Australia: familia obliga a cambiar de asiento a una pasajera que tuvo que viajar por la muerte de su padre

Una mujer australiana describió que se quedó llorando después de que le cambiaran el asiento en un vuelo poco después de la muerte de su padre.

Nama Winston narró que estaba de vacaciones en la región metropolitana Gold Coast cuando recibió una impactante llamada para avisarle que su padre había muerto en un trágico accidente automovilístico.

Ella y su hijo de cinco años corrieron al aeropuerto para reservar el próximo vuelo de regreso a Adelaida, donde el personal de Qantas comprendió la triste situación.

“Normalmente, soy una planificadora muy cuidadosa, siempre selecciono los asientos con anticipación, pero ese día necesitábamos lo que sea que pudiéramos obtener”, dijo Winston a Kidspot.com.au.

“Le expliqué al personal de Qantas que teníamos que tomar el siguiente vuelo a Adelaida y le expliqué por qué; conseguimos lugares en la fila que dejan para viajes de emergencia como la nuestra. De hecho, Qantas nos colocó allí a propósito porque el tercer asiento estaría vacío y podríamos tener un poco de espacio”.

Ella dice que agradeció efusivamente al personal de la aerolínea, y agregó: “Mi hijo podía sacar algunos juguetes o colorear, y entre eso y la ventana, se mantendría ocupado durante el vuelo de tres horas, y yo necesitaba desesperadamente que lo estuviera, porque mi mente no dejaba de dar vueltas”.

“La otra razón por la que me sentí aliviada de estar sola en una fila con mi hijo fue que no había podido dejar de llorar. En todo el día”.

Winston dice que se acomodaron en sus asientos y ella le aseguró a su hijo entre lágrimas que todo estaría bien.

Pero dice que luego, una pareja abordó con su bebé, después de haber reservado dos asientos en otro lugar de la cabina, pero rápidamente “nos vieron y se dieron cuenta de que tenían la oportunidad de tener una fila para ellos solos”.

Agrega que “el bebé fue su excusa para echarnos”, y describió a los padres como “las personas más egoístas que he conocido”.

“La tripulación de cabina se me acercó y me explicó que la pareja insistía en que NOSOTROS nos cambiáramos a esos dos asientos, para que pudieran acomodarse con el bebé”, continuó Winston.

“Uy, tener la arrogancia y la exigencia de tales personas. Abordar al último, exigir dónde sentarse y obligar a los demás a obedecer”.

Ella le dijo a Kidspot que a ella y su hijo los cambiaron a una fila al lado de la pared de la cabina, en lugar de junto a una ventana, y la pareja ni siquiera les agradeció.

“Sin lugar en la ventana para ayudar a distraer a mi hijo en el peor viaje en avión en el que jamás habría estado. Sé que los bebés son importantes, pero estaba furiosa con los padres que creyeron tener privilegios”, dijo.

Winston continuó diciendo que estuvo tentada de confrontar a la pareja, pero lo pensó mejor cuando un miembro de la tripulación de cabina le recordó que se quedara sentada.

La afligida pasajera elogió al sobrecargo por acercarse a conversar con ella después del despegue y ayudarla a amenizar su viaje de varias maneras pequeñas.

“Escuchó mientras le contaba sobre el día entre lágrimas. Durante el resto del vuelo, me estuvo sirviendo vino tinto, a mi hijo le ofreció refrigerios y comida, e incluso pidió que nuestras maletas fueran las primeras en ser retiradas del avión. Cuando llegamos, ya estaban en la cinta transportadora”.

“También vino por nosotros para que pudiéramos ser los primeros en bajarnos del avión”.

Describió la amabilidad que le mostraron como “increíble” y “significativa”; pero criticó a las familias que piden a otras personas que cambien de asiento y agregó: “Cada vez más leemos sobre el comportamiento grosero y egoísta de las personas en los aviones todos los días”.