Watt se va agradecido con fanáticos, compañeros y coaches
La conferencia de prensa sobre el retiro de J
J.J. Watt siempre ha sentido un cariño especial por el hombre común, a pesar de que él se parece más a Superman.
Así es que fue adecuado que la anécdota más graciosa de la conferencia de prensa sobre el retiro de uno de los mejores jugadores defensivos en la historia de la NFL, sea encabezada por un poco conocido compañero en los Cardinals de Arizona, el linebacker novato, Jesse Luketa.
“Esta es por mucho, la mejor historia”, dijo Watt el miércoles.
El tres veces Jugador Defensivo del Año AP publicó en redes sociales el martes que tiene la intención de retirarse al final de la temporada, lo que Watt sabía que acarrearía un torrente de buenos deseos y mensajes de amigos y compañeros de equipo. Así que dejó a un lado su teléfono, llevó a su hijo recién nacido a su cita regular con el pediatra y regresó a revisar sus mensajes unas horas después.
Fue en ese momento que recibió un extraño mensaje por video de un número que no reconoció. Después recibió un mensaje de voz del mismo número, con una persona arrastrando las palabras y diciendo cosas que Watt no lograba entender.
“¿Qué demonios es esto?”, pensó Watt.
Entonces apareció una fotografía. Era Luketa. Tenía bolas de algodón en la boca y estaba bajo el efecto de la anestesia. Resulta que al novato le habían quitado esa mañana las muelas del juicio. Le dieron la noticia de que Watt se retiraría cuando despertó y quería saber si el futuro Salón de la Fama le regalaría su camiseta.
“Me morí de risa”, indicó Watt.
Esa historia fue una muestra de lo que ha hecho del Watt, de 33 años, un jugador querido y buen compañero durante una década con los Texans de Houston y dos años con los Cardinals. Sí, sus 111 1/2 capturas son impresionantes. Así como sus 193 tacleadas para pérdida de yardas. Pero será recordado al igual por su personalidad, su amor por el deporte y por su amor hacia las personas.
Antes de cada partido como local esta temporada, Watt podía ser visto jugando a atrapar el balón con los niños en las gradas, divirtiéndose como nadie más en el estadio. Fue uno de los deportistas más amados durante sus 10 años en Texas y recaudó más de 40 millones de dólares para ayudar a las víctimas del Huracán Harvey, lo que le valió ser nombrado El Hombre del Año de la NFL, Walter Payton, en 2017.
Watt dijo que trató de nunca perder de vista el hecho de que practica un juego que es posible que suceda gracias a muchas personas.
“Realmente es el mejor trabajo el mundo”, dijo Watt. “Perseguimos un pequeño balón, puedo derribar personas. ¡Es increíble!"
“¿Qué más podría desear? Encima de ello, me pagan por hacer esto”.