelación que complica a uno de los siete acusados, el neurocirujano Leopoldo Luque.

“No era urgencia para una intervención quirúrgica”, indicó el neurólogo Martín Cesarini. Ante la tomografía del cerebro de Maradona expuesta durante la audiencia, el especialista sostuvo que el Diez tenía una “hematoma subdural de tiempo sub-agudo” que se le había producido entre 14 y 21 días previos.

A su turno, el neurólogo Guillermo Pablo Burry dijo que habló con el neurocirujano Luque, quien oficiaba de médico de cabecera de Maradona, porque éste decía que debía darse una solución quirúrgica cuando él creía que no, pues “no existía urgencia, y se debía seguir observando, ver la parte clínica y su evolución”.

Tanto Cesarini como Burry habían revisado a Maradona en la clínica Ipensa de la ciudad bonaerense de La Plata, donde había sido trasladado en los primeros días de noviembre de 2020 para un chequeo médico. Este jueves declararon otros tres médicos del mismo establecimiento.

A contramano de la opinión de sus colegas, Luque llevó a su famoso paciente a la clínica Olivos, en el suburbio bonaerense de San Isidro, donde se le practicó la cirugía por el hematoma el 3 de noviembre de ese año.

Maradona luego fue trasladado a una casa rentada para recuperarse en una internación domiciliaria y murió el 25 de noviembre de 2020 de un paro cardio respiratorio.

Luque es uno de los siete profesionales de la salud que son juzgados por el delito de homicidio simple por dolo eventual, que es cuando el responsable sabe que su conducta puede ocasionar un daño, pese a lo cual continúa con la acción.

Un médico traumatólogo que trabajó junto a Maradona cuando se desempeñaba como entrenador de Gimnasia La Plata reveló detalles sobre el estado del legendario exfutbolista durante su última aparición pública el 30 octubre de 2020, cuando festejó su cumpleaños 60 en el estadio del equipo platense.

“Después del acto, de la torta, lo veo que viene caminando y se va para el córner, donde estaba la ambulancia, caminando solo. Me acerco y le digo: ´¿Diego, necesitas algo?´ Y él me dice ´no…..me voy, no estoy bien´ y se fue”, recordó Flavio Tunessi, también traumatólogo del sanatorio Ipensa.

Ante la pregunta de la fiscalía sobre cómo lo vio a Maradona el día de su cumpleaños, el testigo aseguró que “no estaba bien” sino que lo vio “adelgazado, caído y no era el que estábamos acostumbrados a verlo”.

En tanto que el médico clínico Marcos Correa al declarar en el juicio recordó que lo vio con una “depresión” cuando lo fue a revisar.

“Tenía poca comunicación y pocas ganas de hablar, poca colaboración en el habla, pero se dejó revisar”, describió el médico.

Tunessi y Corre ratificaron que fue el neurocirujano Luque quien ante la aparición de un hematoma subdural detectada en una tomografía computada realizada en Ipensa decidió trasladarlo a otro establecimiento para operarlo.

“Luque dice ‘para mí es quirúrgico, prefiero trasladarlo’ y la decisión del sanatorio no era quirúrgica. Al otro día me dice Luque que lo operaron y que salió bien la cirugía”, recordó Tunessi.

Durante su declaración, la fiscalía expuso una conversación de mensajería instantánea que mantuvo con Luque, quien asumía que había operado a Maradona del hematoma subdural cuando en verdad se supo que nunca participó de la misma.

“Yo lo operé con cinco cirujanos más, todos estuvimos de acuerdo a que era quirúrgico y hubo una decisión unánime”, leyó el fiscal Cosme Irribarren de la información descargada del teléfono del médico acusado, en oportunidad que tuvo una conversación con Tunessi.

Por último, declaró el médico cardiólogo Oscar Franco, quien aseguró que al revisar a Maradona en Ipensa propuso realizar un estudio de profundidad para “descartar alguna enfermedad coronaria” y que fue desalentado por Luque.

No obstante, el especialista aclaró que “no surgió ninguna patología cardíaca” en los estudios a los que se sometió durante su internación en Ipensa.

Además de Luque, también están sentados en el banquillo de los acusados una psiquiatra, un psicólogo, médicos y enfermeros.

En caso de ser declarados culpables, se exponen a una pena máxima de 25 años de prisión.

Está previsto que el juicio se extienda hasta mediados de año.

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